Rambo: Last Blood

Falta de escrúpulos por parte de un director sin vicio en estas lindeces. Faltando al respeto me dirijo para poner entre dicho que la película es de tiros, sin más argumento que la sangre y con el final lógico del Mítico y Honrado John Rambo. Creo que no es la mejor de toda la saga ya que se ve que el director no ha sido la mejor apuesta. El combate en la línea de las dos últimas, pero la cagaron en esta última, si era el final de la saga necesitaba un final un poco más apoteósico. Esgrima decir que buscar matices xenófobos en la película es un poco grotesco, si te gusta bien pero si no te gusta Trump no tiene la culpa.

En esta entrega encontramos menos acción que en las anteriores, ya que en gran parte de la película Rambo esta siguiendo a la mafia acompañado de la periodista (Paz Vega), y solo en dos ocasiones tendremos escenas de acción. Quizá pueda parecer poco, pero los últimos 15 minutos de película son un huracán de acción salvaje, explosiones ,sangre, muertes muy brutas, en la que Rambo utiliza un amplio catalogo de armas y formas de matar, trampas a sus perseguidores.... Y es que esta conclusión es también un homenaje a la saga, con auto referencia a todas las películas, con utilización de armas y otros objetos vistos a lo largo de la saga (machete, ballesta, cinta en pelo, trampas a lo acorralado...)
Si no eres un seguidor de la saga, la película decepciona, pareciendo un drama que parece protagonizado por un Joaquín Reyes disfrazado, con una conclusión exagerada.
Para los  seguidores de la saga, estamos ante una despedida a la altura, un homenaje, con esos 15 minutos como guinda, y los títulos de crédito como guinda perfecta..
Yo como no estoy ni en un bando ni otro, en la infancia me flipaba, pero no la tengo en la lista  mis mitos ochenteros, me lo he pasado bien, y la conclusión hace que la sensación al acabar sea mucho mejor.

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Treinta y siete años después de su debut en la gran pantalla John Rambo regresa con su quinta película, metiéndose en problemas, como siempre sin buscarlos, en esta ocasión contra un cartel mejicano, dirigida esta vez por Adrian Grunberg la película nos muestra a un Rambo más humanizado y sobretodo más arrugado insertado en una dinámica familiar, el ex soldado está tranquilo en su casa hasta que secuestran a su sobrina y ahí se desata el conflicto, más personal que bélico esta vez. Lo cierto es que se trata de la película con menos acción de todas pero la última media hora es una orgía de sangre que hace honor a la saga. En cuanto al reparto destaca como no Sylvester Stallone que hace un buen trabajo a pesar de su edad y las múltiples operaciones estéticas que lastran mucho su expresividad, le secundan como villanos dos actores españoles, Oscar Jaenada y Sergio Peris-Mencheta que hacen gala de una gran química en pantalla pero que parecen algo desaprovechados, completa el reparto español Paz Vega, con un papel sin demasiado sentido.
En lineas generales se puede decir que "Rambo, last blood" es una película interesante aunque sea muy diferente a las anteriores, y es interesante porqué nos cuenta lo que se encontró Rambo al llegar a casa y como lidió día a día con sus traumas de guerra.
En resumen, John Rambo es uno de los grandes iconos del cine de acción, un icono que puede parecer desfasado hoy en día pero que siempre apetece ver.

