Recuerdos de Montana

Una historia bien interpretada es por lo que destaca que este drama sureño. Tanto Haley Lu Richardson como Owen Teague, destacan enormemente en un drama familiar lleno de fantasmas del pasado, culpas y malas desiciones.

Sus directores Scott McGehee y David Siegel brindan una película que se toma su tiempo para construir un drama de hermanos que va tomando fuerza a medida que vamos adentrándonos en las historias de los dos hermanos.

La historia es en gran parte interesante, sin embargo, se limita en afrontar su mayor núcleo que es el abuso de una forma más fuerte. Opta por el camino de construir una relación de hermanos nuevamente antes que ir de lleno al tema del abuso en toda su integridad. No es una mala decisión la que priorizan, en razón que la pelicula es bastante interesante y conectas de inmediato con ella, pero es también un tanto monótona cuando solo se dedica a solo intensificar la construcción de un pasado sin mayor arrojo a entender el gran quiebre que tuvimos.

En ese sentido la película es de dulce y agraz, pero realmente es un trabajo muy interesante de parte de sus directores y su reparto, quienes son capaces de cautivarte con sus actuaciones y sus directores con el gran trabajo de cámara que se hace en especial transportarte Montana y su belleza.

Un recorrido que nos lleva por las emociones de dos hermanos ante la aceptación, el perdón y el futuro, manejados de gran manera por un guion que sabe tocar fibras por lo general en momentos justos, quizás le falto un poco más de intensidad, pero lo que logran es perfectamente un drama que invita a ser cautivado, tanto en las emociones como en las sensaciones.

Historia que se cocina a fuego lento con una fotografía muy bien aprovechada gracias a la locación donde se cuenta. Para verla un día de invierno o de lluvia, sin nada en la agenda.

Sabemos que no hay recetas de como manejar el dolor, la perdida, la ira...nos encontramos tomando decisiones sobre la marcha sin pensar las consecuencias porque estamos cegados. El personaje de Haley tiene que hacer este viaje, es decir, regresar al lugar donde la hirieron para superarlo, enfrentarse a eso que la atormento, verlo a la cara y poder soltar esa mochila al mismo tiempo que intenta armar su vida. Mientras que Owen debe ponerse los pantalones en muchas cosas que lo superan y por sobre todo hacerse cargo de lo que hizo (o no hizo mejor dicho) al mismo tiempo que intenta hacer un puente con su hermana.

Un drama familiar duro y puro, inteligentemente contado, con algunos puñetazos al corazón que habla del como continuar o pasar la pagina y como encontrar el perdón de la persona que queremos pero lastimamos.

No quiero dejar de ser objetivo dado que soy fan de Haley Lu Richardson, pero creo que no hubo química con su compañero, lo cual hace que siempre sea medio áspero el intercambio, no digo que hayan estado mal pero quien hace de pegamento en todo esto es el enfermero a mi parecer.