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In Your Eyes

Fantástico. Romance Dos personas alejadas geográficamente, se encuentran en realidad más conectadas de lo que nunca pudieron imaginar. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
23 de abril de 2014
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joss Whedon está que no para, entre Los Vengadores y el universo Marvel cinematográfico, la serie Agents of S.H.I.E.L.D., su film en pequeño formato Much Ado About Nothing, y vete a saber que más cosas tiene entre manos, nos llega este sencillo film llamado In Your Eyes, el cual escribe y produce mientras que la dirección cae a manos de un prácticamente desconocido Brin Hill. Whedon anunció en el Tribeca Film Festival que In Your Eyes estaría disponible en streaming al terminar su presentación y por periodo de 72 horas, tal y como os dije ayer. El film se puede ver a través del servicio VOD de Vimeo por el módico precio de 5 dólares, que al cambio vienen a ser unos 3,60 euros, y ya os digo que merece sobradamente la pena, a pesar de que el servicio de Vimeo tiene mucho que mejorar.

In Your Eyes empieza con una sutil escena en sus títulos de crédito, que vimos ayer, en la que nos pone en poco tiempo en situación. Un niño y una niña en dos lugares completamente distintos se verán conectados entre ellos cuando la niña, que está en la nieve con un trineo, pierda el control de este y tenga un accidente. El niño, que está en una clase, sentirá como la chica se lanza y se acaba estrellando contra un árbol, viviendo la experiencia como si le estuviera pasando a él.

Una pequeña escena con la que nos queda bien claro lo que puede suceder entre los personajes. Y entonces avanzamos hasta la actualidad, con nuestros protagonistas, Rebecca y Dylan, ya mayores y viviendo sus respectivas vidas, que son muy distintas la una de la otra. Dylan es un pobre diablo de buen corazón que acaba de salir de prisión por robo y está con la condicional. Sobrevive en su caravana con un trabajo de limpia coches. Ella parece todo lo contrario, tiene una vida a la que parece no faltar de nada, casada con un médico de reconocido prestigio. Ninguno de los dos parece ser feliz, como si sintieran que les falta algo, y esa conexión que tuvieron de niños aun perdura a día de hoy en determinadas ocasiones.

No quiero entrar en más detalles de la trama, creo que es mejor que lo descubráis por vosotros mismos, y veréis como In Your Eyes es una deliciosa comedia romántica con tintes fantásticos que es muy capaz de emocionar y de conmover a medida que vamos viendo como los dos protagonistas se van haciendo cada vez más y más íntimos. Whedon firma un guión sencillo al que sabe sacarle mucho provecho en una historia que en ningún momento cae en la cursileria, y Hill dirige con notable sobriedad en una película prácticamente con dos personajes que están en pantalla solos mucho rato.

Los dos protagonistas no son muy conocidos, pero realizan un gran trabajo ambos. A Michael Stahl-David lo hemos visto en Cloverfield y de secundario en alguna serie de televisión como Person of Interest. Su personaje es un buen chico que las circunstancias han acabado llevando al crimen, y que seguramente hubiera vuelto a caer si no fuera por Rebecca. A Zoe Kazan la hemos visto en otra gran comedia romántica como es Ruby Sparks, y le sienta fenomenal el papel de niña mona de grandes ojazos azules. Su personaje es inocente y tiene unas ganas locas de vivir y de sentir.

In Your Eyes es una pequeña gran película, es graciosa, tiene unos buenos diálogos y es inevitable no enamorarse de sus dos idílicos protagonistas destinados a encontrarse de una manera u otra. Es una de esas sorpresas que no te esperas que de vez en cuando te da el cine.

http://www.masalladeorion.net
dragon negro
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15 de marzo de 2015
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para la gran mayoría, Joss Whedon es un director taquillero. Con 25 años de trayectoria, este director, guionista y productor hizo escuela creando y dirigiendo importantes series de televisión, como “Buffy, la Cazavampiros” y “Firefly”. En los últimos años, la ciencia ficción y los cómics (su pasión) han marcado su trabajo, dirigiendo “Serenity” (2005), “The Avengers” (2012), “Avengers. Age Of Ultron” (2015) y la exitosa serie “The Agents Of S.H.I.E.L.D.”. Pero pocos saben de la productora independiente que tiene junto a su esposa, Bellwether Pictures, con la que realizó “Much Ado About Nothing” el 2012, y estrenando el año recién pasado su segundo título, “In Your Eyes”, un filme intimista y revelador.

En esta oportunidad, Whedon sólo está detrás del guion y la producción, dejando la dirección a Brin Hill (“Ball Don’t Lie”). “In Your Eyes” es presentada como un drama romántico metafísico sobre dos personas que no se conocen, que viven a kilómetros de distancia el uno del otro y de realidades muy distintas, pero que están conectados de manera inexplicable, llevando su relación al límite de lo posible.

