Succession (Serie de TV)

Todo lo que tocan lo convierten en oro, ahora tocaba una de familia de multimillonarios caprichosos, no tenia pensado verla por que la temática no me atraía, pero a lo tonto me la tragué y me gustó. Podrían ser los Berlusconi, los Trump, los Ortega o los Florentino, pero no, es Logan, un magnate en las últimas que se resiste a jubilarse y tiene que lidiar a diario con la ambición de sus mimados, viciosos e irreverentes hijos, a demás de con toda la poderosa competencia que quiere hacerse con su imperio. A veces se hace lenta, pero es llevadera gracias a los dinámicos y potentes diálogos y a la diversidad de personajes complejos del elenco.
Quizás no pase a la historia como la mejor serie dinástica, pero entretiene, y si tienes curiosidad o te gusta el mundillo de glamour, los enredos de familias, el poder de las empresas del ibex que mueve los hilos , esta es una aceptable opción.

Tenemos amplia oferta de series, más que amplia infinita, pero no hay dios que acierte. Aquellos años 00 en los que todas eran buenas, excelentes, mejores que el cine, ya hace mucho que pasaron. Encontrar algo que pueda reproducir aquellos momentos de Soprano, Six Feet Under, Wire, Deadwood, En terapia, etc... es milagroso. Y ese milagro se ha producido. Succession es una joya. Si The thick of it era probablemente la mejor comedia que jamás había visto un servidor, Succession es lo mismo pero regado de presupuesto y recursos. No hace falta extenderse mucho más. Es perfecta y es la joya que nos queda.

Succession no busca inventar ni sorprender, no pretende crear una nueva fórmula mágica con la que atraer y enganchar a sus espectadores. Ni siquiera presente atiborrar al espectador con situaciones y escenas vacías, ni con personajes irrelevantes, ni tampoco con infinitas temporadas buscando alargar artificialmente la serie (aun pudiendo hacerlo fácilmente teniendo en cuenta cómo se desarrolla la serie).
Succession está repartida en las dosis exactas, medida milimétricamente para dar en cada momento lo que pretende, sin aires de grandeza ni excesos, sin buscar una revolución que haga levantar al espectador de su asiento. Realmente no necesita hacer nada de esto para conseguir ese mismo propósito.

La serie parte de una premisa a priori sencilla: se busca un sucesor para una empresa multimillonaria y de altísima reputación en el mundo empresarial. Y realmente, la trama nunca llega a evolucionar mucho más allá de toda esta premisa inicial; es el elemento que se encuentra en el eje central de las 4 temporadas, sobre el que gira todo lo demás. Y una vez más, de forma sorprendente, no lo necesita para enganchar al espectador.

¿Cómo puede llegar entonces una serie con un argumento tan "simple", a ser tan excelente, tan elaborada, y tan compleja? Fácil, con elemento principal, las piezas del tablero de juego, los personajes.
Todos son relevantes, algunos más que otros obviamente, pero todos tienen una función, una finalidad dentro del espectáculo que se nos presenta. Es una guerra, ya no sólo por dinero, también por poder y relevancia, por estatus, por buscar ascender en una sociedad capitalista y ávara, donde lo importante es el premio sin importan a quién o qué haya que llevarse por delante para conseguirlo.

Como no, es imposible hablar de Succession sin hablar de Brian Cox (Logan Roy), Jeremy Strong (Kendall Roy), Sarah Snook (Shiv Roy), Kieran Culkin (Roman Roy), Nicholas Braun (Greg) y Matthew Macfadyen (Tom), entre los muchísimos talentazos que componen el reparto de la serie. Los mencionados, simplemente de comen la pantalla, la devoran y al espectador con ella. Son capaces de hacerte sentir que lo que está pasando es algo del mundo real, que Waystar Royco es real, y tú estás allí presente viviéndolo con ellos en mitad del conflicto. Creo realmente que son todos ellos los que elevan la calidad de Succession hasta unos niveles altísimos. Comprenden y se mimetizan con el personaje que interpretan, lo hacen suyo, y te sumergen con ellos a la batalla que se está librando en la familia.

