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Las arenas del Kalahari

Aventuras Cuando un avión que recorre el sur de África choca con un emjambre de langostas que lo inutilizan, el piloto tendrá que realizar un aterrizaje forzoso en pleno desierto de Kalahari. Los supervivientes deberán soportar entonces unas pésimas condiciones de subsistencia, pero, sobre todo, tendrán que hacer frente a una manada de mandriles que los acosan salvajemente. Por si esto fuera poco, la presencia de una sola mujer en el grupo ... [+]
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Críticas 7
Críticas ordenadas por utilidad
9 de julio de 2010
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cy Enfield (Zulu, 1963), ese director norteamericano, que a juzgar por los personajes de sus films parecería inglés…nos presento aquí otro film de aventuras en África. Tras su gran éxito (Zulu) un par de años antes, no se movió del continente y filmo esta película, antepenúltima de su carrera , sobre las aventuras de unos supervivientes a un accidente de aviación que se quedan aislados en el desierto del Kalahari.
La película es un ejercicio de supervivencia y en ella se puede observar como un grupo de hombres y una única mujer (bella mujer, Susanah York, Tom Jones, 1963), en seguida se organizan en lideres, supervivientes, y ……no supervivientes. Con un brutal trasfondo machista, y que deja a la mujer en un no, muy buen lugar…el film avanza, siempre con la acechante sombra de los babuinos que habitan las rocas donde ellos se han refugiado, y que el autoproclamado líder de los supervivientes (Stuart Whitman, Los comancheros, 1961), consigue que no tengamos muy claro quienes son los animales y quienes las personas. Las luchas entre los humanos por hacerse con el poder del grupo son continuas…hasta llegar al asesinato, por sobrevivir.
En definitiva interesante film de aventuras, con un atractivo plantel, y que aparte de los ya mencionados York y Whitman, podemos ver también a Stanley Baker (El gran robo, 1967),
a un ya veterano Harry Andrews (El hombre de MacKintosh, 1973) y a un genial y desalmado pero a la postre héroe Nigel Davenport (Sucesos en la Cuarta fase, 1974).
Interesante banda sonora a cargo de John Dankworth (Los vengadores TV, 1961) y una buena historia basada en la novela de William Mulvihill.
Juggernaut
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19 de julio de 2011
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los años no perdonan, y vista 46 años después de su realización, Arenas del Kalahari se nos muestra como una colección de tópicos darwinianos sobre la lucha por la supervivencia en un entorno hostil. Más que personajes, tenemos estereotipos: la rubia tonta, el macho depredador, el intelectual ingenuo, todos ellos sometidos al cerco de una tribu de babuinos, que acaso sean mejores que los humanos. Por eso, sólo Susannah, con su boca húmeda y temblorosa, sus ojos de muñeca perversa y el cuerpo espigado (pre)dispuesto al goce, consigue animar la función.
Eduardo
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31 de marzo de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película de nacionalidad británica, que no estadounidense, como erróneamente señala Filmaffinity, es un film de aventuras muy especial, tanto por su atípico escenario desértico, situado en el Desierto de Namib, más que en el ya citado del Kalahari (y en el que sería imposible encontrar el mar), como por la parsimonia y la sequedad del ritmo narrativo y del estilo visual, cercano al cine documental en algún que otro plano. En conjunto, es como una versión pesimista de otro film con un argumento similar y del mismo año como "El vuelo del Fénix" (The Flight of the Phoenix, 1965), dirigido por Robert Aldrich.

Sólo seis personajes protagonizan la acción, que posee un carácter más o menos coral: Stuart Whitman, Stanley Baker, Susannah York, Harry Andrews, Theodore Bikel, y Nigel Davenport. Precisamente, me gusta mucho el momento de la película en el que Davenport, desesperado y al límite de sus fuerzas, se arrastra por una duna y, de repente, se encuentra con el mar, con el Océano Atlántico.

Los exteriores se rodaron entre la costa desértica de Namibia y Almería, según deduzco de los datos ofrecidos por IMDB.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pedro Triguero_Lizana
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17 de diciembre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fascinado con todo lo relativo a África (sus esplendorosos paisajes y sus imponentes desiertos, su fauna salvaje y sus coloridas aves, sus contrastantes culturas y sus míticas historias…) entre los años 1960 y 70, William Mulvihill hizo varios viajes a este continente, y era tan profunda y sentida su pasión por todo lo relativo a él que, en cada ocasión, se llevaba decenas de libros relativos a su historia, sus riquezas naturales y a muchos otros temas, llegando a tener la que, quizás, fuera ‘la más grande biblioteca de África en New York’. Esto lo afianzaría como profesor de historia (con énfasis en África), y durante 32 años, enseñaría en la Glen Cove High School donde fue jefe de esta área.

