12 horas

No es que se trate de una obra de arte ni muchísimo menos pero me sorprende encontrar tantas críticas negativas sobre una película que en lineas generales me parece mas que aceptable. Se trata de la historia de una chica que en el pasado fue secuestrada y logró escapar, ahora piensa que su secuestrador ha regresado para llevarse a su hermana. A todas estas la policía no le cree su historia y hasta el final no sabremos si es verdadera o tan sólo el producto de su imaginación.

Me encanta el genero del suspenso y puedo asegurarles que "Sin rastro" cumple con mis expectativas, una cinta que te mantiene a la expectativa de principio a fin con la bella Amanda Seyfried como protagonista y con un gran final merece una buena calificación de mi parte. No le doy mayor nota porque en realidad hay situaciones que resultan poco creíbles que paso a describir en el spoiler.

De entrada diré que no tengo nada en contra de Amanda Seyfried, es guapa, buena actriz sin llegar a elogios y tiene una preciosa voz. Pero por alguna razón no para de encadenar en su curriculum una mala película tras otra y claro, los resultados ahí están: negro sobre blanco. Y es que esta chica tiene un asombroso y poco usual don para elegir los peores guiones. O eso, o es que su agente la odia a muerte.

Tras ser una niña rica y mimada que se enamora del sexy Justin Tinberlake en "In Time" ahora interpreta el papel de Jill, una joven traumatizada que cree que su hermana ha sido secuestrada por un psicópata.

Jill no olvida la noche que un extraño entró furtivamente en su casa y la atacó violentamente. Desde entonces convive con el constante temor de que ese hombre algún día vuelva a por ella. Ahora vive con su inteligente y responsable hermana Molly, trabaja de camarera en el turno de noche y todo parece ir más o menos bien, hasta que una noche Molly desaparece. Jill vuelve de trabajar y encuentra la cama de su hermana deshecha, toda su ropa sigue en los cajones, no ha dejado ninguna nota, no contesta al móvil y no está con su novio. Para Jill las piezas encajan a la perfección: es él. Volvió por ella y, al no encontrarla raptó a su hermana. La policia se muestra algo más que esceptica al respecto: no había signos de lucha, nadie forzó la cerradura, ni siquiera hubo nunca pruebas concluyentes de que Jill hubiera sido atacada en el pasado. Salvo quizás en su mente...Jill no se rinde y decide encontrar a Molly por su cuenta.

Seamos sinceros: este argumento más que de una película como Dios manda parece típico de un mal telefilm que antena 3 incluye en su parrilla sabado sí y sabado también, ¿verdad? Pues no solo lo parece, sino que lo es. Unos actores prácticamente desconocidos (salvo Amanda Seyfried) pululan por la pantalla como moscas que no saben qué dirección tomar, recitando sus diálogos como niños con su lección aprendida. Y no es de extrañar teniendo en cuenta que el guión está repleto de lagunas y momentos inverosímiles a más no poder. Este es el resultado de apoyar un ya de por si pésimo guión sobre los hombros de unos actores inexpertos que parecen lanzarse constantemente miradas, como preguntándose unos a otros "¿Y ahora que hago?".

Al ver esta película una humilde servidora se preguntó dos cosas. Una: si alguien habría cobrado algo por escribir el guión, y dos: si la señorita Seyfried no haría bien en replantearse contratar otro agente.

Esta película es un thriller psicológico que paso sin pena ni gloria por las salas de los cines y de igual forma transita por el recuerdo de los espectadores. Cuando digo sin pena ni gloria me refiero a que la historia no es mala pero podría estar contada de mejor forma, es decir, de un modo más misterioso y no tan liso de que desde un primer momento la protagonista sepa quién es el captor de su hermana.
Lo mejor del film es Amanda Seyfried, una actriz que personalmente me gusta mucho y le veo un buen potencial a futuro.
Lo peor es el personaje que interpreta Wes Bentley, totalmente terciario y sin peso en la historia que queda descolgado del film y no aporta nada al mismo. ¿Donde quedo el prometedor joven de American Beauty?

Heitor Dhalia, director brasileño, debuta en el panorama americano (en Brasil ya dirigió tres películas más), con “Sin rastro (gone)”. Una película de suspense, con una protagonista ignorada, y que deberá de buscarse sus habichuelas.

