El enemigo del pueblo

Estimable adaptación de la obra de Ibsen. No está situada en el siglo XX en África septentrional ni en la Italia renacentista. Está donde se concibió: en un pequeño pueblo noruego de finales del XIX. Se nota que el guionista, Arthur Miller, es también dramaturgo y sabe respetar las obras.

Desde luego, lo más destacable es el guión. Ibsen era un maestro en la construcción dramática, y la historia funciona como un mecanismo de relojería.

Tiene el tonillo de ese color setentero descolorido, que no va mal del todo con la ambientación adecuada a ese pueblo. Ver a Steven McQueen barbudo y comedido tiene su punto, y realmente lo hace bastante bien.

A pesar de que esta historia tiene más de cien años no ha perdido ni un ápice de actualidad. Recomendable para un día que se quiera rajar de políticos, periodistas y populacho.

"Un enemigo del pueblo" forma parte de ese grupo de películas injustamente infravaloradas, cuando no ninguneadas, a las que yo al menos no dudo en calificar de "obras maestras" (otros ejemplos son "Promesa al amanecer", de Jules Dassin, "El ángel Levine", de Jan Kadar o "Hablando con la muerte", de Oliver Stone). Esta adaptación de la obra de Ibsen fue una de las últimas interpretaciones de Steve McQueen, quien se involucró en la producción, en un papel muy alejado de lo que en él era habitual. Todo en la película es excelente, sobresaliendo las interpretaciones de todos los actores y sobre todo, el guión, co-escrito por Arthur Miller, que es, lo digo rotundamente, uno de los mejores de la historia del cine.

Encomiable cinta en la que Steve Mcqueen cambia por completo de registro, incorporando este rol, inaudito en su carrera. Arriesgado asunto; muy valorable; y como ya he dicho antes encomiable, puesto que aquí Mcqueen participa en labores de producción, dándole más relevancia aun al cambio interpretativo de dicho actor.
La historia pertenece al original del dramaturgo noruego Henrik Ibsen ; su estructura es teatral y en el desarrollo tiene puntos en comun con " La ciudadela " de King Vidor (un hombre frente a una comunidad, con temas científicos de por medio).
La fotografía posee una textura un tanto desvaída, muy necesaria para adentrarnos más en la época en la que se desarrolla (Noruega a caballo entre los siglos XIX Y XX).
El guión esta bien elaborado; y la trama es sencilla pero enjundiosa en cuanto a que trata un dilema universal.
La caracterización de Mcqueen perfecta, al igual que la de los secundarios . A destacar Charles Durning (" El golpe ", " El gran salto " ó por ejemplo " A casa por vacaciones ") ó la Bergmaniana Bibi Andersson.
Película muy recomendable , tanto por su calidad fílmica como por el tema que trata; aun con vigencia, aunque sea con otras problemáticas en nuestra época actual
Un saludo, efelson.

Parece un contrasentido pero entre esta película y la de Tiburón existe un paralelismo increíble no en la forma sino en el enemigo. En Tiburón era visible el bicho que contaminaba las aguas, en EEDP era invisible la bacteria pero ambos tenían en común que afectaban a las personas y a la economía del balneario de una ciudad, y lo mas "importante", la imagen política del Alcalde (gobierno) de turno.
En las dos películas se advierte del peligro y el descrédito político del asunto, hace que los poderosos tomen la solución más convenientes para ellos y para sus arcas, y es la simiente de conflictos.
En El Enemigo Del Pueblo, adaptación de la obra del dramaturgo noruego Henrik Ibsen, el Dr. Stockmann (Steve Mcqueen) es una persona que tenía firmes principios, y tras el descubrimiento en el agua de una bacteria contaminante que podría poner en riesgo la salud de toda la población, se propone advertir a los demás acerca del peligro que se podía consumar. Esa decisión le crea enfrentamientos con periodistas y sus medios de comunicación, con el Alcalde, e incluso con su propio hermano. La población y sus autoridades se preocupaban más por los trastornos económicos que por la desinfección del agua, o sea, por la posible pérdida de clientes del balneario y no por la salud de las personas. De esta forma quedan enfrentados intereses económicos que priman sobre la salud de la gente. Al Dr. Stockmann se le termina señalando como traidor y todo el pueblo confabulado para hacerle imposible hasta la convivencia de los integrantes de su familia, poniendo en riesgo la integridad de los mismos.
Esta obra, rara en la filmografía del actor Steve Mcqueen inclusive hasta en el aspecto del actor, pero de una poderosa concepción en su tratamiento y en el manejo de los personajes, es un film que logra sus fines, quizás algo teatralizado pero la obra así lo impone, el espectador también participa de lo que ocurre en el pueblo y forma parte de él.
Por la vigencia de su trama bien pudo haberse escrito en la actualidad, y transcurrir en casi cualquier lugar donde los negocios están por encima de muchas cosas, inclusive de las personas.Tiene una crítica social que desmerece a quien osa decir la verdad ante una mayoría que la niega por manipulaciones del poder, llámese medios o expertos políticos con doble discurso, que pactan con el mismo poder omnipotente y enmascaran al bien común con intereses particulares dominando a la opinión pública con falsedades.
El trasfondo social es lo que se impone en EEDP y el riesgo de que la demagogia siempre intenta corromper a la democracia.
La recomiendo sinceramente es un cine distinto de una película de 1978 casi olvidada, pero de muchos valores en su trama y que siempre deberían estar vigentes.

Algo que puede resultar tan indeferente para nosotros, espectadores anclados en nuestra época, es llevado a la pantalla de tal manera que creo que es muy difícil que haya alguien crítico con ello. A quienes les guste el teatro, por lógica, quedarán satisfechos, Ibsen está detrás de este conflicto ambientado en Noruega a finales de S.XIX nada menos. ¿Qué la hace tan atractiva y con tanta unanimidad a la hora de valorarla en el caso de los usuarios de FA?; no hay que olvidar que la base de toda buena película es el guión y en este caso, qué maravilla, qué manera de conmover, de soltar hachazos en el momento justo, qué manera de agitar la conciencia del espectador...

Quienes no sentimos demasiada afinidad por el cine que nace de obras de teatro estamos obligados a confesar, tal es mi caso, que "El enemigo del pueblo" es buenísima. Lo primero que sorprende es la apariencia física del melenudo McQueen, escondido tras esa barba. Hablamos del doctor padre de familia que ha de enfrentarse ante el problema, incomprensible para él, de no poder usar la verdad cuando, en esencia, debiera ser algo indiscutible. Aparecen otras opciones opuestas que no nacen de la verdad sino de intereses particulares, un hermano cabroncete igual de barbudo, la voz del pueblo en forma de periodistas que también se venden y en definitiva, incomprensión y mucho desasosiego.

Efectivamente, la democracia se ha manipulado siempre. La última parte, con ese simulacro de asamblea en casa del marinero, es un golpe de mazo en la mesa. No hay nada peor que sentirse poseedor de la verdad y encontrar ruindad. La fortaleza de una conciencia individual nunca podrá vencer al conjunto de manipulaciones de una mayoría. Qué pena, qué mal me ha hecho sentir... Y paradójicamente, qué película tan buena, capaz de hacerme remover por dentro.

Es cine de minorías, ni llega a 200 votos, ya ves. En todo caso afortunados los que lleguen aquí, sea como mi caso por completar la filmografía de McQueen o por lo que sea...