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La llama eterna

Drama. Romance John ha llevado una vida solitaria durante treinta años desde la muerte de Moonyeen Clara. Pero ahora Owens, un amigo cercano, insiste en que cuide de su sobrina, Kathleen, huérfana desde que sus padres se perdieron en el mar. Los años pasan, y la niña Kathleen se convierte en una bella joven que es la viva imagen de Moonyeen... Lujosa producción del famoso productor Irving Thalberg, en persona, para mayor gloria de su esposa, la ya en ... [+]
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
10 de agosto de 2016
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Producida por Irving Thalberg y realizada por Sidney Franklin, uno de sus directores y colaboradores favoritos y más cercanos, nos cuenta cómo un viudo, interpretado por Leslie Howard, encerrado en sus recuerdos y en el dolor por la trágica muerte de su esposa 30 años antes, acoge a una sobrina huérfana que se enamorará de quien no debe, en esta sencilla y sensible historia de amor, muy bien narrada, dividida en dos partes con un flashback de 20 minutos hacia la mitad de la película, que rebela las incógnitas que se han ido acumulando hasta ese momento. Rodada completamente en interiores, inteligente y romántica, con un aire trágico que recorre todo su metraje y algunos elementos fantásticos, cuenta con la emotiva interpretación de Norma Shearer -esposa de propio Thalberg- a veces al límite de un cierto empalago, aunque sin traspasar en ningún momento esa barrera, acompañada de un juvenil Frederic March que no llega a su altura. Con algunas gotas de sutil humor -las correcciones gramaticales que ella, inglesa, le hace a él, americano- y detalles de buen director como el ruido del frente que retumba en las ventanas de la mansión en Inglaterra a docenas de kilómetros o la cruda manera en que muestra –al igual que en su magnífica película “The dark angel” (1935)- el drama y las secuelas físicas y morales de la gran guerra. Por esta y muchas otras razones merece un buen repaso del curioso y exigente espectador sin prejuicios.
Gould
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18 de enero de 2018
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fue una buena corazonada la que tuvo el director, Sidney Franklin, al pensar en rehacer “Smilin’ Through”, tras la llegada y consolidación del cine sonoro. La historia había sido un éxito en las tablas, y su primera versión cinematográfica, fue también muy bien acogida por cierto sector de la crítica y sobre todo por el público que acudió en masa a verla. Para 1932, Franklin era ya un director ampliamente reconocido; tenía medio centenar de títulos en su haber, y su solvencia para realizar películas calificadas estaba ya fuera de toda duda, así que, podía darse el lujo de pensar en un remake de “Smilin’ Through” con todas las de la ley.

La novela homónima de Jane Cowl y Jane Murfin, fue puesta, entonces, en manos de Ernest Vajda y Claudine West, para que le hicieran una puesta al día. Donald Ogden Stewart y James Bernard Fagan se ocuparon de perfeccionar los diálogos; y la fotografía se encargó al especialista Lee Garmes (“Morocco”, “City Streets”, “Scarface” …), para que se pudiera asegurar unas imágenes inolvidables.

Sólo hacía falta un grupo actoral altamente calificado… y siendo el productor Irving Thalberg, éste dispuso de su adorable esposa, Norma Shearer, para que hiciera el doble rol de Moonyeen Clare y de Kathleen, y llamó a dos actores cuyos nombres resonaban con agrado en los oídos del público: Fredric March, para que hiciera del infortunado Kenneth Wayne y del no menos desafortunado Jerry, y Leslie Howard, para que llevara sobre sus espaldas el largo sufrimiento de John Carteret.

Asegurado este gran equipo, la historia de ese hombre que, tras 30 años de abatimiento desde que fuera truncado su matrimonio, ahora se opone radicalmente a que su hija adoptiva pueda hacer vida junto al hijo del hombre que causó su desgracia, se convierte en otro fuerte drama capaz de conmover hasta el llanto con su sentida carga emocional. “LA LLAMA ETERNA” (título para España), cuestiona de nuevo las rancias tradiciones, los odios sostenidos generación tras generación sin más justificación que un hecho ya agotado y la injerencia en la vida de dos personas que, libremente y con justo criterio, se han escogido la una a la otra.

Norma Shearer, nos ofrece un personaje de mujer que, además de poseer una gran belleza, es leal, firme en sus decisiones y sumamente honesta, y su actuación es tan auténtica que no teme incluso resultar empalagosa en alguna ocasión. Sus escenas de amor al lado de Fredric March son tan naturales y apasionadas que, gracias a estar en tiempos del pre-code, pudieron salir tal cual… y también hay que decirlo, con su fuerza emocional y su altísimo carisma, se engulle a su partenaire, dándose el lujo de hacer dos personajes que enamoran de principio a fin. Fue, ésta, la cuarta de cinco apariciones que tuvo, Norma, junto a Sidney Franklin, y este apreciable director demuestra por enésima vez que, actriz que se ponga a su lado hará roles inolvidables.

El nuevo éxito obtenido por “LA LLAMA ETERNA” (529.000 dólares en taquilla que, proyectados a la fecha, serían aproximadamente unos 9.2 millones), sería suficiente motivación para que, nueve años más tarde, la MGM hiciera una tercera versión conservando el título original y bajo la dirección de Frank Borzage… pero, su direccionamiento a semi-musical con toques de comedia no pegó entre el público y la película yace ahora en el gigantesco promontorio del olvido.

Título para Latinoamérica: CON LA SONRISA EN LOS LABIOS
Luis Guillermo Cardona
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12 de enero de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una pastelada en toda regla. Una película muy de los Oscar, que fue nominada a la mejor película pero que no ganó (por muy extraño que parezca, después de haberla visto).

Tiene todos los ingredientes: amores imposibles, rupturas, odio, venganza,.... todos los ingredientes hollywoodenses en una sola película. Y aunque la tache de todo esto, tengo que decir que me ha gustado.

De nuevo tengo que nombrar a Norma Shearer, una actriz que desconocía, pero que gracias a ver películas desde el nacimiento del cine, me he visto una cuantas suyas y se ha convertido en una de mis actrices preferidas del clásico cine.

Lástima que las bandas sonoras aún no estaban 100% implantadas. Sólo unas pocas canciones aquí y allá, ya que con una buena banda sonora hubiera llenado aún más (si cabe) algunas escenas. Que no es crítica, ya que las escenas están muy bien llevadas.
edugrn
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18 de marzo de 2022
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El film tuvo muy buena aceptación cuando se estrenó en cartelera. El estreno de la película se produjo en 1932 y fue uno de los lanzamientos más esperados del año. No es de extrañar en aquellos primeros años del cine, una historia de amor tan cruda, tan intensa, en el que se mezcla ese amor, aparentemente imposible, con el conflicto bélico, aquella interminable 1ª guerra mundial.

El guión profundiza en el sentimiento de los espectadores porque esa pareja que tanto se ama, en condiciones normales, cada vez que se hubieran cruzado, se tendrían que cambiar de acera por la amargura del pasado de sus progenitores más cercanos y más queridos.

Una historia de amor imposible, con un dramatismo amargo, y con el odio producido por el recuerdo como barrera para que ese amor se pudiera prolongar. A veces el odio de una buena persona es comprensible, cuando la causa es tan traumática.

Una película muy entretenida que se pasa volando y que incluso fue nominada a mejor película en aquel año tan lejano, cuando el cine empezaba a ser el 7º arte. Un 7.
Mag61
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