El último secreto de Sherlock Holmes

Cierto es que “La vida privada de Sherlock Holmes” es una de las pelis malditas de Billy Wilder, de la que acabó renegando y casi le cuesta su carrera profesional (su bendita carrera profesional por otro lado), sin embargo tras el poso que dejan los años se puede afirmar con total rotundidad que es un film que mejora como los vinos con el paso del tiempo (tirando de topicazo).

Probablemente hubo varias razones por las que un producto hecho con un mimo y un cariño fuera de toda duda no calaron al espectador medio, puede que se tratara de una versión del personaje muy distinta a la que se tenía en mente en los años 60-70, sin embargo está dotada de una pátina de realismo y cinismo made in Wilder que hacen que hoy en día se conserve como el día de su estreno, de hecho muchas de las referencias y diálogos de la película se han tenido en cuenta (cuando no directamente calcados) para la serie de 2010 de la BBC (sí la de Steven Moffat).

Un Sherlock alejado del estereotipo cinematográfico y más cercano a la versión literaria de Doyle, deductor impenitente de verborrea incontenible y un agudo sentido de la ironía, cierta misoginia para nada oculta y un coqueteo más que evidente con sustancias tóxicas. Robert Stephens sin embargo no está a la altura del personaje que en manos de otro actor hubiera resultado mucho más potente.

Colin Blakely como Watson es de lo mejor del reparto actoral que complementan un excelso Christopher Lee como Mycroft (aunque sus apariciones sean casi testimoniales) y una bella y misteriosa Geneviéve Page.

Excelente película que vista hoy en día si cabe engrandece un poco más la leyenda del que es considerado por no pocos uno de los creadores definitivos de Hollywood.

Una de las mejores series de novelas de la historia dirigida por uno de los mejores directores de todos los tiempos podría haber sido la película perfecta de no ser por la manía de los productores de meter tijeretazos para acortar historias y de este modo hacerlas más comerciales y "accesibles".

Aún así, estamos ante un largometraje más que notable que nos narra un par de casos del famoso detective con un elevado tono humorístico y que goza de grandes actuaciones, que pese a las adversidades, hacen de esta aventura un clásico imprescindible e imperecedero.

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Otro acercamiento más a la figura del detective creado por sir Arthur Conan Doyle y llevado a la gran pantalla por el gran Billy Wilder que lo que hace en esta ocasión es intensificar las manías del Holmes, sus filias y sus fobias, así como sus adicciones, sin compasión alguna, lo que hace más humano.

En verdad, hay tanto material sobre el detective de Bakerstreet que ya da para varias tesis doctorales, por lo cual no sé con total seguridad si habrá algún antecedente de este tratamiento tan personal del personaje, pero me atrevería a decir, aun a riesgo de equivocarme con casi total seguridad, de que el Holmes de Guy Ritchie y los de las series de TV deben mucho a este acercamiento.

Divertida, amena y no carente de intriga y misterio y sin olvidar el punto de vista desmitificador del guion caracterizan a un film con el que pasarás un buen rato, a pesar de que el director rehusó de ella, pero es un gran film, aunque algunos digan que, en un buen puñado de escenas, el cineasta no es que le rinda un gran homenaje, que digamos.

Fascinante. Cuanto más la veo más me engancha la historia de cómo engañan al mayor cerebro británico. Romántica, divertida, intrigante y con una de las mejores partituras que compuso el gran Miklos Rozsa.
Y muy bonita por cierto (las escenas del paseo ciclista por Escocia).
Se habla mucho de lo que hubiera sido este film tal como lo pensó Wilder pero eso, desgraciadamente nunca lo veremos ni sabremos. No malgastemos tiempo en eso y disfrutemos de lo que sí quedó.
Qué bueno era Billy Wilder!!!!!!

Esta película para mi es el mejor homenaje que se ha filmado al siempre carismático personaje del detective Sherlock Holmes. Una historia tratada con cariño que aporta aventura, misterio, romance y diversión. El tiempo no pesa en las imágenes. Los diálogos son inteligentes, la trama bien argumentada y el preámbulo y final son de diez. Una obra maestra del cine.