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Corazones indomables

Bélico. Western A principios de la Guerra de la Independencia Norteamericana (1775-1783) Colbert y Fonda forman parte de un grupo de campesinos rebeldes establecidos en una zona fronteriza del norte del estado de Nueva York, en la que luchan contra las tropas británicas y contra los indios. El maestro Ford exalta el espíritu patriota y los valores pioneros de los colonos al tiempo que retrata otro capítulo de la historia americana.
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Críticas 21
Críticas ordenadas por utilidad
18 de diciembre de 2008
42 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los pocos films sobre la Guerra de Independencia de los EEUU (1775-1783). Realizado por John Ford y escrito por Lamar Trotti (“Incidente en Ox-Bow”, Wellman, 1943) y Sonya Levien, adapta la novela "Drums Along The Mohawk” (1936), de Walter D. Edmonds. Se rueda en escenarios exteriores de Utah y en los platós de Fox Studios (L.A., CA). Es nominado a dos Oscar (actriz de reparto y fotografía). Producido por Darryl F. Zanuck y Raymond Griffith (dos de los fundadores de la Fox), se estrena el 3-XI-1939 (NYC, preestreno).

La acción dramática tiene lugar en Albany (NY) y en el valle de Mohawk, en territorios actuales de Nueva Inglaterra, al Norte del estado de NY, entre 1776 y 1783. Gilbert “Gil” Martin (Fonda) y Magdalena “Lana” Borst (Colbert) contraen matrimonio en Albany y se trasladan como colonos al valle de Mohawk, donde les espera una vida de sacrificios, trabajo y aventuras. Gil es recto, íntegro y justo y conoce los secretos del cultivo del campo. Lana, hija de una familia acomodada y urbana, ha de hacer un gran esfuerzo de adaptación a la vida aislada y solitaria del campo en tiempos de guerra.

El film mezcla drama, romance, guerra y western. Construye un apunte intenso de la Guerra de Independencia de los EEUU, que amplía y enriquece el tratamiento que el realizador construye de la historia americana a través de sus films, especialmente los westerns. De acuerdo con sus constantes, se interesa por la vida cotidiana de los colonos, su pertenencia a grupos que participan como tales en la acción, el protagonismo de la mujer en los territorios de frontera, la importancia de su papel en los primeros pasos de la construcción del país, la presencia temible de los indios nativos, la crueldad de la guerra y la preocupación por todos los aspectos del drama humano. Combina drama y tragedia con humor, al que dedica escenas tan memorables como el enfrentamiento de la viuda McKlennar (Oliver) con dos indígenas que pretenden quemar su dormitorio y los prolegómenos de la amputación de una pierna al general Nicholas Herkimer (Imhof).

La narración se apoya en una trama sencilla y en escenas de gran vigor, como la larga persecución de Gil por tres nativos, la evocación de sus recuerdos de guerra y la contemplación por Lana de la marcha de Gil a la guerra. Hace uso de elipsis y sobreentendidos. Se sirve de un tono equilibrado y mesurado que le lleva a construir un dramatismo intenso que evita la exageración y las tintas sobrecargadas. Con habilidad y parquedad de medios crea situaciones de gran emotividad (boda, llegada de las tropas americanas, izado de la bandera).

El film marca la segunda colaboración en cine de Ford y Fonda sobre un total de seis. Exalta la fortaleza de la mujer y su capacidad de trabajo y sacrificio. Muestra los horrores de la guerra y sus secuelas. Elogia el espíritu patriótico. Admira la entrega y audacia de los pioneros. Explica el significado de la bandera.

(Sigue en el spoiler sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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13 de setiembre de 2009
32 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine de domingo por la tarde. “Corazones Indomables” forma parte de ese registro cinematográfico que nos acompaña las sobremesas del fin de semana. Cine puro de Ford, costumbrista y patriótico, que disfrutarán como siempre aquellos que se dispongan a verla sin prejuicios y sin dejarse llevar por la apariencia. Entonces, ahondarán en el fondo de la obra y verán las verdaderas intenciones del cineasta. Intenciones por cierto que grabó por primera vez en Technicolor alcanzando una visualidad excepcional. La cantidad de colores, los retratos pictóricos y, en definitiva, las bellas imágenes que acompañan a todo el film hacen de él un regalo para la vista.

El guión es bueno, entretenido y más cercano a la aventura que a otro género. La historia se centra en un joven matrimonio del Este que, antes del comienzo de la Guerra de Independencia, deciden ir hacia el Oeste y establecerse como granjeros cerca de la frontera, en territorio Mohawk. Allí, Lana (Claudette Colbert) y Gil Martin (Henry Fonda), evolucionarán tanto personalmente como en su relación. Golpeados constantemente por las consecuencias de una Guerra ya iniciada, los ataques de los conservadores pro-ingleses y sus aliados indios les dejarán sin casa y les harán vivir situaciones límites con la amenaza de la muerte siempre presente. Destacar sobre todo el personaje de Lana. Mujer de familia acomodada, se irá amoldando a las dificultades de ser una “mujer de frontera” y terminará cumpliendo a la perfección los cánones que presentaban los personajes femeninos de Ford: temperamentos fuertes, de marcado instinto familiar y que no dudan en coger el arma y colocarse al lado de su marido. Esta característica abrió a Colbert un abanico espléndido para lucirse y hacer de su actuación la más destacada de todas. No olvidar tampoco a Edna May Oliver como Mrs. McKlennar, una interpretación personalísima y que le valió una nominación al Óscar como mejor actriz de reparto. Mientras, Fonda se mueve en un registro muy apropiado para él y que le serviría como perfecto preámbulo para encarnar un año después a Tom Joad en “Las Uvas de la Ira”.

