El invitado de invierno

Melancólica película que se va contando en bellas, bellísimas imágenes de un pueblecito de Escocia helado y solitario.
Historias, casi siempre tristes que se van cruzando mientras el hielo y la noche caen sobre un paisaje digno de las mitologias nórdicas.
Una madre y una hija que se apoyan en un raro afecto mientras la vida se les escapa entre los dedos de una desesperanzada nostalgia... Un muchacho que no puede escaparse de su deshabitada niñez ni siquiera en su primer encuentro con un sexo facilmente encontrado...Una pareja de ancianas (la única nota de humor) que engañan a una muerte acechante acudiendo a todos los funerales que se presentan y un niño que narra su desolada vida a un compañero hiperactivo incapaz de comprender el grito angustioso de su amigo... y la sublime belleza de la fotografia que lo cuenta todo, apoyandose en un cuidado guion y en la exquisita interpretación de todos los actores.
Cuando la niebla y el hielo ponen el fin de la película, uno se queda sobrecogido por una mano de helada desesperanza ante un infinito invierno.
Excelente

Película que se deja ver disfrutándola desde el primer minuto. Para sentarse en la butaca con la intención de ver buen cine. Magnífica fotografía y brillantes interpretaciones.

La conclusión de mi madre (quien vio conmigo la cinta) fue que la película era "lenta, pesada y aburrida". Yo no dije nada, sin embargo, nada más lejos de mi opinión.
El director no hizo la película que el mundo querría ver, hizo el relato que a él le gustaría que le "regalasen".
"El invitado de invierno" es como una pieza de piano; no es lenta, va despacio para que la puedas ir degustando poco a poco. Una verdadera delicia.

No es mala película, en absoluto, a veces roza la perfección de la intimidad de los personajes, pero como bien he dicho, los roza no consigue la perfección de una obra de cámara, no nos adentra en la psicología y filosofía de sus personajes a la perfección aunque lo busca y además tiene todos elementos para conseguirlo, pero el resultado final no está mal del todo.
Momentos de una gran belleza en lo que se refiere a la fotografía consiguiendo unos auténticos cuadros melancólicos que ayudan a la reflexión de los personajes.
Escenas muy bien estudiadas pero a veces quiere buscar demasiado, ese es el principal fallo de la película para mí, el montaje de esta.
Los actores están fabulosos, desde los niños hasta la pareja de ancianas, además de tener un guión precioso, bien elaborado con reflexiones preciosas sin llegar a ser demasiado, todo esta precioso
Cuatro historias y ocho personajes que resumen el pasar del tiempo, la infancia, la adolescencia, la madurez y la vejez y cada una de ellas con sus personajes que representan el pasar del tiempo y los principales problemas que en cada etapa tenemos.
La infancia con el odio a la escuela, obsesión con el tamaño de los genitales y odio a los padres por el hecho de obligarnos a hacer cosas que para nosotros no tienen ningún sentido.
La adolescencia con el principal problema, el descubrimiento del amor y con ello de la sexualidad y el temor de llevarlo a cabo la primera vez.
La madurez, donde ya somos personas realizadas profesional y familiarmente donde existen los problemas de enfrentamiento con nuestros padres y los otros de nuestra edad, una época difícil donde los problemas son grandes y serios porque el amor que descubrimos en la adolescencia se puede perder al igual que los seres más queridos.
La vejez, donde esos problemas de años pasados no son problemas cuando nos damos cuenta que tenemos los días contados y en cualquier momento podremos ser los siguientes.
Una preciosa y poética reflexión sobre la vida donde el cuadro de fondo ayuda a la reflexión e intimidad de los personajes.
Solamente tiene un gran fallo en mi opinión, el montaje y los ángulos de la cámara; cuando vemos alguna película de Bergman que reflexiona sobre los mismos aspectos de la vida podremos observar que no abusa de los cambios de planos para así poder profundizar en la psicología de los personajes y en sus reflexiones consiguiendo escenas intensas.
Esta película rompe el intimismo de ciertos momentos para saltar a otras historias, cuando estas saboreando la reflexión e interpretaciones de los personajes te lo rompe de repente para saltar a otras historias, es el principal fallo de la película, demasiados ángulos que no favorecen para nada en el intimismo de los personajes así como el montaje de las cuatro y preciosas historias, demasiados cambios.
En sí la película es una preciosa reflexión sobre el pasar del tiempo, cuatro historias bien elaboradas pero mal montadas.

El invitado de invierno es un relato exquisito e inmenso sobre la vida y sus connotaciones. Alan Rickman hace un film que busca la complicidad del espectador, con una fotografía impactante y unas interpretaciones fantásticas de Emma y Phyllida, madre e hija talentosas si las hay. Cada escena desborda belleza y simpleza, digna de una obra de arte.