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Una playa tan bonita

Drama. Cine negro Una noche lluviosa, un extraño llega a una ciudad costera del norte de Francia y se registra en un hotel barato. Todo lo que se sabe de él es su nombre - Pierre - y todo el mundo sospecha de él. Parece conocer bien la zona, parece estar bien de salud. Pero ¿por qué está aquí? ¿Por qué está tan triste? (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
30 de diciembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Qué puedo decir! Si está usted dispuesto a inmiscuirse en un ambiente depresivo, nostálgico e incluso trágico… si puede soportar un ambiente lluvioso de principio a fin y un paisaje lúgubre como en el más oscuro drama … y si es capaz de adentrarse en una playa vacía de la que los turistas huyen por el helado clima… ¡saldrá muy bien compensado!, porque, en este film-noir, conocerá a un puñado de personajes que dan la impresión de haberlo perdido todo, pero que, ante la primera ocasión, dejarán escapar una grata luz que surge con fuerza de sus almas, permitiéndonos comprender que estamos ante valiosos seres humanos que, por algunas razones que no es fácil explicar, de pronto sienten que lo han perdido todo… y ahora quieren amar, pero, no pueden amar, y apenas procuran brindar ese escaso halo de bondad que todavía pugna por escapar de sus corazones.

Cuando conozcas a Pierre… a Marthe… a Georges, el conductor… e incluso al joven asistente del Hotel-Restaurante-Pensión a la orilla de la playa, tendrás ante ti a seres muy especiales con los que, gradualmente, vas a conectarte sintiendo muy cercano lo que transmite su ser interior.

Con ellos, una presencia fantasmal, la de una cantante cuya voz rememoran, Madame Curlier y otros allí presentes, y que pronto sabremos que fue asesinada, comenzará a crear un ambiente de misterio que se incrementará cuando al hotel llegue, Fred, un extraño hombre con un gran interés en el joven Pierre, y otro más extraño interés, en el singular asistente del hotel.

Con un nuevo guion de, Jacques Sigurd, quien ya había adaptado para él, “Dedée d’Anvers” (1948), el director Yves Allégret, consigue una magistral película de esas que, si lo permites, te hará sentir que estás bien adentro del paisaje en el que transcurre la historia e incluso sentirás el frío que envuelve cada rincón de aquel lugar donde no para de llover. Si se quiere, la misma lluvia podría ser el reflejo emocional y el llanto que lleva dentro el joven protagonista; y con personajes como Fred, Madame Mahieu, o la misma, Madame Curlier, también podría ser una metáfora del llanto del universo ante la subsistencia de esa suerte de personajes.

Gérard Philipe, transmite una fragilidad y un carisma que obstruye en nosotros cualquier pretensión de juicio; Madeleine Robinson, es la clase de mujer generosa que resulta muy fácil guardarla en el corazón; y Jean Servais, es ese tipo de hombre que, con lo que hace y con lo que dice, tan solo alienta las sombras del universo.

Si quiere aproximarse a un filme poético y colmado de sensibilidad, <<UNA PLAYA TAN BONITA>>, lo dejará complacido.
Luis Guillermo Cardona
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29 de diciembre de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yves Allegret hizo un cine importante dentro del cine francés. Lo que se denominó cine "de calidad" y ante el cual reaccionó la Nouvelle Vague, denostándolo. Visto en perspectiva mantiene un interés no sólo histórico sino tambien a la hora de degustarlo. Un cine con una forma de rodar y una puesta en escena que muestra la representación de una Francia que quizás ya no existe pero cuya reconstrucción arqueólógica puede hacerse con films como éste. Un cine como el aroma de un café o el recuerdo del sabor de la famosa magdalena. La trama, en este caso, apenas importa; lo que importa son las sensaciones que transmite, la tristeza, la melancolía, el fracaso.. y una lluvia siempre omnipresente a través de la que vemos el film.
rocamadur01
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5 de noviembre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Une Si Jolie Petite Plage 1949 (Una playa tan bonita) Dirigida por Yves Allegret.
La presencia del genial actor Gerard Phillipe, y la temática, me llevaron a este film francés enmarcado en el noir. Vaya gran sorpresa. Ambiente nostálgico, atmósfera muy elaborada, entre lluvia y niebla junto a una playa interminable en la que jamás sale el sol. Una sombra de un hombre lleno de tristeza llega a un hotel, habla poco, se sienta en un rincón con la mirada perdida y a veces, a solas, se echa a llorar. Pasea, trata con algunos personajes misteriosos y poco a poco el.film va dando detalles de qué es lo que ocurre. Lo averiguamos rápido, sin embargo, la película lo que desea ilustrar es el perfil psicológico más que otra cosa. Los planos son soberbios, el ritmo es tranquilo pero sin pausa, como la lluvia. Los paisajes que vemos son gris ceniza, los vemos bajo la mirada de un extraordinario Gerard Phillipe, un personaje romántico, abatido, que transmite en todo momento un algo misterioso, una pérdida y una resignación hacia la pena. Extraordinaria Madelein Robinson, la actriz que hace de criada y su relación con él: dos personajes perdidos, perdedores, abatidos por la vida, dos árboles truncados ya que se apoyan el uno en el otro para no caer del todo. Impecables detalles, film denostado por la Nouvelle Vague de manera injustificada; es más, yo diría que Truffaut se basó en la soberbia y atrevida (y desoladora) escena final de la playa para su obra Los 400 golpes. A descubrir y a reivindicar.
Arthemispower
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21 de enero de 2024
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Aunque no es un noir ni un thriller o policial, sino un drama con algo de intriga, por su estética y su temática esto se sintió como un cruce entre Le Quai des Brumes (1938) y Out of the Past (1947).
En la trama no parece ocurrir mucho, esto se trata de un regreso al pasado, de una melancólica búsqueda de la inocencia y bondad en un mundo pervertido y destruido. Más allá de esto, lo más destacable es la creación de una increíble atmósfera fatalista (de posguerra con claras influencias del realismo poético y el noir) sumadas a unas excelentes interpretaciones de Gérard Philipe y Madeleine Robinson.
Por último, Pierre el personaje de Philipe ya parecía anunciar los silenciosos y misteriosos protagonistas del polar francés que luego vendrían de la mano de Melville.
Cami
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