Balcony (C)

Tina (Charlotte Beaumont) es una chica británica que al igual que sus amigos, observa interesada a Dana (Genevieve Dunne), una joven afgana que acaba de mudarse al barrio. Esta familia de migrantes resulta ser el centro de atracción de todos en este lugar, tanto por el atractivo de Dana como por la forma de convivir de ella con su papá (Umit Ulgen), la cual es hermética, son mal vistos.

Es evidente que las condiciones de una persona migrante instalados en una cultura tan distinta a la de ellos, ofrece un choque cultural, un impacto que es aún más grande en las personas mayores, quienes además deben sufrir un golpe generacional, ya que sus hijos crecen o van a crecer en una sociedad totalmente distinta a la que ellos tuvieron, si bien, se pueden mantener las costumbres, es evidente que de fijo va a haber una apertura en muchas cosas.

Cada quien dentro de su hogar son los que realmente saben cómo son las normas de convivencia, lo que se pueda intuir desde afuera puede: o resultar ser similar o totalmente contrario a lo que en realidad sucede. En la actualidad la vida se desarrolla mucho en apariencias, así está la humanidad actualmente, las apariencias pueden engañar, eso es algo más que comprobado.

Porque como bien se relata dentro del film, todos esos espacios vacíos que no se conocen se llenan con imaginación. Tina se interesa por Dana, siente empatía por ella, quiere ayudarla y protegerla del acoso que reciben en el colegio, tiene las mejores intenciones, se le agradece completamente. Nos alegramos de cómo funciona la amistad entre ambas.

Balcony es una obra apabullante, absorbente, que ofrece una bofetada al espectador, a lo interno de una sociedad como la inglesa, la europea, o en general del mundo, que visibiliza y humaniza al migrante, que le da una posición. Es una obra triste, porque se sabe que todo lo relatado pasa en la vida real.