F de Flint

Tan esmeradamente es cuidada su interesante estética como genialmente absurda es la película. Para no pensar en nada tan solo contemplar la infinidad de detalles y quedarte atontado al menos 20 minutos seguidos, el resto se puede seguir viendo mientras haces un crucigrama, punto, juegas al parchís, estudias o trabajas.

Se trata de la segunda entrega de la saga de películas protagonizadas por Derek Flint, el extravagante agente secreto interpretado por James Coburn, y no me ha gustado mucho, salvo por la presencia de un gran actor como Coburn, la deliciosa banda sonora compuesta por Jerry Goldsmith, y detalles disparatados como el hecho de ver a Coburn disfrazado como un cubano castrista que habla en español, o a Lee J. Cobb disfrazado de mujer.

El guión es muy flojo, y toda la trama en torno a una conspiración de mujeres para dominar el mundo, que luego es derrotada por otra conspiración militar para dominar el mundo, no es creíble, ni verosímil, ni siquiera interesante, aunque, con otro guión, el tema podría haber dado mucho más de sí. Como en otras malas películas de su época, aquí se trata más de mostrar que de contar.

Por cierto, el título de este film en su edición en DVD en España es "Con F de Flint".

Segunda película con el héroe Flint... y última también.
Y es que, si la primera ya no era gran cosa, aquí baja incluso la calidad cinematográfica, no en tanto su dirección artística, su puesta en escena, que resulta elegante y sofisticada con abundantes elementos de la cultura pop, sino en cuanto a su argumento, al guión propiamente dicho aunque evidentemente exista distinción en cuanto a vestuario y peluquería (qué menos, teniendo en cuenta que "las malas" utilizan un centro de belleza en las Islas Vírgenes como tapadera).
Y es que todo es un disparate (asumido y buscado) pero con poca gracia y amenidad.
Sí, se puede ver, no aburre demasiado, pero sus casi dos horas resultan largas en verdad.
Lo mejor es la banda sonora del maestro Goldsmith, la eterna simpatía de Coburn y el ver al gran Lee J. Cobb haciendo el ganso... en un papel serio. ¡Ah, y las chicas que se ven, todas guapísimas y con una figura de infarto!.
En cuanto a sus posibles reivindicaciones feministas pues, en fin, para no tomárselas en serio, aunque la expresión final de la jefa de las chicas y de estas sean una auténtica premonición... que todavía no se ha cumplido pero parece que va tomando forma y cuerpo con gran velocidad hoy en día.
En fin, lo dicho, regular nada más.

https://filmsencajatonta.blogspot.com

Si en la primera parte, Flint, Agente Secreto (1966) veíamos a James Coburn haciendo un papel absurdo de agente americano, aquí se dispara aún más el componente pop, con influencias claras de la cultura hippie, entonces recién nacida, y al tema de la igualdad de género, además de las locas y surrealistas escenas de "espionaje" tan típicas de la primera. Algunas se repiten tanto las escenas de contraespionaje que creo que están puestas adrede para llenar metraje a lo loco, lo que la hace más aburrida que la primera, aunque en la parte final coge fuerza y te ríes mucho más, se vuelve todo más absurdo que nunca. No me extraña que se quedara en eso y no volvieran a hacer ninguna más. Era demasiado arriesgado, con una nueva década al acecho...