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Esperando la carroza 2: Se acabó la fiesta

Comedia Nora y Antonio Musicardi, hacen una gran fiesta para festejar su aniversario de casados. Invitan a los mas encumbrados personajes de la sociedad Argentina, los políticos mas importantes, sindicalistas, periodistas, artistas y deportistas, toda la fauna mediática del país. Y también a su familia... que de una manera u otra se encargaran de arruinarle la fiesta. En una misma familia, se encuentran las realidades contrapuestas de aquellos ... [+]
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Críticas 7
Críticas ordenadas por utilidad
20 de marzo de 2010
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Esperando la carroza" era originalmente una obra de teatro, escrita por Jacobo Langsner que -a mediados de los ochenta- Alejandro Doria convirtió en una película que terminó consagrándose en el gusto popular como un clásico. Durante dos décadas se pensó en realizar una segunda parte, lo que finalmente se concreta ahora, aunque mucho más desprolijamente en “Esperando la carroza 2”, que tiene en común con la primera, el libreto escrito por el mismo guionista, pero no convoca a todos los actores del elenco original ni al mismo director.
Así se siente en primer término la ausencia de un cineasta experimentado como Doria, para una puesta en escena donde además falta el personaje fundamental de Mamá Cora. Para la recreación de este otro episodio en la tragicómica vida de la familia Musicardi no se cuenta tampoco con China Zorrilla. Entre las incorporaciones se integra a un eficiente Roberto Carnaghi para el rol que interpretaba el desaparecido Julio de Grazia. Los jóvenes que representan a la nueva generación son “Rulo” y una jovencita provocativa “Martita”, como la nieta de Tenuta e hija de Andrea que ya no tiene edad para Lolita.
(Lo fundamental va en el spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
rouse cairos
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4 de abril de 2010
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre me pregunté si existiría película más estúpida y poco inteligente que “Meteorman”, primera mala experiencia frente a la pantalla. El tiempo, ese tirano dirá Borges, me demostró que en la vida puede aparecer lo impensable. Una película argentina venía a rebelar una incertidumbre: “Bañero III”, continuación poco esperada de aquellas películas de la década de los 80 que al menos sacaban una buena sonrisa, aparecía en los anaqueles de la idiotez, sin argumentos, llena de chabacanerías, de chistes fáciles que imagino no habrán necesitado de un gran guionista dado el facilismo de los diálogos y de la poca inteligencia en la estructura de la película.

Este tipo de película, apurada para recuperar lo gastado, con propagandas alentadoras que promueven la convocatoria, record de espectadores, anécdotas de momentos que pretenden ser únicos en la historia del cine argentino, en el que la risa por la risa es la columna que sostiene el film, se repite en esta continuación de la película de Doria en la que Antonio Gasalla haciendo de ese personaje que ha quedado en la memoria colectiva argentina, hacía gala de su humor que toma de la idiosincrasia argenta, lo bueno que podemos ser los argentinos y lo hijo de puta o corrupto (representación imaginaria sobre los argentinos que recorre el mundo).

Esta segunda parte ya de por sí no cuenta ni con el gran Doria (fallecido en 2009) ni con el personaje de Gasalla. Pero sí del resto de los personajes que conformaban la primera parte, transcurrido un tiempo, ya más viejos, en la actualidad, pero con las mismas mañas.
La película no tiene un hilo conductor, está plagada de errores, de baches, de insomnio narrativo, de poca novedad, de mucho micrófono asomándose, de personajes gastados…en fin, me parece un insulto al espectador, que paga su entrada para recibir un film hecho por un antecedente que sí funcionó en su época, y que por el sólo hecho de este antecedente pretende colarse.

Parece que en la Argentina (y no sólo aquí) vamos tener que ir acostumbrándonos a estos nuevos capítulos de películas ochentosas.
solter
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1 de noviembre de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desgraciadamente se realiza una segunda parte y como ocurre en la mayoría de los casos no esta a la altura de la primera. Esperando la carroza se transformo en un clásico del cine argentino, es una película de culto y al hacer una segunda parte a pedido del público no se estuvo a la altura de la circunstancia y deja mucho que desear. Si bien hay actores que no pudieron estar por haber fallecido debo reconocer que aquellos que se negaron a grabar hicieron lo correcto. Desgraciadamente a esta película la denomino vandalismo cinematográfico, si el que daña un monumento histórico tiene una pena aquellos que dañen una película como esperando la carroza también.
Se dejaron llevar por la gente que pedía una continuación y pensando en el éxito de una película a pedido del público no observaron que estaban matando un clásico.

MUY FLOJA, si bien nos roba alguna que otra sonrisa (por ejemplo cuando se ven los micrófonos) DEJA MUCHO QUE DESEAR.
Jhonpol
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28 de diciembre de 2019
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Me cuesta mucho entender ésta película, no que parte del elenco haya aceptado estar en ella, ya que en Argentina a los actores nunca les sobra, tampoco que la dirección fuera espantosa, igual la original no era una obra maestra en ese sentido ni mucho menos, pero iba a tono con el guión, lo peor y más innentendible es que el guión sea tan malo cuando lo escribe el mismo autor que la obra original. No entiendo qué le pasó a Jacobo Lagsner, como pudo cagarse de esta manera en todo lo que era gracioso, corrosivo, hilarante, acá es opaco, incluso melodramático, las intrigas, tejes y manejes parecen más las de un culebrón que las de un grotesco. De paso insulsa ya desde la premisa, porque todo lo que en la primera canalizaba un hecho que daba mucho juego como la desaparición y la supuesta muerte de la matriarca, acá es solo un encuentro familia para un asado o barbacoa que organiza Antonio, por ende todo lo que daba una situación como es el hecho de que alguien de la familia aparezca "muerta", se organice un velorio, etc, a que solo sea una reunión familiar, no genera nada, no tiene ni ahí los mismos resortes.
Sumado a eso que falta un personaje clave de la original como Elvira, y el resto están opacos, salvo Antonio y sobre todo gracias a la interpretación de Bradoni es el único que saca a flote su personaje, porque el resto tanto por los parlamentos, como por la dirección, no pegan una y quedan en total desventaja con respecto a lo que habían hecho en la original, ni hablar de los personajes que nuevos que además de no aportar nada, los interpretan vedettes que está más por tener alguna relación con los productores, que por otra cosa.
Manuel
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11 de noviembre de 2020
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En esta ocasión se aplica a la perfección este viejo y conocido refrán, a mi parecer creo que jamás debieron de haber tocado un clásico como Esperando la carroza para una secuela. Ahora bien en lo personal la película no es un bodrio total es un filme aceptable que tiene sus momentos buenos y malos; uno de los aciertos es que conto con la mayoría de los actores de la original pero obviamente se siente la ausencia de China Zorrilla, Antonio Gasalla, Darío Grandinetti y Julio de Grazia. En lo personal creo que no debieron poner ese titulo pues la historia no tiene nada que ver con la original de 1985; si se hubieran centrado en armar una trama mas elaborada con los personajes clásicos y no solo concentrarse en esperar superar el éxito de la primera creo que habrían logrado algo digno, de calidad y de buen nivel...incluso pudieron haber creado un nuevo clásico de los años 2000.
Jesús
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