Centrada en el mundo de la mafia de Harlem, desde finales de los 60, y especialmente en el mundo del narcotráfico, es la historia de Frank Lucas (Washington) que de chófer de un mafioso negro de la zona acabará por montar su propio imperio. Del otro lado, Richie Roberts (Crowe), un policía poco valorado en el cuerpo que emprenderá, casi en solitario, una lucha por llegar al corazón de esa mafia y del misterioso personaje que la lidera... Con "American Gangster" recupera Scott el pulso de gran cineasta que le había abandonado hace tanto tiempo. A lomos de un guión complejo, certero y sensacional del maestro Zaillian ("La lista de Schlinder") se nos cuenta una historia de tintes épicos narrada espléndidamente y enriquecida constantemente tanto por aspectos éticos como por una contextualización sugerente del argumento (los viajes a Vietnam, la forma de preparar la droga, el histórico combate de boxeo entre Ali G y Frasier, los distintos barrios neoyorquinos, la corrupción policial, la familia como principio y fin...). Así pues, "American Gangster" recuerda/recupera el gran cine de gánsters clásico y, partiendo de esa antedicha claridad en su propuesta ética e ideológica, la aplica sin cortapisas, en un desarrollo tan de tintes épicos y de gran densidad como liviano y que se hace corto en sus más de dos horas y media de duración. Scott ha vuelto a hacer una obra maestra y para mí al lado de "El precio del poder" del sobrevalorado De Palma no tiene ni por dónde empezar. Grandes interpretaciones, espléndido final para un film memorable, lo que se entiende por una gran película.
Evidentemente, fue salvajemente obviada en los grandes premios.