El chico

Una de esas películas que te reconcilian con el cine. Sencilla, con una historia tremenda y un final que compensa las lágrimas que se caen irremediablemente al ver esta historia de amor paterno filial. Y además de un Charlot genial, el chico, Jackie Coogan, un querubín rubio que en España inspiró las galletas chiquilín, que tomaron su nombre del joven acompañante de Chaplín

LA POBREZA
Esta película como bien dijo Chaplin puede que os saque una sonrisa o quizá una lágrima. Una gran peli de este gran guionista, director y actor que en el 1971 compuso la banda sonora de este film. Esta peli me parece buenísima para los medios que había en el 1921 con la pobreza que había en aquellos tiempos y que Charlot consiguiera hacer esta obra maestra del cine mudo que muy pocas, que no hayan sido de él, han podido superar (en mi opinión). Lo peor del film es cuando Charlie sueña con un mundo mejor con él y el niño que ha cuidado y aparecen los ángeles por ahí volando cuando ya casi se va a acabar. Gracias al niño Charlot encuentra trabajo reparando los cristales que Jackie había roto anteriormente.
Esta peli refleja la pobreza que, él vivió cuando era niño, en el año en que se hizo que obliga a la madre viendo que no puede mantener al hijo a dejar lo en un coche y que lo cuidase el que fuera el coche y luego Chaplin se lo quiere dar a una señora que pasaba por allí diciéndole que creía que se le había caído. Con una gran interpretación de Charlie que junto a Jackie Coogan que, para ser su tercera película hace un gran papel, tampoco lo hace mal Edna Purviance aunque sale muy poco pero que cuando sale se ve que ya había actuado más veces en el cine. Aunque yo prefiero Tiempos Modernos esta es una de las mejores películas que he visto de Charlot y que no está, sin duda alguna, sobrevalorada.
Para terminar recomiendo este film al que le guste mucho el cine mudo que seguro que le encantara esta peli de Chaplin, como también estoy seguro de que os encantara Tiempos Modernos del mismo director.
-COESCRITO-

Atemporal y universal largometraje de Chaplin (director, guionista, compositor, actor y productor), el cómico más notorio del cine y uno de los artistas más eminentes de toda la historia del séptimo arte. En 'El chico', recrea el ambiente de su infancia, una niñez sacudida por la situación de pobreza familiar y la separación forzada de su madre.

Es la primera gran película de Charlot, su famoso personaje, icono del cine mudo. Este vagabundo que lleva bombín y bastón de caña, de modales exquisitos y mímicas exageradas, se encuentra colmado de agridulces emociones procedentes de su exploración poética y crítica de la sociedad.

Un pícaro repleto de amor, nostalgia y soledad que brota ante las situaciones más hostiles. Chaplin humanizó el cine cómico y manifestó empatía con los necesitados en esta historia de intensas emociones, que nos seduce hasta alcanzarnos el corazón. Una fugaz armonía entre sentimentalismo y pantomima.

Como en las novelas de Charles Dickens, podemos observar los infortunios que soportan los desdichados, en un ambiente tupido de sucios caminos, mantas desgastadas, charcos y contaminación. El genial cineasta congela e inmortaliza todas estas injusticias, para que seamos culpables de su desgracia.

Sin duda alguna otra cinta dotada de la hermosura característica de Charles Chaplín, esas comedias con gracia y con ritmo, repleta de gestos, miradas y actos que definen perfectamente a los personajes y con una banda sonora que también habla por si sola, en el cine mudo estas composiciones son de aplaudir porque tienen una gran importancia, por cierto también son obra suya y fue añadida con el tiempo; es de esas películas sencillas a las que se les saca todo el contenido posible con una rotundidad aplastante; cierto que el drama es evidente y la cinta no presenta ningún giro inesperado, incluso introducen un Dreamland para completar, eso sí este pasaje es muy ingenioso y la película se cierra bien, consigue arrancar la risa y quizás alguna lágrima...

Es de aplaudir el trabajo que nos dejó este genio de la comedia, la burla y la crítica social y los sentimientos mas humanos, aparte de toda una serie de escenas en las que demuestra que
también era el número uno en acciones arriesgadas, era un especialista en todos los sentidos.

Va por delante mi máximo respeto por los pioneros, cuando el cine acababa de dar sus primeros pasos y todo quedaba por delante, todo por descubrir, había que tener mucho valor para sacar adelante cualquier largometraje. Me imagino lo que debía ser filmar una película en aquella época, toda una aventura, una época en la que destacan unos pocos, entre ellos Chaplin, un hombre que ya en sus inicios mostraba una versatilidad maravillosa, capaz de escribir, componer, dirigir, producir y protagonizar. Con "El chico" entró en la historia, el tiempo es quien lo ha decidido, y yo me rindo ante él y le muestro mi más reverente cortesía. Chaplin abrió puertas y, atención porque se dice pronto pero resulta sencillamente tremendo, está a tiro de piedra que se cumpla un siglo desde que se filmó "El Chico" y sigue produciendo de forma general el mismo efecto que entonces. Existe una opinión general que la coloca arriba del todo y será por algo, su envejecimiento es asimilado con normalidad y no perece como otros títulos.

Estoy humildemente de acuerdo con todos aquellos que la valoran tan bien y sin embargo le meto un cinco, mi coherencia me pertenece a mí y mi opinión es que pertenece a otro cine, he visto 50 minutos de un cine clasificado en otro espacio, el de los pioneros y no por ello voy a meterle un 10. No puedo reírme como lo hacían mis bisabuelos viendo como un musculitos rompe una farola de un golpe o cómo Charlot muestra todo su repertorio de carantoñas. Es más que un mimo gracioso, es un genio en su época, y eso es lo que me impide tomar la distancia precisa, el hecho de que pertenezca a otra época. La cámara no se mueve (casi) nunca y no hay sonido, es cierto, porque resulta que las cosas eran así entonces, bien, por eso seguiré respetando a aquellos que abrieron camino y seguiré pensando que mi neutral cinco es lo más correcto. Porque además, seré sincero, de otra manera no podría ser, ni sonrisas ni tal vez una lágrima. Respeto, mucho respeto nacido de mi interés por la historia del cine.