Peter Doherty: Stranger In My Own Skin

*La paz de sentirse sereno

La reciente desintoxicación de Doherty, tras dos décadas de uso intensivo de las drogas, le ha llevado a una significativa autorreflexión. Por un lado, las memorias del año pasado, publicadas por Alianza Editorial como Un chaval prometedor; y por otro lado el presente largometraje: Peter Doherty: Stranger In My Own Skin. Una cinta impresionista más que periodística que no se manifiesta sobre asuntos muy delicados como su relación con Kate Moss o su experiencia como padre.

Sin embargo, ahora que está rehabilitado, Peter Doherty: Stranger In My Own Skin se encarga de mostrarnos continuamente cómo Doherty se salvó, a modo de héroe, de sí mismo. Un artista de ojos saltones, traje y botas que se mueve entre la niebla y la miseria de la adicción. Para ello, de Vidas hace un recorrido personal del artista: su meteórico ascenso a la fama, la inmersión en la oscuridad de la droga y su posterior renacimiento. Una mirada sin disculpas a las sombras que oculta el mundo del rock ’n’ roll.

*La odisea de un adicto

De Vidas filmó la vida de Doherty a lo largo de 10 años cuando, en el apogeo del éxito, se hundió en las profundidades de su propia psique como consecuencia de una fuerte adicción a las drogas. Algunas escenas son bastante explicitas, revelando el caos en el que vivía el músico, lo que parece ser un corolario de su proceso creativo. De hecho, las drogas, y el negocio que hay en torno a ellas —para dejarlas sin éxito—, es el tema sobre el que gira todo el documental.

Peter Doherty: Stranger In My Own Skin contiene suficientes imágenes desconocidas de cada época de su vida para seducir a los más fanáticos. Las explosiones que generan los interludios musicales con The Libertines crean, a su vez, una atmósfera atrayente. No obstante, los interrogatorios poéticos que se realiza Doherty en primera persona derivan con demasiada frecuencia a ninguna parte; aunque claro, tal vez este sea el ingrediente fundamental de la verdad que quiere transmitir la película.

*Conclusiones

En la actualidad, el músico se ha recuperado plenamente y vive en un pueblo de la costa francesa junto a de Vidas y su hija. A pesar de que la cinta está grabada desde una perspectiva privilegiada y siempre parece feliz de no llegar más lejos. Tal vez un análisis más minucioso y crítico de la propia música en sí habría sido bienvenido. El principal defecto de este proyecto es que la vida privada de Doherty ya fue un espectáculo público completo en su momento. Por tanto, desenterrar años de imágenes íntimas no es tan efectivo ni significativo como cabría esperar.

Peter Doherty: Stranger In My Own Skin es el reflejo del extraño desastre en el que Doherty ha vivido durante años. Su mujer hace una captura íntima en cámara para que el espectador sea testigo de la batalla que combatió Peter hasta vencer a sus demonios internos.

Escrito por Soraya Unión Álvarez

Nos vendieron a The Libertines como los dignos sucesores de The Clash y a Pete Doherty como un genio cuando era Carl Barat el talentoso y Pete Doherty se aprovechó de su relación con la modelo Kate Moss para adquirir notoriedad.

Sus idas y venidas eran portada de tabloide a diario y Doherty (solía pintar cuadros con su propia sangre entre otros desvaríos) estaba en todos lados.

El documental "Pete Doherty: Stranger in my own skin" en realidad debería titularse "Pete Doherty: el Yonqui penoso" y pretende ser profundo pero no se sabe muy bien si es que Doherty se ve muerto y quiere despedirse del mundo o necesita resucitar su carrera artística con The Libertines.

Algo habrá de esto último porque The Libertines ha sacado nuevo disco en 2024 y Doherty ha estado retirado en un pueblo de Francia para superar sus adiciones tras haber estado internado en un centro de Tailandia como relata en este documental que su pareja ha realizado con mucho mimo y amor para que veamos la gran cantidad de droga que Pete Doherty ha consumido y la gran odisea que sufre para salir de esta situación.

The Clash sí que era un grupazo y no todos estas bandas creadas por este yonqui (The Libertines, Babyshambles o de Puta Madres). Del mismo modo, Joe Strummer sí que fue un icono musical y cultural no este yonqui llamado Pete Doherty y es que por algo The Clash eran conocidos como "The Only Band that Matters".