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The Case of the Three Sided Dream

Documental La historia del multiinstrumentista Rahsaan Roland Kirk; que pasó de ser un bebé ciego a ser un niño prodigio, un visionario adulto, un activista político y finalmente un showman paralizado. Una fuerza musical aparentemente sobrehumana que jugó literalmente hasta el día de su muerte.
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Críticas ordenadas por utilidad
17 de abril de 2018
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No deja de sorprenderme el azar que ha querido que en un mismo día termine de leer Instrumental, de James Rhodes, y tenga la oportunidad de asistir a una única proyección de un documental difícil de ver en las carteleras, The case of the three sided dream (ópera prima de Adam Kahan, sobre el multisaxofonista Radesh Roland Kirk).
Sin contacto entre sí, son obras paralelas: ambas cuentan (el libro en primera persona, la película a través del relato coral de los entrevistados y las grabaciones televisivas de archivo) la historia de un niño (blanco en el libro, negro en el documental) que ve su infancia marcada por un hecho crucial: los llamados abusos sexuales ("¿Por qué no lo llaman violación?", se pregunta el autor) y la ceguera (provocada por una enfermera inexperta, en el fondo probable efecto de la precariedad de los hospitales para negros de la América de los 60).
Sus biografías, bien diferentes, coinciden en construirse en la interpretación musical un territorio que habitar (piano clásico, saxo jazz). La manera en que cada uno, a su manera, alcanza el éxito, el reconocimiento y el equilibrio personal tiene, por supuesto, gran interés. Pero aún más destacable me parece la manera en que ambos hacen de la música una causa social. Aunque nos parezca increíble, en los 70 Radesh tuvo que jugársela para llevar el movimiento norteamericano de los derechos civiles a la televisión, hasta lograr que la "música clásica negra", como prefería llamar al Jazz, conquistara allí un espacio antes de que decenas de genios negros de la música murieran sin que quedara siquiera una filmación, en una época en que ya se registraba casi de todo. 30 años después, Rhodes se ve luchando contra la industria discográfica por salvar la música clásica del esnobismo minoritario al que su tradicional elitismo acabaría por marginarla.
No os perdáis el libro, espero que tengáis la suerte de encontrar la película.
HenrikHVH
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