Una noche en el museo 2

De vez en cuando, aunque sea el mismo museo y prácticamente con las mismas obras.
Los chistes son repetitivos, sin la chispa primigenia. Los nuevos personajes resultan poco atrayentes, salvo la Amelia de Amy Adams, la cual pone todo de su parte.
Sin embargo los efectos son emocionantes, se nota el incremento de presupuesto.
Una película eficaz pero olvidable. Para disfrutar sin complicaciones. El elenco es solvente, pero se echa mucho de menos a Dick Van Dyke.

Ayer por circunstancias de la vida fui casi obligado a ir al cine para encontrarme con esto. Cuán mala sería mi experiencia que me he visto moralmente empujado a registrarme en esta página para advertir a todo el mundo de que hay cosas mucho más provechosas que dejarse aunque sean dos míseros euros en ver esta película, porque por no servir no sirve ni para perder el tiempo.

Guión nefasto, actuación terrible, situaciones forzadas y recargadas (o recargadísimas), gags que no son gags sino que son prfs, q es el sonido que se me escapa cuando escucho algo que haría llorar al niño Jesús, y diálogos horribles cuya única función es hacerte sentir vergüenza ajena y darte ganas de preguntarle a tu acompañante si ha apagado el gas o ha cerrado bien el grifo para que mientras que se lo piensa evite escuchar el aluvión de desgracia que te tiran a chorrones a la cara desde la pantalla.

En fin, ver esta película es firmar un cheque de regalo hora y media de mi vida y quemarlo en una hoguera. Sólo una cosa a destacar, porque increíblemente me hizo gracia y no fue mérito del film: Iván el Terrible es igual que el King del Burguer King, convirtiéndolo para mí en el ninot indultat de la barbarie. Y ahora sí, pueden proceder a quemar.