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The Post: Los oscuros secretos del Pentágono

Drama En junio de 1971 The New York Times y The Washington Post tomaron una valiente posición en favor de la libertad de expresión, informando sobre los documentos del Pentágono y el encubrimiento masivo de secretos por parte del gobierno, que había durado cuatro décadas y cuatro presidencias estadounidenses. En ese momento, Katherine Graham (Meryl Streep), primera mujer editora del Post, y el director Ben Bradlee (Tom Hanks) intentaban ... [+]
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Críticas 158
Críticas ordenadas por utilidad
24 de enero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salvando las enormes distancias entre dos propuestas tan distintas, hay que admitir que Los archivos del Pentágono contiene una gran similitud con el primer spin-off de Star Wars. Ambas películas desarrollan una trama más o menos desconocida, con mayor o menor fortuna, para deleitarnos en los últimos minutos con una apoteósica y vibrante secuencia en la que se enlaza con un episodio vital de nuestra memoria audiovisual y colectiva. Si en la saga galáctica Rogue One nos emplazaba al inicio de los inicios, Spielberg remata su análisis sobre la época dorada del The Washington Post uniéndola con su capítulo más destacado en la historia del periodismo de investigación, el que protagonizaron Woodward y Bernstein con el caso Watergate y que inmortalizó Alan J. Pakula en Todos los hombres del presidente. Ambos filmes, por tanto, despliegan una traca final que reconcilia al espectador escéptico con todo el metraje anterior, dejando la sensación de que el viaje ha merecido la pena.

Pero, ¿merece realmente la pena esta nueva oda al periodismo de calidad que nos plantea Spielberg? En un país donde todavía se respeta la profesión y en el que la prensa sigue jugando un papel determinante frente a las continuas injerencias políticas de la administración Trump, Los archivos del Pentágono sí parece una historia necesaria. En otros lares, como el nuestro, en los que la objetividad ha sido aniquilada por la opinión, la cinta se nos antojará poco menos que como una obra de ciencia ficción. ¿Periodistas jugándose el futuro por convicción? ¿Medios independientes arriesgando el negocio e ignorando las amenazas del poder? Sin duda, Star Wars nos parecerá a los españoles mucho más realista. De ahí que la película, como paradigma, resulte incluso más necesaria.

Otra cuestión es si Steven Spielberg nos cuenta alguna novedad, algo que no hayamos visto ya en Spotlight, La verdad o, desde luego, en la homenajeada Todos los hombres del presidente. Las exclusivas del Post en las que destapaba las triquiñuelas del gobierno de Estados Unidos para mantener sus tropas en Vietnam seguramente eran desconocidas más allá de sus fronteras pero es evidente que la película vuelve a contar con la libertad de prensa como estandarte. Y lo hace sin ningún aporte novedoso que justifique la reiteración. Para minuciosas reproducciones de investigaciones periodísticas, para reivindicaciones sobre un derecho tan fundamental como la libertad de prensa, ya contamos con poderosos precedentes.

Ni siquiera los asiduos a Spielberg encontrarán algún rasgo al que acogerse. Cuando el rey Midas de Hollywood se pone serio, cuando se olvida de su vertiente más comercial, resulta casi imposible hallar muestras de autoría en su obra. En su empeño por ser sumamente fiel a los acontecimientos, en recrear todas y cada una de las pistas, todos y cada uno de los nombres que formaron parte del trabajo periodístico, el director pierde su enorme capacidad para el entretenimiento.

Aun así, entre pesquisa y pesquisa, el espectador obtiene como recompensa un acceso privilegiado a los entresijos más desconocidos del negocio periodístico, como la rivalidad entre medios (fascinantes los diálogos entre los directores del The New York Times y el Post), las luchas de poder, la protección de las fuentes de información o las presiones políticas (evidente el paralelismo que establece el filme entre Nixon y Trump), por no mencionar esa maravillosa visita al interior de una rotativa.

Pero el gran reclamo de Los archivos del Pentágono, que incluso eclipsa en el cartel al propio título de la película, son Streep y Hanks. Aunque la Academia de Hollywood haya apostado únicamente por ella en las nominaciones, ambos responden por igual a lo que todo el mundo espera de ellos: una clase magistral de interpretación. Lo hacen, además, fuera de la zona de confort, ampliando registros. Él como ambicioso y mordaz director de periódico, ella como propietaria recién llegada a un coto exclusivo de hombres, frágil e insegura, observada con lupa por quiénes preferirían seguir manejándola a su antojo. Si por algo destaca la cinta es, sin duda, por suponer la enésima prueba de que tanto Meryl Streep como Tom Hanks son y seguirán siendo dos pesos pesados, irremplazables, en la industria del cine.
polvidal
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25 de enero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
1- La película va de cómo se filtran a la prensa unos papeles top secret del Pentágono, que hablan de ciertos temas controvertidos relacionados con la guerra de Vietnam. La historia se cuenta desde el punto de vista del Washington Post, dirigido por Katherine Graham (Meryl Streep) Es una película de investigación periodística, tipo Spotlight, Todos los hombres del presidente, y así. Es decir, no es una temática nueva (escándalo político destapado) ni es un punto de vista diferente. Es una fórmula que ya se ha usado con mucho éxito en otras obras. Spielberg no se la juega.

