The Arbor

Extraordinaria película, extraordinario documental, donde la historia aunque real tiene una fuerza dramática que parece sacada de la ficción, y donde las interpretaciones por veraces no parecen llevadas acabo por actores.

Se trata de un original formato donde de un trabajo de campo previo, se recrea unas fascinante historia familiar, con unos actores que mas que interpretar se transmutan en los protagonistas reales.

Otro punto de originalidad es el extraordinario campo de enfoque que plantea el film, ya que da la impresión de que va a narrar la historia de una afamada pero efímera dramaturga, Andrea Dunbar, a través del testimonio de su familia, especialmente sus hijos, pero a partir de un determinado momento la historia deriva hacia la vida de una de sus hijas que se desarrolla por unos ámbitos de dramatismo devastadores.

Muy interesante, original, veraz en su veracidad, y también en lo que no es real (sus intérpretes son actores), una obra más que estimable.

No es documental, porque los intérpretes son actores y actrices, pero lo es porque simula ese formato.
Dos figuras principales: la malograda autora de teatro, Andrea Dumbar, muerta a los 29 después de una agitada vida, y su primera hija, Lorraine, de padre pakistaní.
La película escenifica, de manera directa y original, algunas escenas de la obra The Arbor, para después centrarse en la vida de Lorraine, violada a los 14 años, puta, drogadicta. Un testimonio sobre el estrago de la droga como pocas veces he visto.
Todo en hora y media de creciente interés.

Creo que esta obra explora esos lugares que pocas personas se atreven a exponer públicamente, de alguna manera alcanza a dibujar los impactos que van construyendo las identidades y las vidas de quienes se enfrentan a la realidad del mundo, lejos de las idílicas historias que se suelen consumir. Es un espejo de muchos mundos que existen a pesar de que pocos se atrevan a enfrentarlos.