Tercera película del sobrevalorado, aunque con brotes de talento y suficiente personalidad Quentin Tarantino, el no muy bien definido como "enfant terrible" del cine americano. Es la historia de un minimito del cine setentero americano, Pam Grier, azafata de aviones, que es pillada por la policía con una considerable cantidad de droga y que es la pista que ésta busca para ir a por un mafioso, de llamativo look (Jackson), dedicado al tráfico de armas.
Es una película enrevesada, más que compleja, que en todo caso es obvio que se desvía de las típicas corrientes trilladas por el cine americano. Es calmuda, de largas secuencias elaboradas, con diálogos que llevan implícitos una notoria carga de violencia, sexo y mentiras lo que hacen que la explicitud de esto no sea imprescindible. Además, por cierta estética, la elección de la música (siempre sobresaliente en Tarantino) y modos recuerdan los films de los 70, lo cual da idea de la clara intención de su director de hacer una película a mayor gloria de la atractiva Pam Grier.
También, como en el cine de Tarantino, aparece la coralidad y muchos personajes con breves o considerables papeles pero que todos tienen su importante momento, y el gusto del cineasta por recrear una misma secuencia desde el punto de vista de todos los personajes implicados en ella. Se fuma mucho en "Jackie Brown" y hay buenas interpretaciones de todo el reparto destacando Robert Forster como el fiador oficial de malhechores que se enamora de Jackie y también el papel de un Robert De Niro que interpreta a un desarrapado, pasivo y "tranquilo" ex-delincuente, amigo de Jackson. Buena.