Haz click aquí para copiar la URL

Bienvenido a Los Ángeles (Welcome to L.A.)

Drama Cuando un joven compositor de música rock regresa a Los Ángeles, descubre que un álbum con sus canciones va a ser grabado por un famoso cantante. Herido en su orgullo, entra en una espiral de dinero fácil, coches rápidos y mujeres ardientes. Alan Rudolph fue ayudante de dirección de Robert Altman. (FILMAFFINITY)
Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
3 de mayo de 2024
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es a mitad de la década de los años ochenta cuando Alan Rudolph irrumpe en el panorama cinematográfico a nivel mundial. Su notable película, “Elígeme”, se convierte en un éxito importante, en todo un icono de la época, tanto de crítica como de público, aunque corresponda al cine independiente. En España la (mediocre) versión doblada no da tan buenos resultados como su versión original, que supera, por ejemplo en Madrid, el año continuado en la cartelera. Le siguen “Inquietudes” y “Los modernos”, que aunque no lleguen al bombazo de “Elígeme”, hacen de Rudolph un director imprescindible. De hecho es en 1988 cuando, aunque tarde, se recuperan, siempre en versión original, “Bienvenido a Los Ángeles (Welcome to L. A.)” y “Recuerda mi nombre”. El alumno protegido y aventajado de Robert Altman alcanzaba así su máximo reconocimiento.

Luego, tras un par de traspiés con “Hecho en el cielo” y “Amor perseguido” (que haría falta pormenorizar aparte las razones) rueda varios films, como por ejemplo “Pensamientos mortales”, un buen thriller que incomprensiblemente fue maltratado por parte de la crítica e ignorada por el público y “Afterglow”, una lograda vuelta a su estilo. Pero paulatinamente su rastro se va perdiendo y en la actualidad, en 2024, a sus ochenta años, su carrera como director parece terminada, no así su trayectoria como pintor. Todo un personaje y un buscavidas, representante del cine de autor alejado del Hollywood más comercial.

Los más jóvenes (o los más ignorantes) pueden desconocer la importancia de su carrera, mucho más en un mundo cada vez más absorbente donde imperan las multinacionales y en la que se ha implantado una manera de contar más convencional, pero Rudolph ha sido uno de esos directores fundamentales en la libertad de pensamiento y en la creatividad, que hoy día casi “no se estila”.

En “Bienvenido a Los Ángeles (Welcome to L. A.)” tenemos la oportunidad de asistir a los primeros pasos, lo que se podría considerar un esbozo, de lo que posteriormente su cine más personal acabaría siendo y donde se ve la influencia de Robert Altman, incluso Rudolph podría haber “inspirado” también a su maestro en una estupenda interrelación que ambos mantuvieron hasta el fallecimiento de Altman en 2006. Los ingredientes más característicos de Altman se reflejan aquí con algunos aciertos, como por ejemplo la dirección de un puñado de actores estupendos en papeles en los que se ven que están cómodos, teniendo cada uno su momento de poder transmitir cómo son. Todos están muy acertados, especialmente Keith Carradine (que acababa de ganar el Oscar por “It´s Easy” como mejor canción, el único premio de la Academia que se llevó la enorme “Nashville” y que se convertiría en actor fetiche de Rudolph), Geraldine Chaplin, absolutamente maravillosa en uno de sus mejores y más difíciles papeles, y Harvey Keitel, más comedido de lo acostumbrado. Pero todos, insisto, su reparto al completo, están fenomenal, incluyendo a la memorable Sissy Spacek, que en su papel secundario, encandiló a Altman y le brindó al año siguiente un papelón en la magnífica “Tres mujeres”.

Ese pulular de personajes, de seres que se entrecruzan, faltos de amor, con sus virtudes y sus defectos, incluso con “mutaciones” o cambios de identidad, percibimos que son personas “dolidas” en una gran ciudad, que buscan su sitio, es otra de las constantes de Rudolph. Esas luces, sobre todo neones, que se conjugan con habilidad con la banda sonora (siempre la banda sonora en los films de Rudolph son vitales, sobre todo con el maestro Mark Isham, que nunca recibió el Oscar para mayor deshonra de la Academia) es de lo más logrado de la película, aunque su factura técnica, con el paso del tiempo revele ciertas imperfecciones, al haber contado con un presupuesto no muy abultado, aunque no lo pudiera parecer con semejante reparto de lujo.

Se da preferencia a sus diálogos, sean en un mismo entorno o a través de conversaciones telefónicas, que eso es algo que también en el cine de Rudolph se repetirá con mucha destreza.
Cine al que le envuelve la nostalgia y la reflexión, de visión casi obligada para los cinéfilos (digo casi obligada porque no me gustar imponer nada a nadie) pero fundamental para comprender la progresión del camino de Rudolph.

Película que aporta más de lo que parece, curiosa en muchos aspectos y que sigue un patrón que hoy día pocos autores se atreverían a seguir, entre otras razones porque ya casi no quedan autores, lo que que queda en la mayoría de los casos son realizadores, algo muy diferente, y vulgarizaría la propuesta que necesitaría, ante todo, personalidad y la habilidad de dirigir a un gran elenco.
Maggie Smee
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3 de noviembre de 2014
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque uno pueda atisbar en esta película de Alan Rudolph signos de alguna clase de talento, ése que en obras posteriores nos ha hecho valorarle como se merece cuando pulsa las teclas adecuadas, resulta indiscutible que no es el caso que nos ocupa. Tenía ganas de ver “Bienvenido a Los Ángeles”, que se me había quedado en el tintero por unas u otras razones, pero al poco de sumergirme en su trama, es un decir, empecé a experimentar algo similar al aburrimiento y la decepción.

Una sensación que, lejos de disminuir, se iba acrecentando a medida que avanzaba este cúmulo de despropósitos más o menos disfrazado de esa atmósfera “rudolphiana” que naufraga por carecer de un guión sólido que la sustente. Y es que a pesar de contar con una serie de actores muy interesantes y con un Keith Carradine como protagonista que tanto juego le iba a dar al director en futuras propuestas, el conjunto es tan errático e insustancial que no logra mantener la atención más allá de la pura anécdota.

Lo que se trata de contar aquí, me parece entender, son las vicisitudes de un músico que llega a Los Ángeles en busca de fortuna y acaba viéndose envuelto en situaciones bastante surrealistas. Ya digo que eso es lo que me parece extraer de la película porque se narra de un modo tan anodino que resulta arduo discernir mucho más.

Este episodio central, el del músico en busca de oportunidades, se cruza con otros muy del gusto de Rudolph, pero que si en posteriores guiones le funcionan con más empaque, en éste hacen aguas por todas partes y provocan el más tedioso aburrimiento. Fallida película, en resumen, que habría que sumar a otras que tampoco le han salido a este desigual realizador.
J C
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow