Cosas nuestras

"Sin querer, queriendo" ésta película me hizo recordar todas las películas del cambio de cuerpo, alma, personalidades o mente: "Viceversa", "Éste cuerpo no es mio", "Un viernes de locos" y un gran etcétera. Aunque cae en los mismos clichés, ésta ofrece algo nuevo: actuaciones convincentes de Samaire Armstrong y Kevin Zegers. Como dato curioso, el elemento místico aquí es el Dios de la hechicería de cultura Azteca: Tezcatlipoca, que bien pudiesen haberlo utilizado en la película mexicana sobre el intercambio de cuerpos "Dame tu cuerpo". En fin, ésta es una película entretenida pero muy predecible para los que ya han visto las que mencioné al principio.

Ponemos la base:
Chico guapo y chica guapa en el instituto.

Añadimos los ingredientes principales:
Chico popular, estrella del equipo, quarterback que puede ganar una beca para ir a la universidad gracias a su poderoso brazo, alto, fuerte, macarra y que sale con la animadora más guapa del instituto, es decir, con la malvada bruja.

Chica exageradamente formal, profunda, estudiosa y marginada.

Ponemos el toque de la casa:
Baile de fin de curso.

Adornamos con el detalle:
Cambio de cuerpos.

Incorporamos unas cuantas gotas de amor del bueno, un beso apasionado y ya está lista para servir. Otra estupenda, empalagosa, innecesaria, repetitiva, superficial y bobalicona película de estupendos adolescentes empalagosos, repetitivos, superciales, innecesarios y bobalicones más.

Dos jóvenes vecinos mal avenidos se sirven de un inopinado “cambio de cuerpos” para ajustarse las cuentas. La idea da tanto juego que decepciona un desenlace que incurre en algunos de los tópicos que dan dentera en las comedias románticas de adolescentes, entre ellos la presencia de un personaje frívolo que acaba ridiculizado. Eso sí, antes la película nos depara algunos simpáticos momentos, en particular ver a la guapísima Samaire Armstrong dominada por una mente masculina que, llegado el caso, conferirá un aire sexy y dicharachero a la personalidad de su “polo opuesto”. Con un final más original (si no en el fondo, al menos en la forma) estaríamos ante una gran película.