El club de los lectores criminales

Creo que ya está bien de copiarnos de otras películas en todo.
Mil veces hemos visto este tipo de tramas, de lo fácil que es adivinar quien puede ser el asesino, de lo simple que llega a ser el guión.
Interpretaciones de más de uno insípida y floja.
Es cierto que tiene momentos interesantes cuando suceden los asesinatos y entretiene pero no llega al espectador, al menos en mi caso.
Para los amantes del terror/slasher pienso que opinarán lo mismo, que es un copia y pega de otras películas que ya hemos visto cientos de veces.
No sé si se ha querido hacer aposta el parecerse en algunas películas, en especial Scream, pero no, no funciona, lo empeora básicamente porque esta película tendría que tener su propia esencia y la única esencia que hay es que el disfraz del payaso está bien y de cara a Halloween ya sabemos que la gente suele pillarse disfraces de payasos.

El cine español es cada vez más decepcionante. Hasta hace unos años, Netflix estaba produciendo buen cine español, pero con productos tan malos como este, me niego a ver más cine español de Netflix.
Malas actuaciones, argumento manido y tono cutre, tratando de imitar el peor cine americano.
No se puede empatizar con ninguno de los personajes, además de estar mal interpretados, no tienen ningún carisma.
En definitiva, película copia de Scream, con la que no merece perder el tiempo.

Criminal lo que me he tenido que zampar con papas fritas.

Empezaré por hablar de las actuaciones. No hay mucho que decir. El nivel más alto de actuación lo veremos en el youtuber/influencer Hamza Zaidi (el influencer también en la película). Hasta ese punto hemos llegado. Nadie se salva, ni siquiera el payaso asesino con sus intentos de parecerse en algo a Ghostface. Ni la voz en off de la protagonista, cuando intenta darle algo de tensión a la película leyendo los capítulos que el asesino le envía a su móvil (porque son lectores modernos. ¿Libros con portada y papel de verdad? Eso es para los 'boomer'). Cada vez que la oía hablar me decía: "Hija mía, carraspea un poco, enjuágate la boca y quítate el pollo que tienes atravesado", porque mira que es desagradable la tía...

Y luego no hablemos de los personajes en sí. Los motes que les ponen ya dan grima "la tía buena, la prota, el intensito, el zumbao', la niña". Como diría Mauricio Colmenero: "¿Pero esto qué eeeees?". Resumiendo; son un grupito de lo más moderno, garrulos, chonis y uno que va de pijo hasta un nivel que dan ganas de decir "por favor, que alguien le de una pipa a este señor. Ah no... que es un niñato." Y uno se pregunta: "¿De verdad me tengo que creer que esta banda que parecen sacados de mi barrio de quinquis leen algo? Salvo su cuenta de instagram o las notificaciones de su whatsapp. Que sí, que ya lo sé. "Estás siendo muy superficial, las apariencias engañan." Esa historia ya me la sé y es verdad. Pero cuando ves que su vocabulario como máximo llega a "primo, nos están jxdiendo, bro" o a "de aquí nadie se pxto mueve." Pues la verdad... No es el uso habitual de la lengua para alumnos de literatura o lectores habituales de novelas de terror (o novelas en general).

Por no hablar del youtuber... Un youtuber lector con unas estanterías en las que hay... ¿Dos libros? Una película de alumnos de literatura donde la máxima referencia de algún libro es Don Quijote y porque había que sacar la lupa para verlo en una escena en particular. (Ah sí, y hay una estatua también).

Y eso no es lo peor. Lo peor es que ni aún con su nivel de actuación ni garrulismo, ninguno, absolutamente ninguno tiene carisma. Y si alguien está familiarizado en el género slasher, todos sabréis que siempre dan ganas de que maten a todos los personajes, pero siempre existe uno, alguien, que gusta de alguna manera. Pues bien, aquí eso no existe.

Así que dentro de todo este cúmulo de cosas mal hechas (incluso argumentales, las cuales no diré para no destripar nada), lo único positivo que puedo sacar es que es sangrienta. Y por eso... no le he cascado un 1.

La película tiene todos los tópicos del género, tanto argumentalmente con asesino enmascarado, algo del pasado que vuelve, el ir liquidando uno tras otro, el que surjan varios sospechosos y desconfianzas...Visualmente tiene una realización con estilo videoclip, con rótulos, inclusión de pantallas. Es decir que el director, la teoría se la sabe, pero la práctica es otra cosa. La película es aburrida, con diálogos absurdos, personajes estúpidos y llenos de clichés con algunas escenas de vergüenza ajena (la de sexo es sencillamente lamentable) , carente de tensión en todo momento y con unas actuaciones pésimas. Eso si, alguna de las muertes se salva dentro de la mediocridad general.

El club de los lectores criminales (2023) se trata de una película española estrenada directamente a Netflix, dirigida por Marcos Alonso y que se ha colado en el top mundial de películas más vistas dentro de la plataforma. Como veremos en esta crítica, esto no es sinónimo de calidad. La película está basada en una novela de Carlos Miranda, quien a su vez escribe el guion. 

La línea entre el homenaje y el plagio es muy delgada. El Club de los lectores criminales no solo la traspasa, sino que pasa por cuatro carriles más allá. No es solo es que hayan escenas calcadas de Scream (la saga principal a la que plagia), sino que originalmente en la saga inaugurada por Wes Craven aquellas secuencias tenían un sentido coherente, mientras que en la película carecen de cualquier lógica interna. Por poner un ejemplo, podríamos citar el momento de la máscara. La propia película lo admite sin tapujos. Y lo cierto es que un servidor tampoco tendría demasiado reparo si se hubiera hecho como mínimo en términos técnicos de manera decente. No es el caso.

La película es un caos. Un desastre. Los personajes teóricamente estudian en una universidad, pero lo cierto es que el grado de imbecilidad que demuestra tanto su entorno como ellos mismos parecen indicar lo contrario. La película parte de la premisa de un grupo de lectura que se reúne para comentar libros, pero las referencias a la literatura son totalmente nulas (literalmente no se menciona ni un solo libro en toda la película). Por otra parte no se entiende que tipo de nexo hay entre estos personajes, que no solo no tienen pinta de no haber cogido un libro en su vida, sino que además tienen una personalidad totalmente diferente entre sí.

La película intenta apuntalar su "discurso" con ciertos discursos que toman por idiota al espectador. En cierta secuencia, un profesor universitario explica palabra por palabra lo que es una secuela (así, tal cual suena). Es solo un ejemplo de que al ser incapaz de hacer estas referencias o sacarlas a colación mediante otros subterfugios, el guion debe hacer verbalizar mediante estos discursos directos a los personajes. 

¿Por qué no llaman a la policía en ningún momento? ¿Por qué cierto personaje va al encuentro del asesino y no muere? ¿Por qué el fenómeno del payaso parece ser viral cuando nunca se ha hecho referencia a ello? ¿Por qué no hay rastro de los cadáveres o del crimen en ninguna escena? ¿Por qué el guionista es incapaz de prescindir de ciertos personajes que después debe acumular en un body count deprisa y corriendo (hay dos muertes que suceden sin apenas espacio)? ¿Por qué Netflix da proyectos a gente de la ESCAC exclusivamente? ¿Por qué hay que depurar a la película de todo elemento hispano para hacerla pasar por una universidad americana?

Conclusiones

El club de los lectores criminales es quizá el Iceberg de las producciones Netflix. Producciones que se hacen como churros para cumplir cuota y en las que no importa ni el cómo ni el por qué se realizan. Y es una pena, porque teniendo la película presupuesto y unas localizaciones interesantes, el resultado es un desastre.