La cacería (Serie de TV)

Si dividimos la primera temporada en introducción, nudo y desenlace, el resultado es: prometedora, aburrida y decepcionante.

Los dos primeros capítulos prometen, y mucho, pero después la trama se vuelve muy poco original, lenta y aburrida. Para desencadenar la historia en algo decepcionante que puede llegar a dar vergüenza ajena.

Destaco de esos capitulos iniciales al personaje Travis Leich, que tiene grandes intervenciones con diálogos potentes cargados de humor negro, y las varias escenas recordando los campos de concentración nazis. Ahí si consiguieron darle un clima interesante y de cierta tensión. Después la serie decae vertiginosamente. Dudo mucho que vea una posible segunda temporada.

Días atrás -vista la mitad de la serie- escribí una lapidaria crítica que justificaba mi puntuación. A continuación -y teniendo en cuenta que aún dicha crítica no había sido validada-, un par de episodios "más serios" consiguieron que la eliminara... Sin embargo, una vez completada la primera temporada (desconozco si en el futuro habrá otras) y ya decidido a volcar nuevamente mi opinión, encontré que ese puntaje seguía allí... Y lo mantengo. ¿Por qué? Porque si acaso no fuera suficiente que "Hunters" es un pastiche de absoluta inmoralidad, una ficción que por interés primordialmente comercial "se da el lujo" de inventar una absurda e insubstancial historia de justicieros a la pesca de ex criminales de guerra nazis..., es una producción de Amazon... cuyo CEO es un judío... Y si "alguien" en este mundo cuenta aún menos que nadie con derecho a banalizar el Holocausto... es precisamente un judío.
El tema no es desconocido para el cine; de hecho se han realizado algunos films muy dignos, tales como "The Odessa Files", "The Music Box", "The Boys From Brazil", la argentina "Wakolda", "This Must Be the Place", "Remember" o "Murderers Among Us...", etc. etc. Pero en todos los casos -así se trate de pura ficción o basados en hechos reales-, son filmes "serios". Y no como en esta serie de personajes bizarros -incluyendo a Al Pacino, el actualizado "Shylock" de "El Mercader de Venecia"- que fluctúan entre flashbacks de atrocidades cometidas por los nazis, a reflexiones metafísicas, amoríos, intriga, crimen y retaliaciones seriales, conspiración política, cooptación de cerebros alemanes por potencias extranjeras, investigación del FBI a cargo de una agente lesbiana, adoctrinamiento de mercenarios neonazis, etc. Hasta llegar al absurdo de un final que parece tomado del relato hecho por un comediante argentino, quien jura haber visto a "alguien" en un agasajo de ex jerarcas refugiados en Argentina efectuado en el hotel El Casco (Bariloche), curiosamente de dueños alemanes (a quienes conoció mi propia esposa) y por mucho tiempo comercializado en exclusiva por American Express... ¿Paradójico, no?
En síntesis: si algún término tuviera que elegir para definir a "Hunters", sería "Inescrupulosa". Pues aunque por momentos atrape, muestre el sadismo y criminalidad hitleriana -más el de sus perseguidores- y cuente con algunas buenas actuaciones, su tratamiento del peor genocidio de la historia -en pro de un mero objetivo comercial-, es penoso. Eticamente repudiable. Al menos para mi escala de valores acerca de todo producto artístico.

Hunters es una serie sobre un grupo variopinto, que se dedica a perseguir y eliminar a nazis escondidos e integrados en la sociedad estadounidense de los setenta. La premisa no es mala.

Dicho grupo de cazadores está compuesto por judíos, afroamericanos pertenecientes a los Panteras Negras, asiáticos e incluso una monja del MI6 (sí,así es). Los nazis corresponden al estereotipo más brutal, tal y como entienden que debe ser, para motivar y justificar al grupo de cazadores.

La serie tiene una estética pulp o de cómic, lo cual ya limita un poco el público al que va dirigido. Así mismo, la duración de los episodios es de 60 minutos, excepto el primero que es de 90 minutos. Ahí viene el primer problema. La duración es excesiva para lo que se quiere contar, lo que puede llevarnos en muchos momentos al aburrimiento.

El reparto está encabezado por Al Pacino. Y me surge un pregunta. En qué estaba pensando para meterse en esta historia. El sabrá. Cumple con el papel, por supuesto, pero no nos dejará un recuerdo imborrable.

El problema principal y el motivo de mi nota. El odio. Esta serie está hecha con todo el odio del mundo. Cada minuto de cada capítulo rezuma odio por todos sus poros (Jordan Peele anda metido en la producción ). Y vaya por delante que está totalmente justificado y siempre se quedará corto, por lo sucedido hace 80 años.

Pero convertirlo en el leitmotiv de una serie, entiendo que no la beneficia. Al contrario, la serie te desazona, te hace sentir mal, te incomoda. Hasta el punto de olvidarte de la historia y de la trama que se desarrolla delante de ti.

Además, el trasfondo de dicho odio, no es solamente hacia los nazis, sino que va dirigido hacia el hombre blanco en general, culpable de todos los males de las minorías en los USA, y por ende en el resto del planeta. Y el que no perciba esto en la serie, no se está enterando de nada.

Por eso, no puedo sino desaconsejar el visionado de este serie, que por lo demás, tampoco aporta nada nuevo e interesante y además resulta sumamente tediosa.

La serie empieza muy bien en la primera escena, que si bien puede resultar un poco excesiva en la caricaturización del mal, pienso que está muy bien filmada.

La serie se deja ver, está entretenida, buena estética y actuación, pero tiene incoherencias e inconsistencias de guión que le hacen perder puntos.

Parece que intenta imitar o inspirarse en la estética Tarantino, si bien no acaba de conseguirlo.

Más en la zona spoilers.

Es un desperdicio que Al Pacino actúe en una película de argumento tan débil. Es una ficción novelesca de hechos graves. Lamentable que los israelíes sólo hayan aprendido a aplicar contra los palestinos los mismos métodos que los nazis.