Once años después de la última y 37 años después de la primera, volvió Rambo, volvió un icono clásico del cine de acción, un personaje que creíamos que no volveríamos a ver en pantalla más, pero con Sylvester Stallone nada es imposible, de hecho hace poco ha dicho que tenía en mente otra película más, el caso es que hasta que no se muera Stallone, va a seguir dando guerra como se merece en pantalla, en esta quinta entrega que es sin duda la más floja de todas, cayendo un punto que te cuestionas si lo que estás viendo es una película de Rambo.
La nueva película de Rambo tiene dos partes bien diferenciadas, una que dura una hora y luego el resto, durante su primera hora parece que estamos viendo una clásica película de venganza al estilo ""Taken" pero sin nada de acción, poniendo a los Mexicanos como los más malos de la película con el tema de la prostitución (algo que a Trump no le disgustará) y viendo nada que tenga que ver con Rambo y su historia, recordemos que Rambo es un veterano de guerra, donde sus 4 películas narran el enfrentamiento entre la guerra y la no guerra, pero siempre con su historia bélica de fondo, aquí tenemos a un Rambo que parece que estamos viendo la segunda parte de "Una bala en la cabeza" más que algo que tenga que ver con Rambo, con unos secundarios planos, típicos, que no aportan nada y luego tenemos la segunda parte, con unos últimos 15 minutos absolutamente bestiales, los minutos más brutales de toda la saga, con un alto contenido de acción, violencia y gore que te hará abrir la boca varias veces, sin duda parecía una película de terror con Rambo de protagonista, teniendo más sangre que muchas películas de terror y hasta de sagas enteras, haciendo las delicias a los que esperábamos un potente final y así poder arreglar la pobre película argumentalmente que es, terminando también de gran forma con unos grandes créditos finales viendo imágenes de cada película desde la primera, sin duda un precioso homenaje. Resultando en definitiva una nueva película de Rambo que si no hubiera sido por los últimos 25 minutos y sus créditos finales, estaríamos hablando de una nefasta película de Rambo que la iba a suspender, porque lo que estaba viendo en su primera hora de película no era Rambo, con una historia carente de emoción, vista, sin secundarios que se apoye la película y siendo aburrida, menos mal que Rambo despertó en su brutal tramo final lleno de gore y violencia, siendo la mejor escena de acción de toda la saga para demostrarnos que Stallone puede seguir ofreciendo mucho más, ahora solo queda encontrar una historia interesante para que no se retire Stallone de la saga en la futura próxima película de la peor manera, algo que no se merece.

Después de resucitar con éxito la saga de ‘Rocky’, Sylvester Stallone ha intentado dar un cierre más digno a su otro histórico personaje, John Rambo, pero ahora lo ha hecho con mucha menos suerte, con una película de explotación que poco tiene que ver con el resto de la saga.

El ex combatiente de Vietnam, John Rambo (Stallone) es ya un tipo maduro, colabora como voluntario rescatando personas, vive en un rancho en Arizona donde vive junto la señora Mari (Adriana Barraza) y su joven sobrina Gabrielle (Yvette Monreal), ambas de ascendencia mexicana.

La calma en la que viven pronto se disuelve cuando la chica decide viajar a México para conocer a su padre que la abandonó cuando era pequeña, por lo que cuando la joven es secuestrada por un grupo mafioso mexicano Rambo decide cruzar la frontera para intentar rescatarla.

Alejada durante la mayor parte del metraje de la esencia de las otras películas de la saga, esta supuesta despedida del famoso personaje se queda a mitad de camino en diferentes aspectos, muy lejos de la primera entrega, la única verdaderamente sólida de la franquicia, y de las siguientes que se sitúan en medio de conflictos bélicos alrededor del mundo.

Lo mejor de esta quinta entrega sucede en las primeras interacciones de Rambo con el personaje que interpreta Adriana Barraza, con quien logra buena química, pero todo sucede en algo que parece cualquier cosa menos una película de Rambo, y un poco en la secuencia climática donde monta una serie de artefactos para culminar una venganza sangrienta, único momento en donde esto se emparenta con las películas anteriores.

Pero la película muestra varias inconsistencias que parten desde el guion y de la dirección de Adrian Grunberg, quien había conseguido mejores resultados en ‘Get the Gringo’ con Mel Gibson, con una mirada parcial y estereotipada hacia los mexicanos, una serie de personajes que aparecen y desaparecen sin mayor problema, (como los que interpretan Paz Vega, Marco de la O y la voz de Joaquín Cosío), y un par de villanos muy desaprovechados (Sergio Peris-Mencheta y Óscar Jaenada), siendo una película que recién levanta el vuelo en los últimos 25 minutos, en una película que parece un remedo de ‘Búsqueda implacable’ y ‘El vengador anónimo’ pero que no es el final esperado para un personaje memorable como lo es Rambo.

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