2-Lo que más me gusta, aunque ya dije que no es novedad, es la temática. Corrupción política, investigación periodística, justicia social. Siempre es agradable para un pobre proletario ver a los poderosos cogidos por el pelo.

3-Meryl Streep hace un buen trabajo, al igual que Tom Hanks, aunque sus personajes me resultan distantes, y en cierto modo, demasiado fríos y simples, aunque es obvio que no lo son, pero como la historia no se centra en personajes, si no en los hechos...
Gran trabajo de los secundarios también. Es lo que tiene trabajar con actores veteranos. Te aseguras un gran resultado. De nuevo, Spielberg sobre seguro.

4- Lo que menos me gusta, la lentitud. Especialmente al principio. Spotlight te engancha desde el minuto 1. A Los Archivos del Pentágono le cuesta arrancar. Demasiado diálogo que no ayuda a la acción, demasiado tiempo en desarrollar el nudo. Muchas subtramas se me quedan por el camino. El guión, me parece mejorable en muchos aspectos.
Bueno, y preparaos para recibir golpetazo patriótico en el morro en los momentos finales de la película.

5- Me voy del cine con buen sabor de boca. He visto una buena película. Pero me va a costar explicar lo que me ha gustado cuando llegue a casa.
Cebeira
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28 de enero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Los archivos del Pentágono" llega precedida de numerosas nominaciones y reconocimientos de la crítica, pero su mayor reclamo es sin duda su espectacular reparto, encabezado por los infalibles Meryl Streep y Tom Hanks, pesos pesados de Hollywood que trabajan juntos con Spielberg por primera vez, todo un acontecimiento para cinéfilos. Spielberg nos lleva hasta 1971 para reconstruir una serie de acontecimientos que marcaron un antes y un después en el ámbito de la información en Estados Unidos, y que a día de hoy resultan de rabiosa actualidad. Cuando el New York Times publicó fragmentos de los documentos confidenciales del Pentágono que destapaban secretos del gobierno sobre la guerra de Vietnam, el director del Washington Post, Ben Bradlee (Tom Hanks) inició su propia búsqueda para dar con los archivos y relanzar con ellos su medio en decadencia. Una vez adquiridos, Bradlee tomó la decisión, junto a su redacción y la dueña del Post, la que fuera la primera mujer editora del periódico, Katharine Graham (Meryl Streep), de seguir los pasos del Times publicando más información confidencial comprometida. El Post se sumaba así a un movimiento decisivo contra la Administración Nixon, que en un acto sin precedentes, intentó restringir la primera enmienda para salvaguardar su imagen.

En The Post Steven Spielberg elige la comedia glamorosa para narrar un hecho real, de características dramáticas, que dio a conocer una noticia que afectaba cuestiones de Estado que era imposible ocultar a la opinión pública. Ese destape terminó volviéndose un boomerang que se transformó en un ataque a la libertad de prensa por parte del gobierno del presidente Nixon. Los avatares de la cuestión se observan desde el diario Washington Post que pasará a ser protagonista casi absoluto de la revelación de los acontecimientos narrados. Diario centenario fundado en 1877, después de atravesar distintas contingencias durante más de 70 años, es dirigido por la familia Graham. En 1964 se suicida Philip Graham, su director ejecutivo. Consecuencia de ello, su esposa Margaret toma la dirección del diario, enfrentándose rápidamente a un gran dilema: el cierre el diario, su venta, o su capitalización. La narración se inicia en esos difíciles momentos en que lo propietarios del diario deciden seguir adelante y para ello necesitarán entrar en la bolsa de comercio de Nueva York, concretar una emisión de acciones, recapitalizar la compañía, cambiar el perfil del diario, y eventualmente, tener que despedir personal. Todo ello estará a cargo de Margaret Graham justo en un mal momento de la historia: El Presidente Nixon quiere profundizar la Guerra en Vietnam y tiene gran parte del país en contra. Por otra parte, el New York Times está en su mejor momento y mantiene una agresividad informativa contra el gobierno, lo cual le da buenos réditos.

