He disfrutado muchísimo viendo a través de los ojos de Roland Joffé. Me ha cautivado su impresionante escenografía y su fotografía poderosa. La historia está contada de forma minimalista, no me extraña que Joffé comentara el otro día en el chat de El Mundo sobre el proceso final de montaje: “La idea es hacer la historia cada vez más clara, más eficiente y más emotiva”. Y creo que eso lo ha conseguido en Encontrarás dragones. Impacta e invita a volver a contemplarla, como un buen cuadro, donde siempre descubres matices nuevos. En cuanto a cómo cuenta la Guerra Civil, considero una gran aportación que no se haya decantado por ningún bando. Quizá este inglés –anglofrancés, para ser exactos- se parece a esos historiadores ingleses que se han adentrado en la historia reciente de España con mayor acierto e imparcialidad que los españoles, al hacerlo “desde fuera”.
Pero lo que me parece más sobresaliente de la película es su mensaje: la inutilidad de la violencia, los dramas personales que provoca una guerra, y, sobre todo, la fuerza suave e increíble del perdón. ¿Qué tema más hermoso que éste, y qué mejor propuesta para la convivencia de todos los seres humanos?