Los juegos del hambre: Sinsajo - El final

Solo con las dos primeras películas, nos dimos cuenta que esta historia era diferente. Sí, estaba lanzada para adolescentes, pero a la vez hablaba de un tema adulto y serio, que aun siendo un mundo distópico, está de actualidad. Esas dos películas nos narraban unas crueles ediciones de los “Juegos del hambre”, y en esta última, de otra manera, asistimos a una tercera versión de ellos. El problema ha sido, igual que en otras sagas, el partir la adaptación del último libro en dos partes. El inicio de esta te pilla a destiempo, ya que tú has estado sin saber de esta historia un año, pero la película sigue como si nunca se hubiera acabado, y para cuando te has metido en la película ya va por la mitad de metraje. Pero bueno, este no es el único problema, ya que yo hablo habiendo recordado ‘Los Juegos del hambre: Sinsajo Parte 1’ esa misma mañana de viernes.


Para mí el principal problema que tiene, tanto esta como su primera parte, frente a las dos primeras películas, es la falta de garra, química, o como queráis llamarlo, entre sus personajes. Jennifer Lawrence, como siempre, hace una interpretación espectacular, y es que lleva a Katniss Everdeen como una doble personalidad, y se mete en su piel por cuarta vez sin apenas pensarlo. Pero a la hora de interactuar con sus compañeros Peeta (Josh Hutcherson) y Gale (Liam Hemsworth), y Finnick (Sam Claflin) no pude notar esa complicidad que sí había al principio. Nunca fue lo más importante en esta historia, pero tampoco quedaba tan desdibujado. A mi parecer, las relaciones se quedan en unos discursos reivindicativos y unos momentos románticos que se producen cuando no deben, error que achaco al guión, ya que en el libro no parecían tan forzados. Y un epílogo que se alarga hasta la saciedad. Pero como digo, las interpretaciones siguen siendo brillantes, y no es para sorprenderse, ya que tiene a actores como Julianne Moore, Donald Sutherland, Woody Harrelson, y Jeffrey Wright. Aunque algunos, por el tiempo que están en pantalla, parece que están ahí sólo para mostrar su nombre en los créditos. Es el caso de Gwendoline Christie, a la que la mayoría conocemos por su Brienne de Tarth (‘Juego de tronos’). Mención especial al desaparecido Phillip Seymour Hoffman, que tristemente, tuvo que ser recreado en algunas escenas por ordenador.


En conclusión, y a pesar de lo anteriormente comentado, creo que ha sido un final digno para esta saga, entretenido en su mayor parte, pero que no llega al nivel de sus primeras entregas. Aún así, merece la pena ir al cine si has visto las anteriores, para asistir al final de una era, ya que a partir de ahora sólo quedarán los retazos de otras sagas que intentan emular a esta, sin conseguir su gran éxito, ni de mensaje ni de taquilla.

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Terminan las aventuras de Katniss Everdeen con la continuación de la adaptación del tercer libro en el que están basadas. Como era de esperar, asistimos una mayor carga de acción y tensión, pues el argumento sitúa al grupo de protagonistas en el asalto y lucha contra el Capitolio. Jennifer Lawrence está soberbia en su papel y se nota que durante estos años se ha hecho con él de forma brillante. Lo malo es que el doblaje castellano no fuese lo acertado. En ese sentido, recuerdo las risas de la actriz en un programa de televisión que de alguna manera insinuaban lo que chocaba esa "nueva voz". La verdadera voz de Jennifer es melódica. Como su belleza.

De los chicos, Hutcherson es el que mejor aprovecha la extraña situación de su personaje, mientras que Hemsworth simplemente cumple pero sin destacar. En cuanto a las apariciones del villano Donald Sutherland son breves, pero acaparan mucho la atención en cada una de ellas.

La historia en sí es entretenida y deja un margen para la sorpresa pero de acuerdo con el libro. Es decir, si vamos con la novela leída no sólo existen muchas cosas que no se explican bien, sino que no deja lugar para introducir alguna licencia que llame la atención.

Por otra parte, ofrece escenarios fabulosos y cuyo color encaja con el gris que caracterizaría al guión, por lo que la ambientación es buena. Aunque no siempre los efectos especiales tienen buena ejecución, ya que en la conclusión se observa demasiado ordenador y poca naturalidad.

Finalmente, señalar que nos encontramos con un pequeño cameo de Gwendoline Christie, Brienne de Tarth en Game of Thrones.

Decepción y aburrimiento son las sensaciones que afloran en mi interior tanto al término como durante el transcurso de la proyección de esta última entrega de la adaptación cinematográfica de uno de mayores best sellers juveniles de todos los tiempos: Los juegos del hambre.

La franquicia basada en la obra de Suzanne Collins ya demostró desde su primer volumen que no quería sólo quedarse en una mera trilogía de cine de aventuras futuristas en un universo distópico sino que quería mostrar una critica y una reflexión sobre el poder los medios de comunicación y la profunda manipulación que estos pueden realizar sobre el público receptor de la información. El pan y circo que se popularizó en la época romana y que algún que otro político actual ha querido implantar en los tiempos actuales también está muy presente como hilo conductor de esta historia de opresión de un pueblo defenestrado y dividido en distritos. La popular Jennifer Lawrence com Katniss Everdeen se enfundo las pieles como adalid de la justicia -Sinsajo- y nos ha llevado a lo largo de estos años a luchar contra la tiránica forma de gobierno del Capitolio personificada en la figura del presidente Snow (Donald Sutherland).

