Luna tentadora
89
18 de mayo de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Perplejo me hallo al comprobar la ficha de esta película. ¿El mismo director de ADIÓS A MI CONCUBINA y de EL EMPERADOR Y EL ASESINO? ¿Los mismos increíbles actores? ¿El mismo nivel de producción?
¿Qué ha fallado entonces? Pues no lo sé, pero por algo aquellas dos maravillas llegaron a occidente y TEMPTRESS MOON no. Para empezar falla el lenguaje narrativo: críptico, enigmático, forzadamente poético y al final, incomprensible.
Te pasas tanto rato tratando de adivinar qué es lo que quiere decirte el director con tal mirada, con tal zoom o con tal giro de cámara, que finalmente desistes y acabas asumiendo que el argumento es una chorrada.
Me apena que el inigualable talento de la sin par Gong Li se malogre en una propuesta tan aburrida, recargada y ultra-perfumada. Una tontería de película que baja la media a esa década espectacular que nos brindó el cine chino, que está rodada con primor y excelencia, pero cuyo guion además de confuso es pasteloso e inconsistente.
En los breves momentos en que fui capaz de prestar atención, parecía como que en esta historia se entremezclaban conceptos como la homosexualidad y el incesto, y la adicción a las drogas, y... ¿las mafias? De verdad, os prometo que el mejunje es tan “weird” y tan peñazo que uno termina perdiendo la curiosidad por averiguar qué puñetas les pasa a los personajes, y por qué en aproximadamente la mitad de las escenas tienen que romper objetos de porcelana en medio de un arrebato.
¿Qué ha fallado entonces? Pues no lo sé, pero por algo aquellas dos maravillas llegaron a occidente y TEMPTRESS MOON no. Para empezar falla el lenguaje narrativo: críptico, enigmático, forzadamente poético y al final, incomprensible.
Te pasas tanto rato tratando de adivinar qué es lo que quiere decirte el director con tal mirada, con tal zoom o con tal giro de cámara, que finalmente desistes y acabas asumiendo que el argumento es una chorrada.
Me apena que el inigualable talento de la sin par Gong Li se malogre en una propuesta tan aburrida, recargada y ultra-perfumada. Una tontería de película que baja la media a esa década espectacular que nos brindó el cine chino, que está rodada con primor y excelencia, pero cuyo guion además de confuso es pasteloso e inconsistente.
En los breves momentos en que fui capaz de prestar atención, parecía como que en esta historia se entremezclaban conceptos como la homosexualidad y el incesto, y la adicción a las drogas, y... ¿las mafias? De verdad, os prometo que el mejunje es tan “weird” y tan peñazo que uno termina perdiendo la curiosidad por averiguar qué puñetas les pasa a los personajes, y por qué en aproximadamente la mitad de las escenas tienen que romper objetos de porcelana en medio de un arrebato.
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