El sub género del drama romántico de ciencia ficción siempre ha sido muy explorado por el cine independiente, con grandes resultados en algunos casos (“Safety Not Guaranteed”, “I Origins”) y en otros no tanto (“The Time Traveler’s Wife”, “Perfect Sense”). En esta ocasión estamos frente a un filme que, si bien no podrá ser considerado como elemental entre sus pares, consigue con muy poco un resultado redondo, principalmente por un guion muy bien construido, grandes actuaciones y una ambientación que se convierte en un protagonista más, dándole el matiz que la historia va solicitando.

Dylan (Michael Stahl-David) es un ex presidiario, vive en Nuevo México bajo libertad vigilada y se gana la vida lavando autos. Rebecca (Zoe Kazan) vive en New Hampshire junto a su marido médico sin mayores preocupaciones. Nada tienen en común, sin embargo, el universo se encargó de conectarlos desde el primer día de sus vidas. Así, somos testigos de vivencias sufridas por uno y sentidas también por el otro, física y emocionalmente, a lo largo de las distintas etapas de sus vidas, sin explicación para ambos, asumidos como un natural y circunstancial problema de salud. La cinta toma un nuevo camino cuando, de manera espontánea, sus sensaciones traspasan lo sensorial y sus cuerpos son capaces también de oírse, interactuar hablando y poder mirar a través de los ojos del otro.

De aquí en más, la relación entre ambos se desarrolla a niveles hipersensoriales, emulando casi lo que les sucede a los hermanos gemelos, en este caso, almas gemelas. Una metáfora del amor y el camino que dos corazones deben recorrer hasta sentirse vacíos con la ausencia del otro, con la diferencia de no conocerse personalmente, aunque poco es lo que importa. Whedon nos cuenta la historia llevándola de manera creciente, alcanzando grandes momentos que marcan a los personajes; Hill pone su parte manejando su desarrollo sin caer en falsas apologías (a pesar de la ficción intrínseca de la historia); y la pareja de protagonistas se roban la pantalla, con interpretaciones sobrias, sin ningún tipo de excesos y, por sobre todo, reveladoras, llevando a la pantalla una relación de amor/amistad profunda y sincera, con actuaciones que les exigieron trabajar solos y de manera aislada el uno del otro frente a la cámara.

Si bien la cinta tiene ciertos momentos que caen en la obviedad, la sobre explicación y en relativa previsibilidad, no opaca el acierto de una película que, a pesar de su pausado ritmo, consigue robarnos la atención y el interés por conocer el desenlace de esta relación. Gran acierto resulta también su fotografía y el uso de colores y tonalidades, siendo el amarillo para las áridas y pueblerinas escenas de Dylan, y el azul para la acomodada vida urbana de Rebecca, haciendo más extensa la diferencia entre ellos.

La banda sonora de Tony Morales y los sonidos de Iron & Wine y The Lumineers, entre otros, terminan por convertir a “In Your Eyes” en una cinta tan real como fantástica, con reconocibles trazos independientes, que no marca un antes y un después en el género, pero que consigue su objetivo con creces: entretener y hasta emocionar, escribiendo un capítulo arriesgado, inteligente y de dócil lectura entre las cintas románticas de la nueva década. Imprescindible para fanáticos/as del género.


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www.elotrocine.cl
Wladimyr Valdivia
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20 de octubre de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creencia espiritual que no enamora.

Es muy inconexa, desvinculada del apasionamiento; busca el romanticismo de una manera bonita, delicada y hermosa pero destartalada, dulce y animosa pero fuera de todo orden y encaje novelero que despierte entusiasmo, energía o delirio.
Son simpáticos, encantadores, caen bien, viven ese cliché de desdicha que anticipa la ilusionada felicidad merecida, pero es tan poco coherente su engranaje y elaboración, dentro de la fantasía base que les conecta, que no acaba de funcionar como mediador de la magia romántica que te haga creer en ellos, seguir su historia con esperanza y desconsuelo y sufrir por su ansiosa unión, de perfección designada.
El tema no es original ni nuevo, Sandra Bullock y Keanu Revees ya se comunicaban a distancia, aunque éstos eran más estables, utilizaban el correo y la carta escrita a mano, más personal e íntima, enviada a distancia temporal; en esta ocasión, Brin Hill plantea, en tonos de ambientación natural y espontánea, dos personajes extremos en su antagonismo posicional, que sorprendentemente dialogan con la facilidad mental de decir hola y adiós, cual telefonía móvil pensante que sólo tiene que desearlo para que funcione, primer error de desconexión para con ellos, a pesar de contar con verdadera empatía entre Zoe Kazan y Michael Stahl-David delante de la cámara.
Tras esa imprevista unión telepática emocional, se pasa a una rutina de conversaciones entre dos amigos de toda la vida que comparten su adversidad, intimidad y prosperidad, aunque se supone la vivieron juntos en alternancia, pues llevan en unión mística desde pequeños, sin saberlo con certeza, pero creyéndolo intuitivamente.
Y a partir de ahí, una vez descubiertas las cartas, método y sensaciones compartidas, el sentimiento es de debilidad argumental, de pobreza imaginativa, de escisión amorosa, pues no basta con dos personajes alejados, destinados a estar juntos, no basta con complicaciones y dudas personales sobre lo vivido, no basta con la lucha de superar los problemas cual intrincado Romeo y Julieta; falta el espíritu, la ilusión, la inquietud, la emoción, la creencia, el desgarro sufridor, el combate parejo y la alegría conclusiva, sólo con buenas intenciones, de escasa efectividad, no es suficiente.
La escoges por los favorables comentarios escritos hacia ella, por el apetecible tráiler visionado, aunque eres consciente de que hay amiguismo en esto de escribir las reseñas y que el tráiler no deja de ser un montaje publicitario para vender un producto; aún así confías y acudes a ella, por la querencia de una historia de amor que inspire y valga la pena, obteniendo un relato de buenos propósitos, de cándida alma, de predestinación mística que no alza el vuelo, se queda a rasante nivel del suelo pues, dentro de la invención creativa, ésta debe seducir, ensimismar y embellecer al nutrir a un corazón hambriento, y únicamente logra aderezar los entrantes, dejando con hambre el resto.
Sin arrepentimiento de verla es excesivamente inocente, candorosa e inofensiva, sin garra, furia, lejos de llegar a producir calor o admiración por ella, tibieza negativa especialmente si acudes con la suposición leía de que será grato, increíble y fantástico el convite; puede que, desde la nada de quien se la encuentra sin información previa, suba enteros pero, no pasa de ser cine de sobremesa de domingo, echa para engatusar cálidamente sin mucha materia.
“In your eyes”, en tus ojos, aunque no es verdad, y ese es su gran fallo, que tu mirada en ningún momento queda embelesada por esa romántica pareja, a la que te unes en su posibilidad de alcance de la dicha eterna.
Juega a intentarlo, eso es todo.
Modesta producción, de tierna fantasía, que pretende ofrecer fe en esa irrealidad que todo lo puede, al tiempo que espera aparezca tu considerada sonrisa; depende del nivel de tus exigencias, dicha mueca labial te será válida o nimia.

