Johnny el vengador

Mucho western italiano de la misma época que este "Johnny el vengador" (y ya avanzo que no es el caso) no pasa de ser aceptable porque consigue entretener y al menos puedes echar unas risas, muchas películas de este tipo no son comedias pero te lo pasas en grande con las estupideces que ves, la falsa chulería que desprenden y las muertes inauditas. También se hicieron películas nefastas, como la que me ocupa, largometrajes copados de tópicos sin originalidad alguna, como si se hubieran realizado en tres días del tirón sin repetir escenas. Por poner un ejemplo de desatino, nadie puede explicar las motivaciones del personaje de Gilbert Roland y de sus apariciones, pero es evidente que queda maravillosamente bien para salvar el culo al protagonista y liarse a bofetadas o a tiros (porque eso sí es importante) cuando sea necesario. Enhorabuena a quien no exija más del cine en general y del western en concreto, hay veces que personalmente quedo satisfecho con una hora y media repleta de tonterías si la violencia es adecuada y el guión tiene algo de sustancia. Aquí, no.

Si se quiere sacar algo bueno de esta película, la única forma de hacerlo es usarla como elemento de comparación con otras del género, de su evolución, de las influencias... como tal, es el ejemplo de un batiburrillo de elementos, pero sin suerte. Algunas veces, estos batiburrillos son muy interesantes, porque son el reflejo de las fases previas a un punto de inflexión en el género. Pero lo dicho: no es así.
Es un largometraje muy largo, con un guión mal desarrollado, sin profundidad. Repite (o lo intenta) clichés, usa del tipo característico de música y canciones de la época (lo cual no es malo, sino una característica común al cine italiano de la época). Tiene momentos a lo “Bus Spencer y Terence Hill” y otros (más disimulados), a lo Roger Corman. Y poco más.