La tarde del domingo
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Drama
Un domingo cualquiera de septiembre. Clara es una joven criada que apenas sabe leer, es una especie de Cenicienta a la que se explota sin piedad. Clara hace planes para pasar la tarde del domingo en compañía de otras chachas, acuden a El Retiro de paseo, van a un baile con unos amigos, flirtean, pero Clara se siente angustiada, se siente aislada en medio de la gente. (FILMAFFINITY)
26 de junio de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En este mediometraje del curso 1956-1957 del I.I.E.C., escrito y dirigido por un joven Carlos Saura, acompañamos a una criada llamada Clara (Isana Medel) a lo largo de la jornada del domingo 20 de septiembre. Es el día en el que tiene la tarde libre: sale con sus amigas por el Parque del Retiro y luego va al baile, pero no se divierte; de hecho, huye de allí. Sabemos de ella que apenas sabe leer, que trabaja en la ciudad de Madrid y que es oriunda de Puente del Arzobispo, provincia de Toledo.
Saura, en poco más de 30 minutos, bucea en la vida de una clase baja trabajadora que procede de provincias para tratar de elaborar tanto un retrato individual como un retrato colectivo, con un tono agrio que usa lo mismo para un personal realismo social como para pintar un caso de insatisfacción vital, en un marco realmente deprimente: si el domingo es el mejor día de la semana para la atribulada protagonista, y no para de fregar, cocinar y limpiar, y de recibir broncas y reproches, mejor no imaginemos cómo serán los demás días de la semana...
Por lo demás, se refleja con acierto la vida cotidiana de esos años 50: la importancia de la radio, las canciones románticas, el fútbol, el diario "ABC", el baile como medio para ligar...Y también quedan reflejadas las fuertes diferencias sociales. El "Nuevo Cine Español" se asoma ya por entre los fotogramas de esta película de aprendizaje.
Saura, en poco más de 30 minutos, bucea en la vida de una clase baja trabajadora que procede de provincias para tratar de elaborar tanto un retrato individual como un retrato colectivo, con un tono agrio que usa lo mismo para un personal realismo social como para pintar un caso de insatisfacción vital, en un marco realmente deprimente: si el domingo es el mejor día de la semana para la atribulada protagonista, y no para de fregar, cocinar y limpiar, y de recibir broncas y reproches, mejor no imaginemos cómo serán los demás días de la semana...
Por lo demás, se refleja con acierto la vida cotidiana de esos años 50: la importancia de la radio, las canciones románticas, el fútbol, el diario "ABC", el baile como medio para ligar...Y también quedan reflejadas las fuertes diferencias sociales. El "Nuevo Cine Español" se asoma ya por entre los fotogramas de esta película de aprendizaje.
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