Lo mejor; pretende vender que ninguna montaña es lo bastante alta para alejarles.
Lo peor; su encuentro no compensa el esfuerzo de subir la montaña.

lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
lourdes lulu lou
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8 de julio de 2015
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es otra típica película romántica, además tiene toques de fantasía y ficción. Es increíble como Joss Whedon (responsables de muchos éxitos comerciales como Avengers) cambia su estilo y produce este film de corte independiente, que va a un selecto público, la intención se ve cuando nunca se estrenó en cine y solo se subió al internet.

In your eyes es una magnífica película, protagonizada por una pareja simpática como Zoe Kazan y Michael Stahl-David.
La Mente Maestra
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4 de abril de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que no hay nada casual en que una mayoría de comedias románticas, desde principios de siglo, se hayan apoyado en planteamientos casi o totalmente fantásticos.
El modelo de siempre huele a rancio, y pocas veces nos van a convencer ya de que el amor verdadero existe: más vale buscarlo fuera de lo común, todavía anclado a la realidad para que sea posible su existencia, pero con la suficiente dosis de fantasía para que no se arruine el buen entretenimiento.

'In your Eyes' es justo eso y no pretende ser otra cosa, nada más que una progresiva conexión entre dos personas que, vaya una casualidad, acabarán descubriendo que se aman.
Pero su logro va por la modesta, apenas subrayada, singularidad de lo que les pone en contacto, y la detallista personalidad de sus protagonistas, que no para de crecer entre naturales diálogos y convenientes silencios.

Dylan descubrió muy joven que, en otra parte del mundo, sentía el choque de trineo de alguien, mientras Becky se golpeaba contra un árbol.
Años después, ambos han crecido de acuerdo a sus entornos, perfectamente encajonados y limitados, sin aspirar nada más porque nadie les ha enseñado a ello.
Dylan malvive en libertad condicional, buscando una salida que nunca se le aparece, mientras que Becky está literalmente encarcelada en la prisión de expectativas y negocios de su dominante marido.

Que ambos puedan percibirse mutuamente a través de los sentidos del otro no tiene nada de particular: no es fruto de ningún experimento, ni el fantasma de una vida pasada, ni están separados en el tiempo.
Podría pensarse que ese carácter "modesto" de su poder debilitaría la historia y su capacidad para interesarnos... pero es justo lo contrario, porque la única liberación que ellos necesitan es sentir que otra persona, por primera vez, les escucha sin juzgarlos.
Becky es la salida de Dylan y Dylan la liberación de Becky, por mucho que solo hablen sin parar y apenas se hayan tocado: a veces solo hace falta eso, para cambiar todo lo demás.

Es triste ver como su entorno les trata de locos y desequilibrados, cuando se ve que, por mucha locura que haya en su relación, de fondo permanece algo especial que apenas puede fingirse o disimularse.
Y la escena más bonita les tiene a ellos, desnudando sus inquietudes y jugando a reconocerse en el espejo, como si estuvieran recuperando en un momento toda la felicidad que se les robó desde su primer contacto.

Sorpresa no hay: al final, vaya qué casualidad, se enamoran.
Pero las maneras y la sensibilidad de ver esa magia pasar son las que marcan la diferencia.
Charles
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