Su Kay Graham es quizá el personaje más importante del film, una mujer vulnerable pero motivada que se encuentra con la desconfianza y el escepticismo de sus altivos colegas masculinos al situarse en posición de poder tras el suicidio de su marido. Es en su lucha por tomar el control de su negocio y hacerse escuchar donde encontramos uno de los temas que resultan más oportunos en el actual clima de lucha por la igualdad y denuncia del sexismo, la reivindicación del papel de la mujer en la historia. Y de igual vigencia es el tema principal que vertebra la película, la defensa de la libertad de prensa, que se traduce en una apasionada a la profesión del periodista, el proceso mediante el cual la información llega a los ciudadanos y el poder de la información para cambiar el sistema. Es más importante que nunca recordar que la prensa no está al servicio del gobierno, sino de los gobernados, y eso es justamente lo que hace Spielberg, lanzando así una indirecta muy directa al actual presidente de los Estados Unidos.

Las actuaciones son inmejorables, parra ello se convoca a dos grandes estrellas de Hollywood: Meryl Streep y Tom Hanks. La primera asume el papel de Margaret, la directora del WP, y el segundo, el de Ben Bradlee, su editor en jefe. Un hombre experimentado y con agallas que siempre quiere ir al frente porque tiene claro que su función es informar. Ambos se mueven como peces en el agua, la experiencia y la química entre ellos funcionan a la perfección. Llevando a cabo una portentosa demostración de sus talentos, pero es Streep quien vuelve a eclipsar a los demás con otro de sus magistrales recitales interpretativos, todo matices y con el equilibrio perfecto entre humor, fuerza y sensibilidad. Aquí no habrá ni rivalidad ni amorío para sostener el film. Ella será una mujer de libre pensamiento que ha sido criada para tomar decisiones. Él será su espada, la cara editorial de una empresa periodística que manejará a una veintena de escritores que revisaran archivos secretos a los que transformarán en artículos de primera plana y en consecuencia, pondrán al gobierno al borde del ridículo.

En definitiva, no es una película perfecta. Aunque su bloque central puede llegar a ser trepidante, al principio cuesta entrar, y en su recta final, vuelve a pecar de efectista y sensiblero, en su empeño clasicista de cerrar sus historias con un lazo en forma de reflexiones que hacen el trabajo por el espectador y restan algo de veracidad al conjunto. De poco más se puede culpar a esta cinta, un film estimulante, de precisión clínica y relevancia socio política. Al leer el argumento podríamos pensar que es otra película más sobre periodismo, basada en hechos reales y que quiere convertir en imágenes esas historias que se traspapelaron, pero no, no es así. Tiene una fotografía extraordinaria que incomoda y te traslada a cada momento del film, una banda sonora con las melodías adecuadas a cada instante, y un guión extraordinario perfectamente hilvanado que lo complementa el poderío que le da Streep y Hanks para convertir un drama en un auténtico thriller político inquietante.
DavidFilme
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31 de enero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine y el periodismo camino juntos de la mano. Se puede decir que nacieron juntos, allá por el siglo XIX, y que pueden llegar a morir juntos. Sí, ya sabemos que siempre habrá noticias y portales que las den y que siempre habrá narrativa visual, pero, parece ser que al regusto añejo que da abrir un periódico con la tinta aún fresca y al placer de asistir a una sala oscura donde no eres dueño del mando le quedan más bien poco tiempo; espero equivocarme o no llegar a verlo.

Este nuevo film de Spielberg es, antes que nada, un canto al periodismo de corte clásico; es decir, aquel que busca la profundidad y se rige por la objetividad y los valores supremos de una sociedad moderna y democrática. La verdad y solo la verdad podría ser el lema de la propietaria y del director de inicios de los setenta del que iba a ser el prestigioso diario Washington Post. Y a por ella fueron, sin ambages ni remilgos; costase lo que costase.

Estamos ante una obra en la que el director de “Tiburón” no da signos de fatiga de materiales; es más, a medida que pasan los años, el mejor Spielberg necesita menos de argumentos fantásticos o de aventuras para llegar a grandes cotas de creatividad cinematográfica. El director es el autor total de un film, me gusta pensar, pero en esta ocasión no podemos obviar que la pareja Hanks y Streep son una parte principal de esta obra; ambos están francamente bien. No obstante, lo más importante siempre es la historia que se cuenta; y la que se cuenta aquí, esto es, la publicación de unos documentos reveladores sobre la guerra de Vietnam, jugándose el tipo, es una historia, quizás pequeña pero que merecía ser contada en las mejores manos. Reto conseguido.
Luigi
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2 de febrero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creíble y realista la nueva película del rey midas, una propuesta más que interesante sobre el heroísmo ,lo correcto o incorrecto sobre lo que se dijo y como se actuó en la guerra de Vietnam. El film de Spielberg transcurre con interés según pasan los minutos aún sabiendo lo que va a pasar,en ese sentido algo predecible pero igualmente solvente. Con un buen argumento y buenos actores ( Meryl Streep no es de extrañar que no le falte trabajo ) salen las cosas más que notables.
Sergio cine Julián
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