Obviamente, todo esto no sería posible sin ningún tipo de ayuda adicional. Más allá de las propias actuaciones individuales de cada uno, los guiones escritos para cada personaje son excelentes. El desarrollo de cada personaje se puede vivir a lo largo de la serie, especialmente a nivel humano. Puedes realmente sentir que estás viendo a personas multimillonarias pasar por sus buenos y malos momentos, con subidas y bajadas constantes, decepciones y sorpresas; puedes sentir cómo viven sus relaciones interpersonales con la familia, con sus parejas, sus amigos, y sus propios empleados. Puedes ver cómo, a pesar de que toda su vida gira y siempre ha girado en torno al dinero y el poder, hay muchas situaciones de sus vidas en las que no es una solución, no pueden ir tapando los agujeros que se van creando poco a poco sólo con dinero y poder. Y de hecho, a veces da la sensación de que toda su vida habría sido mejor, más feliz, si estos no hubieran sido los elementos centrales de
su existencia.

Creo que es un acierto enorme la forma en la que se desarrollan los capítulos y las temporadas. Se busca en todo momento dar una continuidad a la trama, sin apenas saltos temporales ni huecos vacíos en el tiempo que se rellenen y completen con una conversación posterior de 5 minutos. Y no sólo se queda ahí, sino que dentro de los propios capítulos (de 1 hora o más de duración) se busca dar continuidad a lo que va ocurriendo: situaciones dentro del mismo edificio/habitación, con conversaciones paralelas sobre el mismo tema, que acaban convergiendo en una sola conversación más adelante sobre lo que has escuchado antes de forma separada; concatenación de llamadas telefónicas que acaban desembocando en una escena que se resuelve con los propios participantes de las llamadas congregados físicamente inmediatamente después. De hecho, a veces incluso se utilizan los propios planos de cámara para enlazar escenas, desplazando la acción de un lugar físico a otro mediante una conversación por mensaje de texto en el móvil.

Otro de los elementos que ayuda a que te creas la serie como algo real son los escenarios, y es que nuestros personajes tienen mucho mucho dinero, y no reparan en ningún tipo de gasto. Mansiones lujosas con jardines enormes, apartamentos gigantescos en rascacielos de Nueva York, refugios majestuosos en primera línea de playa... Realmente hace todo lo posible para que te creas que estás ante una de las familias más ricas y poderosas de Estados Unidos. Y sumándole para más realismo la presencia de sirvientes por todas partes allá a donde van, comida suficiente como para abastecer a un ejército, y todo tipo de lujos para los presentes. Son gente rica y quieren demostrarlo.

Mención especial a la música que acompaña durante toda la serie, y a la maravillosa y cuidada introducción que nos da algo más de información sobre la familia Roy.

En definitiva, Succession es una de esas series especiales. Una de esas series elaboradas y complejas, que demuestra que no es necesario dar muchos giros al guión para un conseguir un gran producto. Es una serie que consigue ofrecer una gran inmersión en un tipo de vida muy exclusiva. Consigue conectar al espectador con los distintos personajes, que empatices con ellos, que les odies, que les juzgues o que les ames. Consigue crear una atmósfera perfecta de sentimiento, que comprendas sus relaciones y sus vínculos, que les entiendas, aunque todo esto pueda gustar más o menos.

*La conquista de Waystar Royco

El final de la segunda temporada evidenció la fractura definitiva, entre Logan y Kendall Roy; una ruptura que se había dado con anterioridad en la primera temporada, pero no con la agresividad y determinación de esta última. La temporada 3 de Succession gira entorno a este parricidio corporativo, que deja el futuro de la firma en una incertidumbre aún mayor de la vista anteriormente. La dirección que toma la serie, se diferencia considerablemente de las primeras dos temporadas, en el sentido de que en esta acapara mucho más protagonismo el corporativismo interno; es decir, las diferentes relaciones que se dan entre los accionistas, abogados y terceros actores.

