Anhell69

Theo Montoya, joven director originario de Medellín, Colombia, se preparaba para la realización de su primer largometraje, para esto realizó una serie de audiciones donde entrevistó a un grupo de jovenes de diversas orientaciones sexuales que iban a formar el elenco de su película, especialmente se vio interesado en Camilo Najar, él iba a ser el protagonista de la distópica propuesta que iba a filmar.

Sin embargo, un trágico evento va a truncar la idea que tenía el realizador, teniendo que deformar por completo su ficción para convertirla en un documental que toma como fuente primaria las entrevistas realizadas durante las audiciones. De esta forma, Montoya acerca al espectador a una juventud colombiana discrepante, que ha crecido en un contexto y con referentes sumamente complejos.

Una juventud herida, sexualmente diversa que aun en la sociedad latinoamericana en muchos casos se ve marginada y excluida, gracias a la curiosidad de Montoya cuentan sus anhelos y frustraciones, así como ofrecen sus particulares puntos de vista respecto a la muerte, que es un elemento clave a lo largo de toda la propuesta no solo dentro del documental y lo que se muestra, sino incluso más allá.

Paralelo a esto, el director, que a su vez es narrador, cuenta la trama de su ecléctico largometraje de ficción, situación que no hace más que alimentar las ganas de ver tan particular obra que nunca verá la luz, ambientada en una Medellín distópica donde los fantasmas de los muertos comienzan a convivir con los vivos, con sexo de por medio se cuentan las distintas implicaciones que esto traen consigo.

Anhell69 es una obra fuerte, contestataria, que busca ofrecer una mirada a una población en particular que se enfrenta a una vida compleja, pero que se planta de frente en la búsqueda de su propio bienestar.