No creo que sea la mejor semana para salir a las salas españolas, ya que a la estrenada a la par y deseadísima “Prometheus”, hay que añadir el estreno de hace dos semana, la tremenda “El caballero oscuro: La leyenda renace”, y de la infantil “Madagascar 3”. A pesar de ello seguro que hay muchos incondicionales del género thriller, que buscarán en los cines su estreno y comprarán su entrada, u otros que lo que busquen sea deleitarse visualmente con una de las actrices con más tirón entre los jóvenes del sexo masculino (también en el femenino): Amanda Seyfried.

Quizás Mr. Dhalia, se dejó llevar por el espíritu más comercial posible, y se dejó engatusar. Abandonando su interesante prisma de analizar las cosas, y dejando de lado otros géneros, en los que se encuentra mucho más a gusto, como son el drama o la comedia.

El “Sin rastro (gone)”, nos encontramos con Jill (Amanda Seyfried), una joven neurótica que vive con su hermana a causa de un supuesto secuestro que sufrió y del que sobrevivió. Un mañana se encuentra que su hermana ha desaparecido, y a partir de ahí ella empieza a sospechar que su captor de hace dos años ha regresado a por ella. A partir de ahí Jill intenta que la policía la ayude. Pero ante el perfil demente de la protagonista y el que nunca se hallara nada del supuesto secuestrador, comienzan a dudar de la veracidad de lo que teme Jill. ...y bueno, el resto por desgracia es como un cúmulo de situaciones insustanciales y efímeras. Pero efímeras para mi mente, ya que puedo garantizar que me han sido difíciles de recordar los detalles, debido a lo inocuo y anodino del guión.

Pretende envolvernos en una intriga, con planos oscuros, persecuciones, bosques frondosos....y una producción de sonido deficiente. Con planos mal cogidos y diálogos etéreos. Al final nos damos cuenta que ni las interpretaciones han sido destacables, ni la historia nos cuenta nada nuevo, ni nos sorprende con algún intento de giro de guión que nos haga replantearnos los puntos básicos. Bueno quizás pretende que lo evidente lo sea tanto, que podamos pedir a gritos que realmente no suceda. En mi caso lo logró.

Cinta de consumo rápido y que ni siquiera Amanda Seyfried de estrella total y con el 95% de cuota de pantalla, consigue atraer al personal.....En definitiva: film de encargo con poca esencia y con una Seyfried muy poco selectiva.

“Sin rastro” parte para el lucimiento de su actriz principal, Amanda Seyfried, con cánones obsoletos y mal desarrollados desde su enfoque y premisa. Es, en definitiva, una víctima condenada a lidiar con ese asesino cinematográfico en serie llamado olvido. Es curioso que el propio productor tuviera una imagen residual que dio pie al guión de Allison Burnett, autor de otro thriller con asesino en serie muy prescindible como “Rastro oculto”. Esa imagen grabada como una fotografía era la de una chica en mitad de un bosque dentro de un agujero escavado en el suelo. Con la misma se ha engendrado un guión que extrañamente nunca tuvo que salir del hoyo (mental) donde se encontraba retenido. Se desconoce si el modelo a seguir es “El silencio de los corderos” o “Sé quién me mató”.

Las cartas de “Sin rastro” son mostradas rápidamente y una vez en ese punto se decide por un thriller de investigación a contrarreloj con todo en contra. El personaje se convierte en esa solitaria sombra inicial que tendrá que luchar (nos remarcan que está perfectamente entrenada en defensa personal y además lleva pistola) para hallar a su hermana y conocer la identidad del captor de ambas. El asesino en serie no se sabe si es familia de Forrest Gump o ha dejado pistas, como migas de pan, para que no se pierda de nuevo la heroína en ese terrible bosque llamado guión.

Un espectador avispado verá al asesino en menos de diez minutos. Luego, todos son feos y sospechosos y aparece ese reiterativo cliché de este tipo de cintas: un par de sospechosos con los que jugar al despiste. Que Jennifer Carpenter (conocida por su papel de Debra Morgan en “Dexter”) acabe haciendo papeles de madre camarera es ligeramente desolador para su futuro pero que se trate de concebir un thriller tan poco cuerdo y con tan poca cuerda es similar a convertir a la audiencia en victimas de otro tipo de asesinato en serie neuronal.