El ritmo que presenta la trama es más pausado, aunque se hace igualmente disfrutable. Hay momentos de dialogo que son una auténtica maravilla, no solo por lo que se dice, sino también por la forma e intencionalidad con la que están construidos. Una de las grandes razones de porque Succession es una de las mejores series de los últimos diez años, es el hecho de que hace un retrato desacomplejado y sin florituras del poder. Esa sinvergonzonería y falta de escrúpulos del poder, se presenta como nunca antes en esta tercera temporada, asemejándose con bastante acierto a la verdadera y cruda realidad.

*El Rey Lear de la Gran Manzana

Siguen sorprendiendo los increíbles personajes, de los que está conformada esta serie de HBO. Cada uno de los personajes principales, que no son pocos, presenta infinidad de capas que los hacen únicos, atractivos para la audiencia y que los hace ejercer un rol fundamental en el devenir de la trama. Eso hace que todo sea muy frágil e incierto, bastando con que caiga una sola pieza del tablero, para desembocar auténticos desbarajustes en la balanza empresarial.

Muchas veces se nos presentan de manera cómica e incluso al punto de rozar el ridículo, para poder abordar con sutileza cuestiones como la misoginia, la masculinidad o el nepotismo. Incluso un personaje como Greg, del que soy autentico fan, se presenta como un personaje complejo y con muchas capas, pese a que a simple vista pueda parecernos el tonto del pueblo. La gran mayoría de personajes están impregnados de un humor ácido y desenfadado, que hace inevitable que te enamores de esta banda de hijos de puta.

Succession recuerda cada vez más en esta temporada 3, a la tragedia del Rey Lear de Shakespeare. Logan Roy es el Rey Lear de nuestros días, sufriendo del presagio de un ocaso cada vez más inminente, a la vez que tiene que lidiar con las ambiciones de sus retoños. Vemos una evolución que va siendo cada vez más sombría entre todos ellos, volviéndose más individualistas y menos colectivistas de lo que ya de por si eran.

*Una producción que no deja de sorprender

La grandilocuente producción escénica que despliega esta serie, sigue dejándonos atónitos tres temporadas después. Hay secuencias que están brillantemente orquestadas y en las que se dispone de unos medios altísimos; estaría bien saber, cuanto ha costado realizar cada capítulo de los nueve con los que cuenta la tercera temporada. Esto se evidencia en alguno de los planos generales que llegamos a ver, muchos de ellos dándose lugar en interiores de la sede de “Waystar Royco”.

A parte del inmenso despliegue de medios de la serie, esta nueva temporada cuenta con interesantes incorporaciones de reparto, como es la de Adrien Brody en el papel de Josh Aaronson. Algunos podrían considerarlo como un simple cameo, pero a título personal considero que su participación va más allá. Le vemos en varios episodios e interpreta un personaje clave, dentro del entramado narrativo de la trama.

Por último destacar una vez más, la apabullante banda sonora con la que cuenta Succession temporada 3. La banda sonora compuesta por Nicholas Britell sigue poniéndonos la piel de gallina, con cada maravillosa variación que se hace del tema original.

*Conclusión

Con su temporada 3, Succession sigue brindándonos algunos de los momentos televisivos más mágicos de la última década. Optando por un ritmo más pausado y centrándose en las cuestiones más referidas al corporativismo interno de Waystar Roco, esta tercera temporada consigue estar a la altura de las altas expectativas depositadas en ella.

Un acertado rumbo el que toman los personajes principales de la trama, generando mucha más tensión y discordia sobre el devenir de la dinastía Roy. El diseño de producción y la banda sonora de la serie están a otro nivel, habiendo muy pocas series, que dispongan de la grandilocuencia y épica de la que se ve impregnada Succession.

Escrito por Daniel Jiménez

Las dos primeras temporadas son maravillosas y cuesta dosificarse los capítulos. Un tono muy especial conseguido gracias, entre otras cosas, a una banda sonora magnífica. Para mí era una serie de 10 hasta la tercera temporada en la que sigue habiendo una generosa producción y unos personajes eficaces, pero el guion vive claramente de las rentas. Si hubiera empezado en la tercera temporada ni la habría visto, pero era tarde, ya estaba enamorado.