La calle de atrás

MARAVILLOSA. Un film tremendo lleno de un dramatismo y una valentía como no se veían en esa época. La ví hace muchísimos años y marcó a fuego mi adolescencia porque cuenta una historia distinta. Es imposible imaginar cómo la filmaron en aquellos años de tanta represión. Es una historia de amor diferente. Hermosa y real entre una mujer y un hombre casado. Como no hay información respecto al guión me gustaría compartirles algunos detalles.

Melodrama al puro estilo clásico de Hollywood, en él tenía que darse cita, aparte de ese romanticismo de la vieja escuela, un destellante glamour del que concede la elegancia, el dinero (por supuesto), las profesiones prestigiosas, los trajes de diseño y el moverse por los lugares más emblemáticos del orbe como el que se va a dar un garbeo al bar de la esquina.
Los protas no son lo que se dice dos desharrapados del West Side. Ella es una diseñadora de modas que busca labrarse un nombre, y él es el propietario de una cadena de almacenes que va abriendo nuevas sedes por aquí y por allá. Hasta ahí podría parecer un cuento de hadas hollywoodiense.
Lo interesante empieza en el momento en que la chica, Rae (ya no tan chica, que la Hayward contaba cuarenta y cuatro primaveras) conoce al chico, Paul (catorce años menor que ella en la vida real), y el flechazo se les tuerce en cuanto se insinúa que él no está libre como los pájaros. Se han enamorado hasta el tuétano, pero comprenden que la situación es demasiado anómala y complicada. Sin embargo, el destino interviene (no pocas veces, imagino que más que las que concede al común de los parroquianos) para reunirlos “fortuitamente”. A medida que vamos entrando en contacto con las circunstancias de Paul, entendemos progresivamente por qué buscaba una vía de escape y cómo la encontró en la que pasó a ser la mujer de su vida.
La valentía de esa relación (en la que la evolución de ella desde su reticencia inicial hasta su total entrega eclipsa a todo lo demás) es la fuerza de esta película que al principio no sugiere nada del otro jueves pero que madura junto con el desarrollo del amor entre Rae y Paul.
Y eso sí, que con mucha pasta cualquiera lo deja todo para irse a París a seguir al maromo. Que de no ser así, si se va más lejos de Móstoles hay que conformarse con un “au revoir mon amour”.

"- La mujer que no se enamore de ti debe estar loca"
- Tú trae el cura, que yo traeré el psiquiatra".

Discreto pero entretenido melodrama de la Universal, que creo (por favor, si estoy equivocado que alguien me lo indique) que nunca se estrenó en las salas comerciales españolas, hecho que no comprendo bien por cuanto se puede ver perfectamente al resultar, repito, amena y no aburrir nunca. Además, desde el punto de vista de puesta en escena, es elegante y sofisticada y aspectos técnicos como vestuario (nominado al Óscar en su categoría "en color"). y peluquería son de calidad.
Sí es cierto que le falta a la cinta la pulsión de los grandes melodramas de Douglas Sirk, siendo bastante irregular en su desarrollo, con dos primeros tercios muy aceptables y el tercero, el que tiene lugar en París, muy discreto.
El epilogo, "bonito" y entrañable aunque no muy creíble que digamos, aunque incluye alrededor de un minuto en el que, tal y como ocurre en la mucho más reciente "La la Land", podemos ver lo que pudo haber sido y no fue.
Bien los intérpretes y banda sonora.
Podría haber estado bastante mejor, pero es funcional.
¡Ah! Y atención a la aparición de William Berger, más tarde actor de western espaguetis, como empleado del aeropuerto.

https://filmsencajatonta.blogspot.com.es

. Adaptación de una popular novela de Fannie Hurst, previamente llevada al cine por John M. Stahl (1932) y Robert Stevenson (1941). Producida por Ross Hunter -el rey del melodrama. Su tono contenido y gris elude todas las posibilidades del desmelenamiento de la historia.

Es una historia de amor descarnada, con dos protagonistas volcados en su papel y con una Vera Miles, que, participa poco, pero está maravillosa. El amor, cuando es tan transparente, no se puede comprar con dinero, sin embargo los enamorados son extremadamente cautos y cuidadosos de su imagen, algo que un simple chismorreo de mostrador les `puede desbaratar todo. Una película verdaderamente apasionada y entretenida.
Excelente el vestuario, por el que optó a un Oscar

Film inédito en España. Un 7.