Confidence

Una historia de timadores, entretenida, con algunos comentarios divertidos, actores que se ajustan a su personaje y una duración que hará que termine antes de aburrirte, sin más.

Nunca había oído hablar de esta película hasta que me hice fan de Rachel Weisz. Ha pasado muy desapercibida desde mi punto de vista, y la verdad es que no cuenta con una historia que, a priori, me llame la atención. El pasado domingo me tocó maratópn de cine, y después de "El cabo del miedo" tocó el turno a "Confidence". Siendo sincero, había muchas probabilidades de que me desagradara, incluso pensé que lo único que me gustaría sería el poder volver a ver el talento de mi actriz. Cuán equivocado estaba.

La historia que nos trae la cinta de Foley es más compleja de lo que parece. Uno piensa que simplemente se trata de un grupo de personas que quieren dar un gran golpe para ganar dinero estafando a otro estafador, sin embargo, la cantidad de líos y de torceduras que se producen en el plan inicial convierten a la película en un ir y venir de giros inesperados que hacen que el espectador se enganche y le ayuda a disfrutar de la historia. Poco a poco uno se va confundiendo, no sabes qué es real y qué es lo que forma parte de la mentira, y eso es lo bueno del film, lo que lo hace imprevisible y original. Además, cuenta con un final que pone un broche de oro a una historia curradísima, chapó.

Por otro lado, su elenco actoral es excelente. El director debe sentirse orgulloso de contar con actores de la talla de Hoffman, García, Burns, y, por supuesto, Weisz. Sobra decir que bordan el papel de sobremanera y que consiguen que uno se crea que lo que pasa en la cinta es una realidad. Entretiene que no es poco, y aunque no llega a tener una calidad perfecta, vale la pena perder poco más de hora y media en esta notable cinta de intriga.

Hay películas que cuentan con grandes estrellas en su cartel, otras se apoyan en unos cuidados efectos o en una franquicia para asegurarse vender unas cuantas entradas.

Por desgracia, son pocas en las que lo que importa de verdad es la historia que cuenta y como la cuenta. Confidence entra en este último grupo.

Sin renunciar a caras conocidas el punto fuerte de esta cinta es un elaborado guión.

Confidence es una historia de policías y ladrones, una historia de estafadores, una cinta de cine negro, casi se podría decir que a la vieja usanza.

Tiene la virtud de saber mantener la tensión hasta el final, a pesar de que está contada en retrospectiva, lo que por sí sólo ya es de un merito reconocible.

A nadie le gusta que le cuenten una historia sabiendo cómo va a acabar, por eso se agradece mucho que de vez en cuando aparezca un film en el que la incertidumbre mantenga viva la película.

En resumen, una muy buena opción.

Pese a ser del 2003, y por tanto, posterior al ataque de las torres gemelas, se pueden ver perfectamente las matrículas de los coches que salen en la película. Este es un detalle que aprecio sensiblemente. Odio las películas en las que los coches aparecen invariablemente sin matrícula. El reparto, con Andy García y Dustin Hoffman ya promete mucho. Además, aparecen viejos conocidos de las películas gansteriles, ejerciendo de policías.

'El caso Slevin' sí la tiene y es por ello por lo que el espectador puede llegar a vislumbrar toda su brillantez.

En esta película el último giro definitivo se produce quince segundos antes del fin y creo que el espectador no es capaz de procesar, ordenar e interpretar correctamente en tan poco tiempo toda la maraña de información (falsa) vertida previamente.

Digamos que el patrón vendría a ser el siguiente, todo lo que te dicen es mentira, la realidad es justamente la opuesta respecto a cada dato que te da la película. Pero es entretenida. Hoffman y García brillantes. Weisz, divertida. Burns, un error de casting.