La vida privada de Pippa Lee

Grata sorpresa inicial que se ha ido desinflando poco a poco, aunque recupera el tono a tiempo para un final bastante agradable.
Lo mejor de la cinta son sin duda las actuaciones. Los secundarios como Julianne Moore, Winona Rider o Monica Belluci da gusto verlos juntos. Alan Arkin cumple muy bien su papel de marido alejado, como si las cosas no fueran con él. Pero sin duda las que se llevan la palma son Robin Wright Penn, que está maravillosa y es gracias a ella que la película gana enteros y su versión joven, encarnada por Blake Lively, que se defiende maravillosamente, amén de una Maria Bello superencantadora, superexagerada.
El guión comienza maravillosamente, alrededor de una historia dramática, que se nos presenta en cierto grado de forma simpática y especial. Tiene cosas agradables o sorprentes, pero también predecibles, lo que hace que a mitad de la cinta nos comencemos a cansar un poco del film, pero rebecca Miller consigue que no desenganchemos del tema y sigamos interesados en las vidas privadas de Pippa, una mujer no tan diferente del resto como pueda parecer en un principio.
En resumen, una cinta muy recomendable por el gran elenco de actores (sobre todo actrices) que reune alredor de un personaje especial y que sin saber por que nos cae simpática en el drama y en el humor.

Una ama de casa es presentada como un ente misterioso y perfecto en la primera linea para pronto contadecirse y mostrar todos sus secretos, desde la infancia, y a lo largo de su vida, la cantidad de versiones de ella misma que vivenció para seguir mutando en búsqueda de su verdadero ser.
Esto que digo suena bastante estimulante, y aunque contamos con la participación de varios nombres importantes (tanto elenco como directora) todo el ruido que apenas se oye por momentos, no esconden más que una fuente pobre que podría haber sido mucho más explotada y explorada: la mujer.

Cuando la ví por primera vez pensaba que era regular pero grave error.
La volví a ver de nuevo y me encantó especialmente las actuaciones de Robin Wright (Jenny de Forrest Gump), Keanu Reeves, Julianne Moore y la espectacular Winona Ryder.
Es una película muy entretenida al menos para mi gusto.
"La Vida Privada De Pippa Lee" es excelente desde mi punto de vista.
Tiene mensaje para reflexionar y eso me encanta de una película. Que tenga mensaje y esta peli lo tiene.
No es solo por el mensaje sino por toda la película en general que me pareció excelente.
Peliculón.

¿Qué puede haber mejor que ser escritora y directora de cine, y adaptar tú misma tus propias novelas, aunando así las dos pasiones y las dos artes?
Esta es la suerte de Rebecca Miller.
La hija del magistral autor de Muerte de un viajante o El Crisol, Arthur Miller, y esposa del gran Daniel Day-Lewis, no es una cineasta que se prodigue demasiado en la gran pantalla, y varias veces lo ha hecho para, como decimos, adaptar sus propias historias en letra impresa, pero desde luego es única en esta labor (faltaría más, claro). Este es el caso de La vida privada de Pippa Lee o de su anterior película, La balada de Jack y Rose. En esta ocasión, contando con un reparto estelar que se presta en cuerpo y alma a dar vida a los personajes de Miller (atención a Maria Bello, Keanu Reeves, Monica Bellucci o, por supuesto, una excelente Robin Wright), se nos narran las vivencias diarias de una mujer cualquiera, que podríamos ser todos nosotros, a pesar de que sus vivencias, como vamos a descubrir, terminen por ser de todo menos convencionales debido a los excéntricos personajes que se cruzan en su camino.
No es una obra maestra, no va a cambiar la vida de ningún cinéfilo, y quizás en formato novela resultaba más emocionante y adictiva, pero con todo, es una película agradable.

En esta película se nota qué poco ha heredado Rebeca Miller del talento dramático de su padre.
Una historia sin complejidad psicológica (aunque se intenta aparentar que la hay), con cambios de conducta inverosímiles, con unos flashback que parecen de telenovela... Telenovela es la palabra, por lo superficial de todo, desde el principio hasta el absurdo final.
Lo que pasa es que siempre gusta ver a actores como Alan Arkin, a la loca de Winona Ryder, al ya en decadencia Keanu Reeves, a la muy estropeada Julianne Moore y así...
Cuando se ha visto mucho cine y muchas veces a esos actores y actrices se hacen como de la familia y gusta verlos, por el simple hecho de estar. Desde luego en esta película no porque hayan transmitido la más mínima emoción, por la penuria de la trama y del guión.