De cierta manera este filme logra reunir dos mundos paralelos, los cuales le permiten al espectador involucrarse totalmente en éste, y estar alerta a todo lo que sucede. La manipulación ejercida sobre Donnie por parte de Frank (llamado su amigo imaginario), le hace cometer diferentes actos que afectan a los demás, pero es importante ver el mundo ajeno en el que vive Donnie, donde su estado mental lo lleva a ver las cosas de modo distinto y a escuchar voces que físicamente no existen pero que en su mente permanecen. El modo en el que la película se desarrolla permite ver la secuencialidad que se pretende, donde cada poder otorgado a Donnie es utilizado por él, mostrando sus luchas y dolores más profundos. El filme maneja encuadres interesantes que capturan la atención del espectador , logrando mantener el suspenso de principio a fin. Cabe resaltar la excelente interpretación de Jake Gyllenhaal, al encarnar a este personaje (Donnie Darko) difícilmente comprensible.

A través de esta película se obtiene un acercamiento de lo que viven las personas con cierta adicción, donde crudamente es visible el punto de quiebre de éstas; donde nada es suficiente y su lastimoso descontrol sobre su cuerpo los lleva a tomar decisiones escalofriantes, con el fin de recuperar ese control que algún día tuvieron. Darren Aronofsky se encarga de crear planos muy interesantes, realizando encuadres completos y aumentados de una misma escena. Del mismo modo, el uso adecuado de sonidos incidentales, captan la total atención del espectador en cada acción que en este filme se aprecia, envolviendo totalmente a quien disfruta de éste ,hasta el detalle más mínimo de la película.
Pese a su crudeza, se convierte este filme en el nítido ejemplo de lo que se vive fuera de la pantalla grande, sin ser exagerado ni minimizar la triste realidad de muchos; llevando al espectador a reaccionar, a pensar en las consecuencias de lo que en un principio puede verse como mínimo, pero que con el tiempo supera nuestro propio entendimiento.

Tesis sin duda es un filme que deja en evidencia a cada personaje, donde la tensión e intriga es prolongada hasta el último minuto de la película, generando en el espectador la especulación a cerca de todo y de todos. El atar cabos en una película como esta puede llevar a la equivocación o al acierto, todo depende de la confianza que cada uno deposite en los personajes que hacen parte de esta grandiosa producción.

Esta película sin duda alguna, muestra la realidad de lo que la audiencia desea ver, no puntualmente en cómo Alejandro Amenábar la desarrolla, sino en el trasfondo de ésta. Como espectadores tenemos preferencias, y claramente la mayoría de filmes le dan gusto a quienes consumiremos sus creaciones. Aquí la pregunta sería:¿Somos verdaderamente conscientes de lo que queremos ver, de lo que queremos alimentarnos visualmente?

En fin, verla realmente vale la pena.

Los encuadres que maneja este film en verdad se resaltan y es claro que el manejo de los sonidos incidentales toma gran protagonismo, captando la atención del espectador respecto a este aspecto. En cuando al tema principal de la película, es evidente como las relaciones familiares han sido fragmentadas desde cualquier punto de vista por diversas situaciones; donde las actitudes de los hijos a veces son incomprensibles y llenas de irrespeto hacia sus padres, mostrando rivalidad y enfrentamientos que no valen la pena. La familia de por si serán las personas que sea cual sea la situación por la que se pase, estarán ahí para cada uno, la incondicionalidad hace parte de la definición de familia; pero vale la pena mencionar que lamentablemente esto no se vive en todas las familias y que a pesar de lo necesario que es el amor y la comprensión, muchos no cuentan con este privilegio; es por esto que sea cual sea el núcleo en el que nacimos, es deber de cada integrante esforzarse por ser la mejor parte de este equipo y contribuir a una sana convivencia. “Tenemos que hablar de Kevin”, es el vivo reflejo de una familia disfuncional, donde la doble faceta se maneja a la perfección.

En la vida nos encontramos con diferentes situaciones, situaciones que quisiéramos no vivir y que de una u otra manera modificaríamos, si se pudiese. Lo cierto es que esta película muestra el punto en el que alguien con una vida aburrida y sin mucho sentido, decide, de cierta manera salir de su zona de confort, dándose cuenta de que verdaderamente cada persona decide el nivel en el que se involucra en todos los aspectos de su vida. Cada uno tiene en su mano el poder y habilidad de dejar lo que no importa a un lado y enfocarse en lo que si puede valer la pena. El trasfondo de algo muchas veces no está a simple vista, se requiere de esfuerzo para conocer la real intención, y esta película es resultado de esto; tal vez no será a nivel personal la favorita, pero de una forma cruda y a veces sin sentido, demuestra que hasta que perdemos todo, estamos dispuestos a hacer lo que sea; a luchar, a buscar lo verdaderamente importante, a incomodarnos por instantes con el fin de conocer que es lo que realmente queremos.