Amor en la oficina

Tercer largometraje de Preminger. Escribe el guión James Edward Grant ("Capricho de mujer", Leisen, 1942) con la colaboración de Ben Markson. Se rueda en exteriores de NYC y en los Fox Studios, con un presupuesto ajustado. Producido por Harold Wilson para la Fox, se estrena el 30-IX-1937 (EEUU).

La acción tiene lugar en NYC y en una localidad agrícola y ganadera del país, durante unos pocos días de la primavera de 1937. El abogado Henry MacMorrow (Jack Haley), de un prestigioso bufete de abogados de Manhattan, recibe el encargo de visitar a la familia Pemberton para gestionar la venta de unos terrenos de su propiedad a favor de un Club de lujo por la astronómica cantidad de 100.000 dólares. Haley es flemático, tranquilo e imperturbable. Los Pemberton son anárquicos, distraídos, idealistas y de buena posición.

El film es una comedia alocada y cómica ("screw comedy"), género característico del cine americano de humor de los años 30. Incorpora elementos de romance y de crítica social. Una de las obras más emblemáticas del género es "La fiera de mi niña" (H. Hawks, 1938). Enfrenta la mentalidad urbana (interesada, pragmática e individualista) con la cultura rural (poco formalista, espontánea, sincera y dada a comportamientos de grupo). Dibuja un cuadro de personajes singulares y excéntricos, como la madre dominante y manipuladora, el padre dominado y distraído, las tías chismosas, el tío naturista, el pintor surrealista, el niño sabelotodo, el pretendiente vanidoso, la hija sensata y normal (Ann Sothern). El ritmo del film es vertiginoso. Los diálogos están llenos de expresiones ingeniosas y chocantes, la acción resalta episodios que sitúan el absurdo en la vida cotidiana, esboza la lucha de sexos, ironiza sobre la indolencia de los ricos, parodia a personajes célebres (Howard Hughes), recuerda hechos históricos singulares (desacuerdos de Theodor Roosevelt y la Corte Suprema de Justicia). Muestra con orgullo localizaciones emblemáticas de NYC (Empire State, Central Park). La tensión pícara, erótica y sexual puntea con discreción y elegancia la cinta y alcanza un punto culminante en la escena fuera de campo de la noche en el establo. Resulta interesante ver una obra festiva y cómica de un Preminger que destacaría más adelante por su trascendentalismo, seriedad y grandilocuencia. Preminger había dirigido comedias cómicas en Alemania antes de firmar (1934) con la Fox el contrato que le lleva a Hollywood.

La música, de Mack Gordon (compositor prolífico) y Harry Revel (pianista), ofrece una partitura alegre, variada y colorista. Añade la canción original "Danger-Love At Work" (Gordon/Revel). La fotografía, de Virgil Miller ("El fantasma de la Ópera", R. Julian, 1925), presenta una narración visual fluida, intensa y rápida, que enriquece el humor con lances de comicidad visual. Buenas interpretaciones de Ann Sothern ("Carta a tres esposas", Mankiewicz, 1949) y Jack Haley ("El mago de Oz", V. Fleming, 1939). Película intensa, cómica y grata de ver.

Screwball bastante ingenua y un pelín tontorrona, alocada y divertida en su justa medida con un mensaje esclarecedor: ¡los ricos están locos! Preminger en sus inicios demostraba formas, aunque era inimaginable pensar, en aquel momento, que el director de “Amor en la oficina” realizase una obra maestra como “Laura” siete años después…

La premisa contó la historia de un abogado que debe persuadir a ocho miembros de una excéntrica familia rica llegar a un acuerdo para entregar las tierras dejadas por su abuelo a una corporación para el desarrollo.
Basa la comedia romántica en las diferencias y en la presentación de esa familia excéntrica como tía Pitty y tía Patty, tío Goliath, en plan troglodita, y otros asuntos menores y menos mayores con un momento musical bastante flojo. Lo peor de la película con diferencia.

Una de las primera películas de Preminger, muy en la estela de Lubitsch. Comedia de equívocos entretenida y sin complicaciones. Se deja ver, sin más. No es el tipo de película que me gusta, además de que carece de la brillantez que le reconozco a las comedias "mayores" de Lubitsch. Sin embargo tiene un frenético ritmo que no te deja respirar, una continua sucesión de gag y matices, de enredos y dobles sentidos, con una aparente sencillez expositiva y unos diálogos acerados e hirientes, con golpes efectivos y rotundos.
La crítica a Hitler es tan evidente que llama la atención. Estamos en 1937, es decir a medio camino del triunfo total del nazismo y ya existían profesionales comprometidos con la lucha contra el mal.
De Preminger me quedan 6 por adquirir, ninguna de ellas está editada. No creo que pueda adquirirlas. Ni siquiera en Amazon, que funciona con web americanas y europeas se encuentran.
El reparto: Ann Sothern, Jack Haley, Mary Boland, Edward Everett Horton, John Carradine, Walter Catlett, Benny Bartlett, Maurice Cass, Alan Dinehart, Etienne Girardot, E.E. Clive, Elisha Cook Jr.

Para empezar el título de esta película es "Peligro, amor en el trabajo" y sospecho que el que le adjudicó el título en español no la había visto, porque no aparece oficina ninguna, excepto en una escena inicial de unos cinco minutos iniciales, en los que no están incluidos ninguno de los "enamorados".

El trabajo en concreto es el que se le asigna a un abogado - rico por herencia, por otra parte - y que consiste en convencer a una familia de que firmen un trato, sumamente ventajoso para ellos, y vendan unos terrenos que ni utilizaban ni disfrutaban de ninguna manera.

Los miembros de dicha familia se supone que tiene que resultar cómicos pero, por lo menos a mí, no me han hecho mucha gracia que se diga.

Tampoco la parte romántica está muy lograda, más bien parece un simple encaprichamiento por un lado y la aceptación, sin más, por la otra.

Más interesante es el personaje - y la interpretación - de Edward Everett Horton, el inolvidable intérprete secundario de muchísimas comedias (mucho más destacables que esta, como "El hada madrina"), un hombre que ha hecho fortuna con un absurdo curso de cómo imponerse en cualquier circunstancia.

Algo que ha conseguido hasta el punto de que la chica protagonista, y miembro de la citada familia heredera, haya accedido a casarse con él, a pesar de detestarle.

Lo más interesante del guión es eso, que ella se encapriche del que primero pasa (por el color de sus ojos y pelo), ya que realmente jamás quiso casarse con tan poco recomendable prometido.

Poco más que salvar, algunos pocos comentarios ingeniosos y lo sorprendente (e inverosímil) que es ver a Jack Haley como galán.

Además de poder contemplar los primeros y vacilantes pasos de Otto Preminger en el cine.