La cinta termina con un desenlace fordiano típico donde los planos emotivos o el mensaje final rotundo y moralista aparecen para conmover al espectador. No tan exaltada y aclamada como otras producciones de su filmografía, “Corazones Indomables” es una notable muestra de cine de aventuras que entretiene a la vista mientras se hace la digestión.
Alfie
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5 de junio de 2016
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque no esté dentro de las numerosas obras maestras con las que cuenta la productiva filmografía de John Ford, “Corazones indomables” es una brillante película. Ford, basándose en la novela de Walter D. Edmonds ‘Drums along the Mohawk’, quiso realizar su particular homenaje al mencionado valle, un enclave fronterizo que resistió por sí mismo hasta la llegada de las tropas del general George Washington.

En esta película encontraremos muchas de las constantes del cine de John Ford: acción, drama, humor, amor… Sin ser una película redonda del tuerto genial, es una película maravillosa, realizada con un inmenso cariño por la historia de los Estados Unidos. Para ello, contó con una fotografía en color de Bert Glennon y Ray Rennahan que, casi, se convierte en un personaje más de la historia, la belleza y el cromatismo de unas imágenes dominadas por tonos azules es asombrosa y se impone y al propio tiempo se integra en las intenciones puestas por el maestro norteamericano a partir de un estupendo guión. Fue tan terminante este trabajo que Ford tardó casi diez años en volver a rodar en color por miedo a no igualar los resultados de ésta (el tiempo demostró que pudo superarlos).

Por poner algún pero y en contraposición con la estupenda actuación de Henry Fonda en el papel protagonista, nos fijaremos en la inadecuada elección de Claudette Colbert como su oponente femenina. Colbert, una mujer que formaba parte de manera tradicional de los fotogramas sofisticados y llenos de glamour, se daba de bruces con la imagen de los pioneros que se retratan aquí, además de todo ello, tuvo una penosa relación en el rodaje con el propio Ford aumentada por la camaradería que demostraba el director con Edna May Oliver, fantástica, inconmesurable en el papel de Sarah McKlennar. Y aunque pueda parecer un tópico, los personajes secundarios vuelven a brillar con luz propia en una película de John Ford, como Caldwell, el indio Blue Back, o el introvertido doctor Petry (Russell Simpson), o el animoso Adam Hartman (Ward Bond), pero por encima de todos, como ya hemos comentado, brilla con luz propia la viuda McKlennar, interpretada por Edna May Oliver, nominada al Oscar a la mejor actriz de reparto, el papel de Edna, que se definía a sí misma como “una mujer con cara de caballo”, es memorable: divertido, agrio y entrañable a partes iguales.

Otra estupenda película de Ford, sin sentimentalismos gratuitos, además de un pequeño manual de historia de la fundación de los Estados Unidos a través de los hipnóticos ojos azules de Henry Fonda. Con sencillez y humanidad una vez más el viejo maestro logra transmitir la magia eterna de un artista que entre un plano a otro podía llegar a emocionarte y al siguiente, y con lágrimas en los ojos, abrirte una sonrisa. Siempre… siempre merece la pena ver una película dirigida por John Ford… aunque no sea de las mejores que hizo.
Juan Marey
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2 de setiembre de 2011
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siendo una obra teoricamente menor de John Ford este film es sin duda el mejor que se ha rodado en el género o subgénero de las péliculas de frontera de finales del XVIII, mucho más profunda o si se prefiere completa que Northwest Passage. La durisima y pura vida rural de los colonos americanos y la guerra contra los indios aliados de los británicos se mezclan con un claro interés de exaltación patriótica, un patriotismo relativamente sano a mi entender.
Es esa parte dedicada a la vida rural de la frontera la que más me gustó, lastima que el curso de la película corte su desarrollo podría haberse aprovechado más igual que podía haberse aprovechado al magnético villano Cadwell, interpretado por John Carradine.

También tengo que decir en el apartado técnico que el color da un tono muy vitalista y muy adecuado a los bosques salvajes del norte del Estado de Nueva York (en realidad Utah).
Monty
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3 de enero de 2008
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La segunda de las seis del tándem Ford-Fonda (parece una marca de coche XD).

Gil (Henry Fonda) acaba de casarse con Lana (Claudette Colbert), empieza la guerra contra los británicos e indios, se refugian en un fuerte con campesinos, participar es inevitable... Ford hace un homenaje a todas las personas que lucharon y dieron su vida por la patria, el nacimiento de una nación, el principio de los Estados Unidos de América, sin ser muy patriotera, lógicamente lo tiene que ser si se trata de ello.

Buenas interpretaciones, de nuevo Henry Fonda y Claudette Colbert brillan con luz propia, cabe destacar a los secundarios, Edna May Oliver y como era habitual en los repartos de las pelis de Ford siempre aparecía Ward Bond y John Carradine. Recomendable.
Dusty Rivers
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