The Last of Us

“Naughty dog”, los creadores de “Uncharted”, nos regalan una de esas experiencias interactivas por las que vale la pena estar vivo, y que hacen totalmente creíble que los videojuegos muevan más dinero en el mundo que el propio cine.

Técnicamente, se trata directamente del mejor título hasta su aparición (siendo aún superado claramente por la posterior segunda parte). Los gráficos están cuidados hasta el extremo, con unos paisajes, escenarios y personajes tan realistas, que te sumergen en este mundo de tal manera que es bastante difícil desengancharse.
La inmersión es absoluta, y tanto nos da jugar a buen ritmo, como detenernos con tranquilidad a observar esos bosques o las ruinas de la civilización, invadida por la vegetación al estilo de “Soy leyenda”, y que luego ha sido imitado hasta la saciedad por muchos productos de ficción posteriores. Se disfruta tanto si eres jugador pausado, como si prefieres ir al grano.

Los efectos de iluminación y el detallismo del entorno, es algo que se podría catalogar de puro arte.

La jugabilidad no es absolutamente innovadora, pero ya quisieran muchos juegos transmitir lo que se siente con este. Es pura acción en tercera persona, con tiroteos, terror y acción de sigilo. Las secuencias en las que nos tenemos que enfrentar contra los chasqueadores, por ejemplo, son completamente intensas y dan miedo.

Pero, por si todo esto no fuera suficiente, el videojuego logra sus cotas de excelencia con la historia. Este viaje épico de Joel y Ellie a través de un país devastado, viviendo todo tipo de aventuras y emociones, es lo que hace a “The last of us” muy grande. Cuida mucho también a sus personajes. Es imposible no empatizar con los protagonistas y entender su relación de amistad con fuertes dosis de amor paternal de él hacia ella. No son personajes complejos, sino gente corriente en situaciones fuera de lo común. Y tal vez sea eso mismo el acierto del equipo de producción. Te puedes identificar con ellos y, sin llevar el juego demasiado avanzado, ya nos importa todo lo que les pase y sufrimos con ellos, deseando jugar un poquito más para ver cómo se van desarrollando los acontecimientos.

Es una obra magna que destaca en todos y cada uno de los aspectos que queramos analizar, desde la jugabilidad al motor gráfico, desde la historia hasta incluso el excelente doblaje al castellano.

Todo es, pura y simplemente, perfecto. Nadie debería perdérselo por nada del mundo. Y, aunque parezca mentira, la segunda parte todavía es mejor.

Esta es una crítica de un jugador pasivo, ya que quién se lo pasó bien jugando fue mi hijo. Y lo que veía me parecía brutal. Una historia magnífica, con personajes poderosos, con una introducción que tiene una conclusión que no te esperas.

La ambientación está logradísima, en especial cuando empiezan a visitar ciudades en ruinas. Y esos secundarios que aparecen por aquí y allá enriquecen muchísimo la historia. Esos capítulos en la vida de los personajes, con peligros insospechados. Esos cambios de lugares. Y sí, también tiene su ración de tópicos en esto de las teleseries de los zombies, donde los malos son los humanos supervivientes. La gracia del videojuego es que tiene mucho más tiempo en construir personajes creíbles y sus motivaciones, que una película. Aquí todos los secundarios tendrán su momento protagónico y llegaremos a conocerlos, empatizar con algunos y sentir su pérdida.

Es una delicia ver jugarlo. Cada instante, cada peligro, cada recoveco, todo en un mundo destruido tan bien plasmado ...y esa imagen icónica de la jirafa...

Una maravilla.