Aquí, un amigo

Una lástima la dirección que cogió la trama una vez hecha la grandísima introducción con el sicario Trabucco. A mi personalmente me habría encantado mucho más si llega a mantener Matthau su personaje de asesino a sueldo con su correspondiente carácter hasta bien entrada la historia.

Una vez que coincide con Jack Lemmon, se va transformando poco a poco perdiendo no solo interés la cinta, sino eficacia y efectividad ante la cámara. Está claro que el maestro Billy Wilder sabía sacar partido de esta pareja y en especial les había repartido su estatus en muchas de sus películas. Lemmon haría las veces de tontorrón, despistado y alocado, mientras que Matthau sería el malhumorado, cascarrabias y el que pone el poco sentido común al asunto. Aquí esto se cumple al pie de la letra. Pero con la salvedad que vemos al segundo invadir el terreno del primero más de costumbre.

La trama es muy divertida e interesante. Trabucco tiene que acabar con tres personas que testificarán en contra de su cliente, los dos primeros caen muy fácil en manos del profesional, pero al tercero la policía lo protege en sobremanera, lo cual lo lleva a idear un plan en el hotel de en frente del juzgado. Todo sigue su camino, hasta que aparece el personaje de Lemmon, un tipo con problemas estomacales y con la autoestima por los suelos, porque su mujer lo quiere dejar por un médico especialista en sexo. Será aparecer en la vida del sicario y volverlo todo patas arribas.

La película es más lenta de lo habitual en el cine de Wilder, pero con unos diálogos inteligentes y escenas memorables. La parte de la clínica sexual, no me ha llenado personalmente, creo que había mil temas para desviar la atención que ese. Se nota que el maestro estaba ya en su última película.

Recomendable especialmente para los seguidores del director y la pareja de protagonistas.

¿De verdad a alguien le siguen haciendo gracia las muecas de Matthau? ¿Alguien de verdad cree que los abuelos Wilder y Diamond, en un guión más romo que una canica, seguían siendo los mismos? ¿Es posible no deprimirse con lo patéticamente envejecida que está la película, sobre todo en sus referencias a cierta liberación sexual que hoy, ya liberados del todo, da vergüenza ajena? ¿No estáis cansados de la insistencia en la tragicomedia amarga, pero ya sin gas, sin fuste, sin ganas? ¿Es buenísimo ver a Matthau montando y desmontando una y otra vez la escopeta, (un 20% del metraje), en un tour de force de anti-ritmo de comedia? ¿Fue buena alguna vez una película con Klaus Kinski dentro? ¿Os hace gracia el gag de la limpiadora con Lemmon atado? ¿Por qué babea la gente con esta olvidable medianía, porque la firma WIlder? ¿Es buena porque las otras opciones de comedia en los ochenta eran Porky´s y los Albóndigas, como señala algún usuario?
Conclusión: una de las películas que más me han recordado que nos hacemos viejos y nos morimos. ¡Ay, Billy Wilder! Fundidme a negativos, pero vuelvo a ver muchas de sus películas y las veo envejecidas. Es verdad que hay en su filmografía un ramillete de delicias pero, para mí, sólo tiene una obra maestra de las llamadas "incontestables": "El apartamento". Luego, mucha mitificación, mucha elevación a los altares de películas absolutamente olvidables.
Esta despedida justifica que nadie le volviera a llamar, es verdad, pero su declive empezó bastante antes. "Aquí un amigo" no sólo es mala, también es involutariamente triste, lo peor que le puede pasar a una comedia. Por lo menos, "Porky´s " no tenía ese problema.

Último film del genial Wilder, que se sirve de la excepcional y simbiótica relación de la genial pareja Matthau-Lemmon, para legarnos otra entretenida comedia.
En esta ocasión el irascible personaje de Matthau es un infalible asesino a sueldo sin escrúpulos, al que, sin embargo, el inocente Lemmon, obsesionado con el suicidio debido a su penosa vida personal, podrá a prueba dicha inmaculada fiabilidad con estupendos gags de situación.
Un film que sin ser de los mejores del director, nos hace pasar un rato entretenido.

No es la mejor comedia de Wilder, claro esta, pero incluso así, esta muy por encima de cualquier película que se haga ahora mismo.
Es una cinta fresca, divertida y con la mejor pareja de actores que se han visto jamás, mención especial para Walter Mathau, esta soberbio.
Esta bien rodada, son demasiados alardes técnicos, sin embargo, el guión en si mismo flojea un poco, cosa evidente si entendemos la trama de la película. No hay frases lapidarias, ni planos soberbios, pero aun así, es una buena película del maestro.

Billy Wilder realizaría con "Aquí, un amigo" su última película. Eso sí, la despedida no podía ser más adecuada al contar de nuevo con el mayor dúo cómico del celuloide compuesto por los geniales Jack Lemmon y Walther Mathau. La película en sí, es muy sencilla y no llega a ser muy destacable si la comparamos con el resto de obras del genio del humor, aún así, es una comedia divertida, fresca y agradable de ver y con una calidad fuera de cualquier duda. Visionar esta película es seguramente mejor opción que ver cualquier otra comedia del cine actual pero tampoco esperen ver una película que destaque por encima de otras comedias o del brillante historial de Wilder. El gran atractivo de la película (que es casi una parodia a la película “Chacal”, de Fred Zinneman) reside en poder contemplar durante la hora y media que dura a Lemmon y Mathau, como siempre, soberbios, que harán que soltemos más de una carcajada.