Marco Antonio y Cleopatra

Antes hice otra crítica sobre un spaguetti-war, aunque en la presente, estamos más ante un intento digno por levantar una obra que requería mucho más fasto y oropel, pero que Heston, trata de levantar sobre la agreste orografía española. Creo que uno de los mayores errores de esta cinta es la elección de Hildegarde Neil para interpretar a un personaje tan particular como Cleopatra. Heston, baqueteado en multitud de producción variopintas, que lo mismo te aterriza en el planeta de los simios, que te pinta la Capila Sixtina, como te monta en cuádrigas, pone todos sus recursos en este histórico personaje, no dando, por lo comentado anteriormente, realismo a la obsesión malsana que surge entre ambos personajes. Con muchos actores españoles en su reparto, desde un Juan Luis Galiardo con faldita, un Sancho Gracia legionario romano y una Carmen Sevilla parca en diálogo, más no en belleza (que se lo digan a la inquieta mano de Heston) y una música maravillosa de John Scott (al que ví en plena forma y emocionado en el Festival de Úbeda, emoción que me contagió), pienso que, desde el cariño del cinéfilo y la capacidad de perdonar errores, se puede ver la película con agrado y añoranza de esos tiempos en que "legiones" de extras, levantaban una película con ganas e ilusión.

"Marco Antonio y Cleopatra" es una adaptación cinematográfica de la obra de Shakespeare decididamente curiosa, aunque ligeramente aburrida. Una adaptación en la que, chirriando un poco, se unen el estilo literario del dramaturgo británico con el estilo visual y de producción, de las coproducciones y del cine internacional de principios de los años 70, con el protagonismo de Heston en cuanto a la dirección, la interpretación -pues es Marco Antonio- y hasta el guión, coescrito con Federico de Urrutia. El rodaje en España (es coproducción británica-suiza-española) se completa con la participación de varios actores españoles que, en mi opinión, están infrautilizados, apenas aparecen unos segundos en la pantalla: Fernando Rey, Juan Luis Galiardo, un Sancho Gracia anterior a "Los camioneros"...y Carmen Sevilla. Hildegard Neil hace lo que puede para desprender magnetismo y carisma a raudales, y quizá es precisamente la visibilidad de ese esfuerzo la que estropea su papel. El semidesnudo de Heston es la marca de la casa Heston, ¿quién le iba a decir a Heston que no lo hiciera, si además de ser el protagonista era el director y el co-guionista? Por no faltar, no falta ni Augusto Algueró en el apartado musical.

Peplum históricamente correcto pero que sabe a poco, escrito para lucimiento de su protagonista y director, Charlton Heston. El guión queda flojillo, con toda la chicha que se le podía haber sacado a la relación de Marco Antonio y Cleopatra, o la de Marco Antonio y César Augusto (Octavio). Sólo al final con unos monólogos de Heston se pretende dar una profundidad de la que carece toda la película, pero ya es demasiado tarde. El punto trágico a lo Romeo y Julieta tampoco convence ya a esas alturas, aunque sea un hecho históricamente documentado.

Carmen Sevilla y Juan Luis Galiardo tienen un par de frases cada uno. Están ahí para hacer bonito. Fernando Rey sí tiene un papel secundario más decente. Pero el 90% del tiempo el tipo que está en pantalla es... ¿adivinan? CHARLTON HESTON.

La próxima vez que quiera disfrutar de una tragedia clásica, releeré a Sófocles. Será más productivo.

Más allá del argumento épico histórico y el trascendente basamento de la obra de Shakspeare, me parece una película grandiosa, para volverla a ver. Las imagenes y el despliegue escénico son imponentes. Ideal para quien disfruta de la historia y de los diálogos y vestimentas romanas.

Veo por curiosidad, en la tele, esta película que no vi en su estreno y me viene a la cabeza algo que me ha ocurrido con otros tantos bodrios: cómo, a un tercio del rodaje, productor y director no pensaron: ¿vale la pena seguir con esto?
Como estaba implicado Charlton, como intérprete, co-gionista y director no lo hizo, porque es difícil reconocer los propios errores.
Lenta, aburrida, deshilachada, mal interpretada. La pobre Carmen Sevilla da pena, le hacen hablar poco para que no meta el cuezo.
La vi comò experiencia masoquista pero no lo repetiré jamás.