Una docena de libros saldrían también de su pluma, siendo su segunda novela, “The Sands of Kalahari” (1960), un inmediato bestseller y ganadora del Premio Literario Putnam. Cuatro años después, y tras el gran éxito que significara “Zulú”, el productor Joseph E. Levine, retuvo en África al director Cy Endfield, para que adaptara la novela de Mulvihill y tomara de nuevo el timón; y al actor, Stanley Baker, para que la protagonizara e hiciera las veces de co-productor ejecutivo.

Es bien seguro que, el buen resultado de “La Isla Misteriosa” también tuvo que ver en esto, pues, la historia se relaciona de nuevo con los sobrevivientes de un frustrado viaje que, en un lugar inhóspito, se ven forzados a sobrevivir.

Lo que veremos en, “LAS ARENAS DEL KALAHARI”, será una lucha de poderes entre seis sobrevivientes (cinco de ellos hombres y una mujer), entre los cuales hay diversos caracteres y muy variados talentos, pero, el que tiene un rifle, Brian O’Brien, se arrogará el mando y luchará fundamentalmente por sus personales intereses. Excelente decisión de Endfield al haber elegido a Stuart Whitman, pues, su cuerpo fornido de torso descubierto y su piel muy velluda, lo acercan bastante a los monos contra los que generará su primera lucha por el dominio territorial. Después, su progresivo cambio físico a medida que revela sus más primarios instintos, va dando cuenta de como las armas, la violencia y las intestinas luchas por el poder, son el proceso inverso de la evolución y devuelven al hombre a su más adverso pasado: su condición de mono.

(Desde aquí debo aludir a escenas claves) El conocimiento intelectual que han alcanzado los representantes de diferentes segmentos sociales, comienza a diseminarse a medida que el más prepotente decide servirse del poder de sus armas para deshacerse de ellos, y al llegar a la ambigua escena de cierre, ésta permitirá dos lecturas bien importantes e igualmente válidas: La una de índole moral: Los males que haces, un día, se volverán contra ti. La segunda de tipo antropológico: Al vencer al líder de la manada, los babuinos acogen a O’Brien como su nuevo líder… y así el ser humano regresa a su condición primitiva y la civilización se hunde como la Atlántida. Por suerte, el rescate de Mike Bain y de Grace Munkton, deja claramente abierta la esperanza.

Con su realista puesta en escena, la cual hace posible que sintamos en la piel los azotes del implacable sol del desierto y la incesante tensión de las diferentes especies que allí sobreviven, Endfield aumenta la verosimilitud de su historia, logrando dar a su filme un alto valor que todavía no se le ha otorgado debidamente.

Stanley Baker, Nigel Davenport, Harry Andrews, Susannah York y Theodore Bikel, hacen su valioso agregado a la solidez de esta plausible historia y “LAS ARENAS DEL KALAHARI” queda bien plantado como la suerte de filme que apunta a la conciencia y pretende removerla.

Título para Latinoamérica: LAS ARENAS DE KALAHARI
Luis Guillermo Cardona
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15 de febrero de 2021
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desconocía esta película del director de "La isla misteriosa", adaptación que poco tiene que ver con la magnífica novela de Julio Verne, pero llena de encanto y que tiene valor por sí misma, y, desde luego, adaptación infinitamente superior a las otras dos versiones lamentables que conozco de la ilustre novela. Lo suficiente para que me caiga muy bien Cy Endfield.
Aquí va de cinco hombres, entre ellos dos locos con pocos escrúpulos, y una mujer. La mujer responde al arquetipo antiguo de un ser bastante descerebrado que sólo obedece impulsos "amorosos" con algún tipo de su fijación, en este caso, el más loco de todos, sólo porque es el más "guapito y cachas". Los seis estrellados en medio de un desierto, aunque en el Kalahari hay zonas con agua y animales. La peripecia se sigue más o menos, si comprendes la psicología de los personajes que se va perfilando a medida que la película avanza, aunque la duración parece un poco excesiva, pero es indudable que la película tiene un esfuerzo de producción y de interpretación.
Daniel
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