Stander

Filme interesante, de ladrones de bancos, con mucha acción sobre el suelo de Sudáfrica en tiempos del "Apartheid". El protagonista al principio es policía, en una manifestación mata lamentablemente a un joven negro, esto le crea tal pesar de conciencia que decide joder al sistema dejando la profesión de policía y convirtiéndose en atracador de bancos. Sin duda un tipo muy decidido, contestatario y con carisma, pues incluso siendo un delincuente caía bien a gran parte de la población que seguía sus delitos por los medios de comunicación. Hay un detalle muy bien rodado y lleno de tensión: cuando el protagonista, hombre blanco y rubio, después de varios años del hecho trágico, se introduce en los suburbios de población negra, en busca de la familia del joven al que mató para pedirle perdón.

Buena interpretación del actor Thomas Jane, que ya en su anterior película "Eden" (Israel 2001), dejó más que evidencias de que además de tener un atractivo rostro sabe usarlo y hacerlo encajar en sentimientos y experiencias muy distintas.

No sé cuánto de cierto habrá en la película en cuanto a la historia real, pero lo cierto es que como película es realmente entretenida. El protagonista, además de tener unos principios firmes y a prueba de fuego, es realmente inteligente (diré por qué en el spoiler). Y aunque tiene poca acción, nos damos cuenta de que es totalmente innecesaria en ésta historia, ya que lo realmente importante es el motivo por el que hace lo que hace, y cómo lo lleva a cabo. Ésto último es lo que hace tan llevadera la película, pues el tío tiene bastante ingenio para lograr sus atracos. Primero porque estudia bien las localizaciones donde tiene pensado robar. Segundo porque va disfrazado en sus atracos, pues es tan famoso que en seguida le reconocerían. Y luego, por lo avispado que es, pues sabe cómo piensa la policía y así la esquiva con pericia.

Creo de verdad en los principios que le llevaron a ser así, pero me da la impresión de que luego se dejó seducir por la adrenalina de los atracos y los siguió haciendo por avaricia o por seguir sintiéndose poderoso cuando los atracaba.