Una vez transcurridas las dos entretenidas e interesante películas (En llamas me parece la mejor de todas) que llegaron en 2012 y 2013 respectivamente, recibimos el año pasado la primera parte de las dos en las que se dividió la última novela, una estrategia comercial con un único sentido económico y que está derivando en el hastío del público, máxime cuando el resultado fue tan pobre y tedioso. Obviamente tanto el fenómeno fan como los espectadores convencionales que de manera habitual disfrutan de este tipo de films esperaban -esperábamos- un repunte de la saga que elevara el tono, supusiera un alarde visual y sorprendiera al espectador ante la épica y recordada batalla final como alzamiento frente el Capitolio. Nada que ver. En lugar de terminar la franquicia con un exitoso y potente último episodio nos hemos encontrado con la sorpresa - esta vez sí- de sufrir una cornada en el centro de nuestra cámara de las ilusiones y revelándose esta ‘Sinsajo parte 2’ como una continuación en tono y forma de la primera con la única salvedad de contemplar el final de toda la historia. Un final muy bajo que solo complacerá a los más conformados de la clase, un espectro emocional en el que sin lugar a dudas no me encuentro.

Efectivamente ‘Los juegos del hambre: Sinsajo parte 2’ resulta una oscura y excesivamente discursiva película que no cubre ni mucho menos las altas expectativas que se habían generado en torno a sí misma y que ha logrado el hito de poner de acuerdo tanto a crítica como publico al mostrar su sentimiento de franca decepción. Un rollete plúmbeo al que solo salvan tanto la presencia de ciertos actores de prestigio como la realización de algunas secuencias de alta tensión y magnífica realización, como por ejemplo todo lo que sucede por los túneles y que inevitablemente evoca a esa joya de la ciencia ficción que es ‘Aliens el regreso’. Cuentan que el fallecimiento del gran Philip Seymour Hoffman durante la filmación de esta última película no sólo cambio líneas de guion (la carta que lee Haymitch a Katniss en cierto momento la debía leer Plutarch en persona por ejemplo) sino que afectó al ánimo de todo el reparto, algo entendible quizás pero que no debe servir de excusa que libere de su responsabilidad tanto a Francis Lawrence como director -quien mostró su valía en la segunda parte de la saga- ni sobre todo a los guionistas de ambos Sinsajos: Danny Strong y Peter Craig.

La pérdida de relevancia de los personajes de Stanley Tucci o Elizabeth Banks, quienes aportaban frescura y barroquismo a la saga, la continua trascendencia de las grabaciones de video y los oscuros tejemanejes de una lánguida Julianne Moore desenfocan la historia y enturbian un personaje y un triángulo amoroso sin chicha ni limoná dada la floja interpretación de un Josh Hutcherson (Peeta Melark) que se limita a poner cara de pánfilo en el 99% del film. A pesar de todo lo comentado, el film destaca por una cuidad dirección artística con especial mención al diseño de vestuario y maquillaje o la creación digital de escenarios así como una notable banda sonora de James Newton Howard. Interpretativamente solo destacan tanto Jennifer Lawrence como el gran Donald Sutherland, los demás únicamente cubren el expediente.

En definitiva un film con excesivos altibajos, frío en muchas secuencias y que solo saca músculo en determinados momentos, suficientes para un aprobado ramplón pero sin duda insuficientes para cubrir las altas expectativas que merecía una de las obras más populares de la ciencia ficción juvenil. Una última flecha demasiado discursiva para el famoso arco de Katniss Everdeen.

Lo mejor: La dirección artística. Las fases que recuerdan a ‘Aliens el regreso’ o que podrían intuir un ‘Asterix y las doce pruebas’.
Lo peor: Lo terriblemente fría que resulta la película. La continua reflexión sobre el control de las masas.

Valoración:
Banda sonora: 6
Fotografía: 6
Interpretación: 5,5
Dirección: 4
Guion: 5
Satisfacción: 4
NOTA FINAL: 5,1

@hilodeseda - www.habladecine.com

Tras una primera parte de 'Sinsajo' bastante aburrida e innecesaria, llega el desenlace de la historia (por el momento, que estas cosas nunca se sabe). Tiene mejor guión y mejores efectos que la predecesora, e incluso moraleja política, pero a mí sigue sin llenarme. Este universo distópico que me encantó en la primera película de la saga, ahora me parece excesivamente artificioso.

Valoro que, al menos, le hayan dado un final digno. Posiblemente si no hubiesen estirado la gallina de los huevos de oro, y hubiesen dejado 'Sinsajo' en una única película de hora y media, hubiesen conseguido un cierre perfecto para la saga. 4 horas de lo mismo resultan infumables.

Y ya ha llegado entre nosotros el finiquito de una saga que empezó hace tres años de la mano del director Gary Ross (Pleasantville, Seabiscuit). A partir de la segunda entrega hasta la parte que nos ocupa las ha dirigido con bastante eficacia el director de cintas fantásticas y de ciencia ficción como pueden ser Constantine (2005) o Soy leyenda (2007). El año pasado nos dejaron a medias con un cliffhanger y nos hicieron esperar un año para su desenlace. Un final que no me ha decepcionado, pero que tampoco es el que yo me esperaba, la verdad sea dicha. Y no me he leído ninguno de los libros, pero ese final que se le ha dado no me lo había planteado así. Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson y Liam Hemsworth me han parecido muy notables en sus personajes en este colofón final.