Han matado a un cadáver

Digna muestra del policiaco español de los 50, principio de los 60, donde tantas y tan buenas películas dio nuestra industria (seria farragoso tan siquiera esbozar una lista de todas las joyitas rodadas en esos 10 años de oro del policiaco español, de las que la mayoría eran obra de cineastas catalanes, por los que solo citare a el director de esta que nos ocupa, responsable de la cuasi de culto “Apartado de correos 1001”, el prolífico Julio Coll, algo de Iquino y Antonio Isasi-Isasmendi) en el que se nos cuenta una investigación policial llevada a cabo para esclarecer el asesinato de Teresa Montes (Colette Ripert en el doble papel de Teresa y su hermana gemela Margarita), una ambiciosa y amoral cabaretera llegada de provincias a Barcelona, la cual ha aparecido muerta en el interior de un Seat 600 despeñado en un acantilado de la Costa Brava y que en la autopsia se descubre que ya estaba muerta por envenenamiento antes del despeñe, durante la cual descubren que dicha muerte puede estar relacionada con un caso de falsificación de moneda que llevaban entre manos.
La trama va avanzando entre varios flashback consecuentes de los interrogatorios llevados a cabo por el comisario Jorge Rivera (Ángel Picazo) y su ayudante el inspector Martin, todo ello filmado con oficio por el ecléctico Julio Salvador , con un digno guion que respeta fielmente las claves del genero (eso sí adaptado a la idiosincrasia española), un conseguido toque del buen cine negro rodado allende nuestras fronteras (mujer fatal y policía pelín obsesionado por el cadáver al que le viene Dios a ver cuando hace acto de presencia la hermana gemela de la finada) y un titulo que aparte de lo sonoro y acertado, no me negaran que tiene ciertos ecos de los que adornaban las portadas de los grandes maestros de la novela negra del siglo pasado.
Por último y no menos importante, para los que gustan ver como era su ciudad hace 50 años y sean de Barcelona (en alguna de mis reseñas en la que destaco este hecho y tienen Madrid como escenario, creo recordar alguna crítica vecina en la que echaba de menos películas que le mostraran la Barcelona de la época), tanto en esta que nos ocupa, como en varias de los directores arriba reseñados que se rodaron por la época tienen abundante material.
Como curiosidad en la banda sonora podemos oír dos temas (a mi juicio pintiparados en el entorno en el que las oímos) en la voz de “Las hermanas Serrano” (dos cantantes de moda en aquella Barcelona, según he averiguado por la red) cantados en playback por Colette Ripert: “La música española" y "Noche en la ciudad".

Supuesto "thriller" policiaco rodado en blanco y negro que pasó por los cines españoles sin pena ni gloria, donde un repelente y sabiondo Ángel Picazo (hijo ilegítimo de Alfonso XIII) interpreta a un comisario de Barcelona que tiene que resolver el asesinato de una jóven cantante (y buscona), cuyo coche se despeñó por un acantilado. A raíz de esta investigación el señor comisario descubrirá una trama donde también estará implicado en el asesinato de la jóven un inglés gordo que se dedica a la falsificación de moneda. También se verá envuelto en el asesinato el jóven Roberto Planas, interpretado por el actor de doblaje Dionisio Macías, a quién algunos recordaréis por ser la voz en castellano de Roy Scheider en "Tiburón" y "Tiburón 2" (entre otras películas, y entre otros actores como Charles Bronson, Sean Connery o James Coburn).

No me extraña que Dionisio Macías, tras esta experiencia como actor, se dedicara única y exclusivamente al doblaje de películas. Esta película es tan mala y ridícula como el mostacho que luce Ángel Picazo.

José Campos, al igual que es resto del reparto, también hace una interpretación terriblemente mala como el ayudante del comisario que se enamora de la hermana gemela de la jóven asesinada.

En resumidas cuentas, una mala película, como muchas otras españolas, que intentó seguir (sin éxito, claro está) la estela de las grandes películas policiacas y de los grandes thrillers americanos de la época (que tanto hicieron actores verdaderos como Robert Mitchum, Henry Fonda y compañía).

Si es que, por cada película mala que hacen los americanos, los españoles hacen 100.000... ¡¡¡la ostia!!!.... esto no mejora....