Después de la vida

Interesantísimo experimento trilógico dirigido por Lucas Belvaux. Se trata de tres películas interconectadas: una comedia, un thriller y un drama. Los protagonistas de cada una son secundarios en las otras, formando un amplio y complejo universo humano que sólo se conoce en toda su dimensión una vez vistas las tres, si bien cada una tiene autonomía propia (se complementan, pero ninguna es continuación de ninguna)
No es una propuesta apta para espectadores perezosos que lo quieran todo masticado; hay que estar atento para pillar las múltiples conexiones entre las tres historias. Yo me he quedado con ganas de volver a verlas más adelante para captar mejor el complejo entramado que propone Belvaux.

La comedia de equívocos “Una pareja perfecta”, con una todavía muy guapa Ornella Muti, me ha parecido la más flojita; en parte por no ser mi género predilecto, y en parte porque tiene momentos que desconciertan y no se entienden hasta ver toda la trilogía.

El seco thriller “Escapando” habla de terrorismo con humanidad y sin demagogias. Excelente la actuación de Catherine Frot como ex-terrorista reclamada por su oscuro pasado, inusitadamente seria y contenida, cuando normalmente la hemos visto hacer de graciosa.

El drama “Después de la vida” cuenta el descenso a los infiernos de la droga al son de “chabrolianos” violines, y nos regala una impresionante interpretación de Dominique Blanc como drogadicta, en uno de esos agradecidos papeles sufrientes, duros y desgarrados, que le habría valido al menos una nominación al Óscar si la peli fuese americana.