El camino de las llamas

Soffici mejorando todo lo que recibe, en manos de otro director hubiera sido u culebrón acartonado, lleno de escenas declamatorias, cursis, y acartonadas, en las de él es un solido melodrama que trata de despejarse hasta donde le es posible del esquematismo y las bajadas de lineas ultra conservadoras o directamente reaccionarias de Hugo Wast. Aunque acá por suerte no está reflejado, supongo que Soffici se encargó de suavizarla, al estilo de lo que hicieron los adaptadores de Lo que el visto se llevó con el tema racial.
Igual el patriotismo está y remarcado, lo primero es la patria, a la que se le debe una lealtad inclaudicable, por encima de todo y de todos, eso se encargan de dejarlo claro, y es la parte más pesada y que peor ha envejecido de la historia. Aunque a pesar de eso el espía interpretado por Roberto Airaldi y su superior, no son villanos, sino patriotas de su país a los que la historia respeta y reivindica.
Toda la intriga si bien la manejan con los elementos y formulas del género, el filmarla en locaciones reales y el guión que intenta no juzgar a los personajes a pesar a ciertos momentos declamatorios, sino entenderlos, retratando su entorno y circunstancias.
Me gustó también la relación entre las protagonistas, Pepita Serrador y Elisa Christian, pese a que su conflicto es un lugar común, la forma en que las dos se relacionan y reaccionan a esa circunstancia, es interesante.