Como la espuma

Roberto Pérez Toledo es un gran cortometrajista, lleva muchos años ligado al mundo del cine y realiza un montón de cortometrajes cada año, toca todo tipo de géneros y la verdad es que me suelen gustar bastante. Recuerdo entre sus largometrajes interesantes " Seis punto sobre Emma" y " Al final todos mueren".

Aquí nos presenta una comedia romántica, su idea era contar el devenir de un grupo de personas desde el punto de la mañana hasta que anochece. Nos cuenta todo lo que les pasa y aprenden durante esas horas. Aunque a priori parezca una historia de sexo, engaña el desarrollo de la cinta, es una historia de amor, de sentimientos encontrados y de personas que acuden a una casa donde se desarrolla una orgía, pero no van a tener sexo sino a encontrar una pareja o a encontrarse ellos mismos. También tiene un punto de tristeza.

La película es fresca y entretenida, toca varios puntos comos son ( drama, homosexualidad, cariño, amistad, rencor y comedia). El guión es mejorable, pero el metraje es muy concreto y da en el clavo con lo que quiere contar.

El elenco de actores está formado por un grupo de jóvenes que están emergiendo dentro del cine español, también hay un gran número de figurantes que, como los personajes de ficción, se apuntaron a pasárselo bien en la piscina.

Lo mejor: El cruce de las historias y la fiesta de espuma
Lo peor: Esperaba algo más de escenas sexuales

Sabes que necesitas atención médica urgente cuando eres productor y has acabado metiendo dinero en este subproducto indigno de llamarse cine. A lo mejor le ha servido para lavar dinero negro. Otra cosa no se entiende. Es más mala que lanzar cachorros recién nacidos contra la pared. No he aguantado ni la mitad, ni siquiera adelantando minutos. Un casting nefasto, diálogos que dan pena, argumento inverosímil, todo artificial, plano, ridículo. Es que no sirve ni para generar morbo. Si al menos no se tomara en serio y hubiera humor, algo podría salvarse de la hoguera. Pero qué va. Encima es aburridísima, intentando desarrollar unas historias que dan vergüenza ajena. Cualquier peli alemana de media tarde de la TDT está mejor construida. Bien haría el director cambiando de trabajo. Que nos ahorre sufrimiento y que no insista: esto no es lo suyo.

Un grupo de gentes más o menos jóvenes y más o menos de buen ver se juntan para hacer una orgía.

Y vaya orgía.

Las tías en plena orgía sin quitarse ni el sujetador. Un tipo en silla de ruedas con cara de pena dando la brasa a los asistentes. Cada pareja, o trío a lo sumo, en una sala. Ni juntos, ni revueltos. Gente que deja sus inhibiciones atrás y sufre catarsis extremas con un polvo pazguato a lo misionero o una triste pajilla a mano cambiada. Había más vicio y más depravación en la verbena de mi pueblo, de verdad os lo digo.

Y aparte de andar de aquí para allá en situaciones sexuales de catecismo del padre Astete, los personajillos desgranan cuitas sentimentales ridículas poniendo cara de huevo y soltando sesudas frases como "no hay dos orgías iguales" o "busco que me pongan la vida patas arriba" o cosas así. No hay momentos cómicos reconocibles como tales. Ni dramáticos. Lo que sí que hay, a toneladas, es sensiblería barata y cursilería estomagante.

De las interpretaciones no me voy a quejar, porque no sé qué iban a interpretar estas criaturas, con ese guión y esos diálogos y esos personajes que me les han puesto. De la dirección y demás ni me acuerdo, la verdad. Mala señal.

En resumen: conmovedora como una circular de la comunidad de vecinos, ardiente como una caja de cerillas rescatada del río, divertida como una charla sobre el ciclo reproductivo del gorgojo del trigo...es como la espuma. Como la espuma esa del cocido que hay que ir quitando cuando empiezan a cocer los garbanzos. Igual de apetecible.

Una película muy actual (las orgías se han convertido en pasatiempo de fin de semana de heteros y gays, gracias a Internet y a las aplicaciones de contactos) que aborda en clave de comedia dramática las motivaciones que empujan a un grupo de personas a acudir a una orgía y lo que, al cabo de unas horas, encontrarán todas ellas. Una película muy bien interpretada, con diálogos aforísticos que no son nada fáciles de enunciar en un contexto orgiástico pero que, gracias a la naturalidad de los actores, resultan convincentes y poéticos. Una comedia tranquila, sin estridencias ni sobreactuaciones, en la que prima por encima de todo el buen hacer de actores y director, que logran la sonrisa del espectador y la ternura sin sacrificar la verosimilitud de cada una de las historias que enredan a cada pareja de personajes. Una de las mejores comedias dramáticas españolas que he visto en años y que anuncian un prometedor plantel de jóvenes promesas actorales. Y buena la música, también.

Sorpresa lo bien hecha que está esta película. Lo que parecía una comedia disparatada española, que también lo es, es una película muy bella que transmite mucho. Los actores se salen, no tengo las palabras para definir como la he disfrutado. Esta película ahonda en algo que no se suele tocar en el resto de películas, no somos solo palabras y racionalidad. Las historias que se muestran son muy auténticas, sin artificios...para sentir.