Creo que es la segunda vez en mi vida en que salgo enfadado de una sala de cine. Y no enfadado porque el filme esté vacío, que lo está, o porque los personajes sean más planos que los de una peli de Chuck Norris, que lo son. Entré al cine pensando que iba a ver una película con una intrincada trama sobre intrigas políticas, traiciones, asesinatos y luchas de poder. Y durante dos horas y media asistí a una lenta y tediosa sucesión de escenas de naves enormes aterrizando (las tres primeras veces mola, luego ya cansa), escenas de peleas dignas de un capítulo de los Power Rangers, Villanos genéricos que te dejan frío, protagonistas insulsos con los que no empatizas y un sinfín de clichés al más puro estilo LOTR o Star Wars que ya hemos visto 1000 veces.

Es una película que se esfuerza enormemente en parecer profunda y no lo consigue en ningún momento, un nuevo ejemplo de ejercicio masturbatorio adolescente sobre cosas que molan tan presente en el cine actual. Resulta chocante esta intención de profundidad y madurez con la puerilidad que desprende toda la película.

No tiene ritmo. La primera hora es salvable, aun se tiene el beneficio de la duda, es bonita y pasan cosas, pero a partir de ahí todo baja en picado. Se vuelve aburrida, previsible, monótona, llena de "casualidades" cutres de guión. Por momentos no sabe si es una película de drama, de intriga, de aventuras o de acción. Al final acaba por no ser ninguna de esas cosas. Como cuando de pequeño mezclabas plastilina de muchos colores esperando una fantasía arcoíris y acababa convertida en una masa marrón que parecía m... Eso es Dune.

La banda sonora no cesa durante toda la película, literalmente no hay un minuto de silencio, y consta de tres pistas:
El tambor que hace pum, pum, pum (para indicarte que el mundo es muy despiadado)
El trombón gordo que hace POOOOO (para cuando aterrizan o despegan las naves gordas o pasa algo imprevisto) Hans Zimmer me encanta, pero creo que ya cansa un poco este recurso.
La voz estridente genérica rollo árabe que suena en todas las películas para indicarle al espectador que debe sentirse conmovido, en este caso suena cada vez que quieren hacer un alarde de paisaje molón hecho por CGI o por la muerte del personaje genérico número 7 que se supone que debe molar y caerte bien pero que no te importa porque es PLANO.

Debo decir que fui al cine sin haber leído la novela ni haber visto la versión de David Lynch. Así que al día siguiente decidí ver la versión de Lynch para comparar y, sobre todo, porque me había quedado con la sensación de que estaba ante una gran historia que no había podido disfrutar por la enorme torpeza del señor Villeneuve. ¡Menuda diferencia! ¿Cómo es posible que Lynch consiga contar muchísimo mejor en una hora y media lo que Villeneuve no es capaz de contar en dos y media? Ah, sí, que había que llenarlo todo de naves gordas, el Momoa fardando y ruido, mucho ruido.

No soporto tu verborrea vacía, me producen hastío tus decenas de personajes intrascendentes y tu ritmo confuso e incoherentemente frenético me maltrata como espectador. Eres como uno de esos políticos que dominan el arte de decir frases grandilocuentes con los que pueden rellenar discursos enteros sin decir absolutamente nada. Eres vacío, fachada, superficialidad. Eres un anuncio de colonia de Dolce y Gabbana de casi dos horas y media. Eres un pretencioso ejercicio masturbatorio del ego del señor Fellini hecho cine. Te crees moderna, te crees rompedora y lo único que rompes es mi paciencia.

Al cabo de una hora y media de película llego a plantearme que preferiría estar en la consulta del dentista. Miro a mi derecha y mi novia está pegando cabezadas. He contado ya más de 20 personas que se han ido levantando y marchando de la sala durante la última hora. El imbécil soy yo por seguir aguantando este bodrio pretencioso e intelectualoide esperando que mejore o que me aporte el más mínimo ápice de algo que no sea un profundo sopor. Mi cerebro ha desistido de intentarlo hace rato, ha salido de mi cuerpo y se ha ido a vivir su vida y ser feliz. Y yo sigo aquí. Guidino, ¿estás enamorado? Asa nisi masa ¿Es posible vivir sin cerebro?¿A qué huelen las nubes? ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

Menos mal que he venido a un cine de verano, en el que la película se escucha a través de auriculares. Sin darme cuenta he ido bajando el volumen de los auriculares poco a poco a lo largo de la película, supongo que debido a la insoportable cháchara de los personajes. Sin volumen se vuelve casi soportable. Opto por quitarme los auriculares finalmente, observo que no soy el único espectador que lo ha hecho. Dicen que Mastroianni representa al propio Fellini en esta película, pero en este momento yo siento que me representa a mí, personalmente como espectador. Sus caras de sufrimiento constantes expresan totalmente lo que siento. Te entiendo, Marcelo, estamos juntos en esto, sé fuerte. La """"trama"""" avanza (por fin) hacia su conclusión, pasa algo con unas naves espaciales y hay mucha gente otra vez (A juzgar por el resto de la película, creo que meter a mucha gente en cualquier situación es la idea de humor que tiene este director. Simplemente hilarante). Me da igual todo ya, mi cerebro ya no da más, creo que a este paso se va a empezar a licuar y a gotear a través de mi nariz. Salen unos payasos, todos bailan el corro de la patata y se acaba. Fin. Gracias.

A juzgar por las críticas que he leído, lo que sucede con esta película me recuerda a la fabula de "El traje nuevo del emperador". Hay algo evidente que parece que da miedo decir. Y tiene que venir un niño, o en este caso un tonto como yo, a decirlo: El emperador está desnudo y Fellini perpetró uno de los bodrios más grandes de la historia del cine.

Seamos sinceros, si esta película, tal cual es, la elimináramos del universo James Bond y le cambiáramos el título por algo como "Agente McCarajillo, operación Jamaica" no tendría ni de lejos la media tan alta que tiene en esta página. Y es que el filme ha envejecido como un buen cartón de leche al sol.

No voy a entrar a valorar lo rematadamente machista que es la película, porque entiendo que hay que ver las obras con el prisma de la época en las que fueron creadas. Pero sí voy a hablar de lo ridículo que resulta el personaje de Bond en su relación con el sexo opuesto. Nos lo presentan como un gentleman británico refinado que hace cosas guays como jugar en casinos, conducir coches caros y beber martinis. Pero la realidad es que a lo largo de toda la cinta el personaje se comporta más como una especie de señor muy pasado de rosca que como el caballero que nos pretenden vender, haciendo cosas como sobetear a la secretaria de su jefe u oler una toalla que se acaba de quitar una chica. Y es que nuestro agente Torrente carajillero se pasa toda la historia dando vergüenza ajena, como espía es un inútil de cuidado que la mayoría de las veces se salva por conveniencias de guión y deus ex machinas.

La película huele a serie B a kilómetros. El guión está falto de ritmo y es pueril, más propio de un capítulo de serie de televisión ligerita tipo la Batman sesentera que de un largometraje. Las actuaciones son lamentables, Sean Connery bastante mal, Ursula Andress, muy mona, sí, pero de actuar sabe lo mismo que yo.