Phillip Morris ¡Te quiero!

Aún pareciendo un contrasentido, la mezcla de comedia y drama (más drama que comedia) hace que gracias a sus inesperados giros, nos llegue un producto muy satisfactorio.

Jim Carrey y Ewan McGregor funcionan juntos y por separado. Magnífica construcción de sus personajes.

Carrey contenido, ofreciendo un buen puñado de escenas en las cuales interioriza su personaje, y ciertamente resulta absolutamente brillante. McGregor desliza suavidad y estilo sobre Phillip Morris, en un papel menos agradecido, pero asumido con brillantez.

El seis resulta insuficiente, pero tampoco alcanza el siete.

Extraña peli sobre la historia de amor entre un timador gay y un chico inocente al que conoce en prisión. He de reconocer que las muecas de Carrey ya cansan un poco, y que en esta cinta a veces están fuera de contexto, ya que no sabemos si es un drama o una comedia, lo que no quiere decir que sea mala ya que, aún siendo previsible, el giro final me ha sorprendido. Además los actores estan aceptables, en esos papeles (me ha sorprendido que haya escenas de sexo bastante subidas de tono para el tono de la cinta). Aún así se hace entretenida. Lo que me extraña es que en USA aún no tenga distribución (imagino que será por el tema de la homosexualidad), y que aquí por lo visto tampoco (teóricamente estamos más curados de espanto aquí, solo cal ver la mayoria de cintas españolas sobre homosexuales que se han hecho). En fin, una peli que no gustará a todo el mundo, pero que es interesante de ver.

Nooooo, fumadores del mundo, no os hagáis ilusiones. Esta peli no va de tabaco ni de compañías tabaqueras. Esta peli va de un niño que cuando mira al cielo ve nubes con forma de polla y que de mayor ve pollas a destajo, hasta que encuentra la del gran amor de su vida, Phillip Morris, con la que decide quedarse para siempre jamás. Por tanto estamos ante una comedia romántica, aunque eso sí, un poco especial. Especial porque los dos protagonistas se conocen en una cárcel, en la que vivirán los momentos más intensos de su historia de amor, y especial también porque Steven Russell, el personaje que interpreta Jim Carrey, es un verdadero fenómeno de la estafa, el engaño, el escapismo y la ingeniería financiera. Un pillo con todas las letras, vamos.

En realidad el gran hallazgo de la película es este personaje, mucho más interesante, dónde va a parar, que el de su amado Phillip Morris, interpretado con corrección por Ewan McGregor. Jim Carrey, como de costumbre, hace una profusión de muecas, derroche de paroxismo y frenesí interpretativo, lo que sin embargo a este papel le viene como anillo al dedo. Es imposible plantearse a un personaje como Russell sin el histrionismo y la exageración de Carrey.

Hay que decir que, por increíble que parezca, esta historia está basada en hechos reales. En ese aspecto me recuerda muchísimo a "Atrápame si puedes", de Spielberg. Tanto el personaje que interpretaba DiCaprio en aquélla como el de Carrey en ésta son auténticos fenómenos de la naturaleza; su capacidad de manipulación y engaño, su inteligencia, su intuición, sus escapadas de la cárcel, su brillantez delictiva... en fin, no puedo menos que rendirme a los pies tanto de ambos actores como de sus personajes.

En definitiva, una peli muuuuy divertida, un personaje inolvidable y cine de buena calidad.

Ah, y sorpresa final. Y hasta aquí puedo leer.

Después de ver la película sigo sin saber si he visto una comedia o un dramón. Buena culpa de ello la tiene Jim Carrey, capaz de cambiar de un registro a otro muy fácilmente. Para colmo, en su faceta como narrador nos cuenta todo de una manera divertida, como si de cualquier comedia se tratara, dando igual lo que cuente.

Ficarra y Requa han hecho una magnífica película que parece que dura 60 minutos en vez de la hora y media. Es muy rápida y se dejan de escenas de relleno para intentar dar más profundidad, profundidad que usualmente se confunde con duración. Los directores cuentan realmente un montón de cosas, lo suficiente como para que la película haya alcanzado las dos horas de metraje, pero no fue así. De esta manera lo que se consigue es que cada espectador se quede con lo que más le guste, que profundice lo que realmente él quiera y deje de lado aquellas partes donde más se aburra.

Todo un ejemplo de comedia dramática. Los géneros están tan mezclados que a veces a uno le da por reir ante una desgracia. Es un tránsito maravilloso entre ambos géneros propiciados por una nueva interpretación magistral de Jim Carrey y un Ewan McGregor sensible como pocas veces.

Muy inesperada y muy entretenida, para cualquier momento del día y para cualquier tipo de espectador. La típica película que es muy difícil que no te guste.

Y es que el personaje llamado Phillip Morris, que interpreta Ewan McGregor, parece relegado a un rol muy secundario en el filme.

La película empieza muy bien en un tono de comedia extraordinariamente negra, con toques trágicos/dramáticos pero comedia al fin y al cabo.

Sigue correctamente en un tono ...quizá calificable de melodrama, la mayoría de lo que ocurre es agradable pero tampoco es de reir.

Y se extiende en forma de bastante dramón que acaba haciéndose algo largo salvo por algún pequeño apunte de humor.

Sin embargo el mayor problema de la película no es tanto que derive de la comedia al drama, pues se acepta la mezcla y variedad de géneros, sino más bien, lo que decía al principio, se vende como una cinta basada en la relación de dos personajes gays y el protagonista, Steven, interpretado por Jim Carrey, parece tener al tal Phillip Morris como su principal motivo para vivir. Todo lo que hace supuestamente lo hace para agradarle.

Y el caso es que apenas llegamos a conocer a Phillip Morris . Lo triste es que, pese a lo poco que vemos y se nos cuenta de él, resulta un personaje mucho más agradable que el de Steven, que es el protagonista casi absoluto del noventa por ciento de la película. Carrey está correcto aunque su gesticulación estomaga un poco, pero lo peor es que el personaje es bastante antipático. Es un timador chantajista que a ratos puede hacer gracia por sus ocurrencias, pero que tiene pocas cualidades que le rediman: su inteligencia, su perseverancia y su amor por el inocentón personaje de McGregor. Eso para mi no es suficiente para que parezca un canalla de buen corazón, por más que quiera a su amante la mayoría de las cosas que hace y su incapacidad para cambiar de forma de ser no le hacen especialmente simpático. Tampoco es que sea totalmente despreciable (tiene detalles con su exmujer, etcétera) pero no es una persona a la que me apetezca ver constantemente durante toda una película.

Así pues la película resulta algo esquizofrénica en cuanto al género y en cuanto al tema: no se sabe muy bien si nos quiere contar la vida del tal Steven o la relación de este con Phillip Morris. Ya sé que en la vida de una persona caben muchas cosas y que un gay puede ser además chantajista, piloto o astronaúta. Pero parece que a la hora de afrontar este biopic deberían contar una cosa o la otra, no me funciona tanto recrearse en Carrey y las pocas veces que sale McGregor mostrar un enamoramiento idílico y pasional.

No es una mala película pero los directores que firmaron el guión de una película de tono acertadamente cómico y ligero como Bad Santa, parece que no den con el tono o que se les vaya la mano con la pretensión de lo que quieren abarcar. Lástima porque el arranque es realmente muy bueno y las actuaciones son notables.