Al otro lado

La joven directora y guionista china Bai Xue consigue convencer en su primera película contándonos la historia de Peipei una chica de 16 años estudiante de secundaria. Sus padres están separados y ella vive con la madre en Shenzhen (China). El padre trabaja en Hong Kong de guardia en un almacén y su madre es una cabeza loca.  Por lo cual Peipei tiene la ciudadanía de Hong Kong y estudia allí, teniendo que cruzar diariamente la frontera. 

Cuando conoce a unos jóvenes hongkoneses que ganan dinero con el contrabando de iPhones (en China está prohibida su venta). Peipei se une a ellos convirtiéndose en una buena contrabandista, ya que  pasa desapercibida con el uniforme escolar. El dinero que comienza a ganar fácilmente, hará que de cuatro o cinco dispositivos empiece a cruzar con docenas de teléfonos pegados al cuerpo.... 

La Sra. Hua interpretada por Carmen Soup es la encargada de la organización contrabandista. Ella sabe aprovecharse de todos estos niños delincuentes, una especie de Fagin (el personaje de Oliver Twist) en la actualidad. Sorprendente papel es el que hace la niña protagonista Yao Huang un personaje valiente e ingenioso que se crece en confianza al ver lo fácil que es ganar dinero.

El final me ha parecido algo apresurado y poco conclusivo, pero el film se disfruta con bastante interés.
Destino Arrakis.com

La película parece que está hecha a trompicones; lo mismo se queda parada en secuencias interminables y aburridas que, de repente, aligera el paso e impone un ritmo acelerado. Pero todo lo hace sin continuidad narrativa; a base de retazos y sin un objetivo concreto. No se sabe qué es lo que pretende contarnos, ni cuál es la intención del Director.
La puesta en escena es la misma que la de todas las películas chinas; nada original. No le encuentro explicación a que en estas películas estén siempre comiendo. Son incontables estas escenas.
Tampoco se la encuentro al aspecto pringoso y sucio de los hombres; y al de infantiles colegialas de las mujeres.
La Historia tiene un principio interesante pero se queda en nada por lo dicho anteriormente; no hay continuidad narrativa ni existe una finalidad. Así que el final es una simpleza, falta de imaginación.
No consigue ninguna caracterización ni perfil psicológico de los personajes, parecen todos iguales y vacíos.
Los actores están como siempre en estas películas orientales, rígidos e inexpresivos, como muñequitos con los ojos siempre muy abiertos y el flequillo tapándole la cara,
Los diálogos son casi inexistentes o irrelevantes; y chillidos y gritos tiene todos los que quiera y más.
Entretiene, tiene el atractivo de trasladarte a una sociedad muy diferente de la nuestra y poco más.