La informante

El debut de Pickett como directora termina siendo una película entretenida, con bastantes clichés del género y un poco de abuso de primeros planos a Madison.

La película se desarrolla con buen ritmo, un poco apresurado quizás, pero mantiene la tensión y eso la hace entretenida, carece eso sí de una visión más profunda de violencia y de maternidad.

'All souls' es una película plana en su concepción y sin prácticamente ninguna escena relevante. Ni emociona, ni inquieta... ni nada. Si pude aguantar su visionado hasta el final, más allá de su corta duración, fue por la actuación de Mikey Madison, actriz a la que ya había visto anteriormente en la 'recuela' de 'Scream' y como una de las hippies locas en 'Érase una vez en... Hollywood'. La intérprete lleva las riendas de la historia, cargando con el peso de la película sin dificultad; se nota que es la única que le pone ganas y algo de sentimiento a su papel. Ella y su hija en la ficción son quienes destacan dentro de un reparto olvidable de los que a los dos días ni recuerdas haber visto.

La trama transita por lugares corrientes y situaciones vistas con anterioridad en otras producciones mucho mejores que esta. El guion está bastante trillado y es genérico como pocos, sin generar sorpresas o una mínima alteración que consiga provocar algo en el espectador. Se nota, a su vez, que no goza de gran presupuesto (no es su principal problema), pero al menos hubiese sido de agradecer que se esmeraran a la hora de escribir los diálogos y de plantear el conflicto que desencadena en los problemas de la protagonista durante esa larga noche.

No esperaba gran cosa, aunque sí algo más decente.

Nota final: 3.